Nicolás Varrone, el piloto que sigue los pasos de Franco Colapinto: la increíble historia que lo vincula con el Fiat 128 de Diego Maradona
El piloto de Escobar mañana hará pruebas libres sobre un Fórmula 2 en Abu Dhabi. Su prometedora carrera hacia la F1 tuvo en sus inicios un link directo con el 10 a través de un icónico auto que fue encontrado en un gallinero.
Mientras la carrera del piloto de Escobar Nicolás Varrone crece a pasos agigantados -mañana se subirá a un Fórmula 2 para hacer pruebas libres en el circuito de Abu Dhabi-, pocos saben la increíble historia que liga a él y su familia con Diego Maradona, que tuvo como protagonista principal a un icónico auto que tuvo el 10 en los inicios de su estrellato.
El deportista nacido en Ingeniero Maschwitz tiene un presenta fabuloso y prometedor. Ya realizó varias tandas de prácticas en donde probó diferentes neumáticos en un monoplaza del equipo AIX Racing y participará del tercer día de pruebas, este viernes, cuando se suba al auto del paraguayo Joshua Durksen, quien se quedó con la última carrera de Fórmula 2 del calendario.
En su cuenta de «X», el argentino contó la noticia y agradeció a todas aquellas personas que se sumaron a su pedido en redes para tener un lugar en la Fórmula 2: «Un tweet, un hashtag, un sueño. Hoy les digo, por acá, ¡que el viernes probamos un F2 en Abu Dhabi con AIX! Gracias Lauti de la Iglesia, gracias a todos los que compartieron el hashtag, gracias a las empresas que se están sumando». Y finalizó: «¡Esto es de ustedes mundo twittero! ¡Aguante Argentina, loco!«.
Y en esa oleada de agradecimientos, indirectamente su historia está atravesada por la presencia del más grande jugador de futbol de todos los tiempos. En síntesis se podría resumir así: años atrás, Martín Varrone, su papá, compró el primer auto que tuvo Maradona, lo reconstruyó y al poco tiempo lo vendió con el objetivo de destinar el dinero de esa venta para solventar la carrera deportiva de Nicolás en Europa.
Nicolás Varrone y el Fiat 128 que fue de Maradona
Se trata del modesto Fiat 128 que fue el primer auto 0 kilómetro que compró Diego. Es el que apareció abandonado en un gallinero.
Es un auto de apenas 3,8 metros de largo, con un motor de cuatro cilindros, 1,3 litro y 60 caballos de potencia. Al velocímetro, con un tope en 180 kilómetros por hora, le sobraban 40 km/h. El de Diego era la versión CL, con caja de cuarta al piso, cuando ya en ese entonces existía el CL5, el tope de gama que traía cinco marchas.
El auto estuvo «perdido» durante años hasta que Varrone padre -maradoniano y fanático de Boca- se ocupó de rastrearlo para hacerse de él. Contó con la ayuda de Alejandro Pastorino, un reconocido restaurador de autos clásicos argentino, famoso en el mundo fierrero por sus maravillosos trabajos.
La historia de cómo fue rescatado se remonta a los inicios de este siglo. Varrone tuvo autos emblemáticos, como el Cadillac que le perteneció a Juan Domingo Perón, y un Mercedes de Juan Manuel Fangio. Cuando le llegó el dato sobre la existencia del pequeño 128, su fibra xeneize se movilizó.
Era 2003, y según contó el Diario Clarín la puesta en valor demandó un año y medio. Quedó como cuando Diego lo había comprado, 21 años antes, a fines de 1982. La radicación del auto la había hecho Jorge Cyterszpiler, por entonces su representante. Estaba domiciliado en el mítico chalet de la calle Cantilo al 4500, de Villa Devoto. De acuerdo al título original, el Fiat 128 pasó a manos de Maradona el 24 de diciembre de 1982, cuando Pelusa ya estaba en Barcelona.
«Cuando terminamos la restauración, nos sentamos por primera vez y salimos a dar una vuelta en el auto. En ese momento nos miramos con Martín y coincidimos en pensar en las veces que lo sacó el Diego. Se te cruzan un montón de cosas por la cabeza», contó en 2022 el restaurador.
Maradona se deshizo del 128 en 1984. Llegó a Nápoli y se compró una Ferrari. Así, el humilde 128 se perdió por décadas en las sombras hasta que fue descubierto en un gallinero. En 2021 salió a subasta a través de un NFT, un Token para vender productos de manera digital. Se lo hizo con el nombre «El Primer Auto de Dios», que fue aprobado por Matías Morla, último representante de Maradona. En aquel entonces, pidieron 400.000 dólares de base. No llegó a venderse.
Martín Varrone logró desprenderse de él. La cifra de venta nunca se supo, pero sí que todo lo recaudado fue directo a cimentar la carrera de Nicolás, hoy de 23 años, quien es una de las máximas promesas del automovilismo argentino y tiene en su palmarés haber ganado dos veces las 24 horas de Le Mans y en una oportunidad el 24 horas de Daytona.
Varrone junto a su equipo celebrando la victoria en Le Mans. (Foto: @nicovarrone1)
Actualmente en Corvette Factory Driver, el argentino se ha destacado en diversas categorías a nivel internacional. Compitió en categorías como la IMSA SportsCar Championship, la European Le Mans Series y la GT World Challenge Europe, entre otras.
Por eso cuando mañana se suba a un Fórmula 2 en Abu Dhabi para dar otro enorme paso en su vida deportiva, Nico sabrá que, en algún punto, su presencia allí para perseguir el gran sueño de emular a Franco Colapinto en la Fórmula 1, tiene mucho que ver con el legado de otro de sus grandes ídolos: el 10 de todos los argentinos.
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