La UNLZ, otra vez golpeada por el Covid-19: en dos días fallecieron un estudiante y un docente
El alumno Javier Bogarin y el profesor Osvaldo Pereyra murieron a causa de contagios de coronavirus. Entre mayo y junio, la Universidad ya había lamentado otras cinco pérdidas producidas por la pandemia.
La tragedia vuelve a golpear a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), que en solo dos días sufrió la pérdida, a causa del Covid-19, de un alumno y de un docente. Estos fallecimientos en medio de la pandemia se suman a los ocurridos en entre mayo y junio, cuando la casa de altos estudios ya había lamentado otras cinco muertes ocasionadas por el coronavirus.
A los decesos por el Covid-19 se les suma, además, el asesinato de un abogado egresado de la UNLZ, en un episodio que todavía está bajo investigación y que también conmovió a toda la comunidad educativa. Y la muerte de la rectora de Mesa de Entradas del Rectorado, Eda Ciotti, cuya causa aún no fue informada.
El pasado miércoles fue el día en el que el profesor Osvaldo Omar Pereyra, quien se desempeñaba en la Facultad de Ciencias Económicas, se convirtió en una nueva víctima de la pandemia del Covid-19.
“Con mucho pesar informamos que en el día de ayer falleció el profesor Osvaldo Omar Pereyra, docente de la materia Metodología de las Ciencias Sociales de nuestra Facultad”, informó oficialmente el 1º de julio, por medio de su cuenta oficial de Twitter, la Facultad de Económicas.
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Y la institución educativa del sur del Gran Buenos Aires recibió dos nuevos golpes apenas 48 horas después, cuando Javier Omar Bogarin, alumno de la Facultad de Derecho, perdió su vida también a causa del coronavirus. Ese mismo viernes se informó la muerte de Ciotti. Y ambos casos se difundieron durante el fin de semana.
Anteriormente a estas dos pérdidas se había conocido otro trágico suceso: el asesinato de Jorge Alberto Márquez, de 30 años, un abogado egresado de la UNLZ, quien fue encontrado el lunes 28 de junio por la noche acuchillado, y con marcas de haber sido brutalmente golpeado, en su casa de la localidad Guernica, en el partido de Presidente Perón.
Márquez, además de ejercer su profesión, daba clases por Zoom y era hijo de Taty Espínola, ex concejala de Presidente Perón. Y si bien las primeras conclusiones apuntarían a un robo -ya que en el domicilio faltaron $20.000, dos celulares y una notebook-, los investigadores del crimen no descartan ninguna hipótesis, debido a la violencia del hecho.
Las otras pérdidas por Covid-19 de la UNLZ
La pandemia de coronavirus está impactando brutalmente en la UNLZ, que antes de las dos muertes de la semana pasada ya había sufrido otros cinco decesos por la misma causa: entre mayo y junio perdieron la vida dos profesores, un director de una carrera y dos estudiantes, quienes eran muy jóvenes y no tenían enfermedades previas.
El lunes 14 de junio fue un día especialmente duro para la Universidad, ya que primero falleció Marcelo Bustos, quien fuera docente de la cátedra Derecho del Transporte en la Facultad de Abogacía durante 18 años. Y apenas horas más tarde (aunque no a causa del coronavirus) ocurrió el deceso de Fernando Rial, docente de Sistema de Costos en la Facultad de Ciencias Económicas, quien era graduado de la misma universidad.
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Otra víctima del Covid-19 fue Horacio Finocchi, director de Informática y Estadística de la Facultad de Derecho durante 19 años, quien murió el 8 de junio. Y, un día después, la UNLZ recibió otro impacto, con el deceso de Jorge José Lancelloti, profesor adjunto de Derecho Civil y Comercial. Así, fueron cuatro casos en solo dos semanas. Cuatro integrantes destacados de la Universidad, con extensas trayectorias y muy queridos en la institución.
Los fallecimientos de dos jóvenes alumnas
Entre todas las pérdidas las que más impactaron, sin dudas, fueron las de dos jóvenes estudiantes, que además no tenían ninguna enfermedad previa. Una de ellas, Sol Casella, falleció el 14 de mayo, con solo 23 años, y luego de estar internada 23 días en un sanatorio de Balvanera. Vivía en Lomas de Zamora y estudiaba la carrera de periodismo, además de desempeñarse como redactora en la Agencia Universitaria de Noticias (AUNO) de la facultad.
La otra víctima fue Ailén Actis, quien murió el 19 de mayo, apenas cinco días después que Casella. Tenía 33 años, dos hijos muy pequeños -de 10 y 8 años-, estudiaba Derecho en la UNLZ y además daba clases en el Complejo Educativo del Club Lanús.