El brutal ataque a Lautaro Alvaredo: por qué los padres hablan de “milagro” y la lucha que tienen para que no desconecten a su hijo
Diego y Tamara dicen que el joven de 19 años «estuvo muerto cinco minutos», pero ahora recibieron señales inesperadas. Hay dos detenidos por el ataque a la salida del boliche Cyrux. Habrá una marcha en reclamo de Justicia.
La tragedia de Lautaro Alvaredo,aún sacude a La Matanza. Se trata del chico de 19 años que fue salvajemente golpeado por una banda de al menos cuatro personas a la salida del boliche Cyrux, en Laferrere, y que terminó con muerte cerebral. Sin embargo, sus padres hoy hablan de «un milagro» mientras no se separan ni un minuto de su hijo, internado en la Clínica Moreno.
Mientras la lucha de Diego y Tamara continúa, en la causa ya hay dos detenidos. Uno es Fabricio Román Stella (18), quien quedó aprehendido luego de que su padre y un abogado lo entregaran en una comisaría; y el otro es Ian Noguera (19), quien se presentó el sábado último junto a su familia en la seccional. Además, la Policía busca intensamente a un tercer agresor.
Para los padres de Lautaro sus vidas van minuto a minuto, segundo a segundo. Observan los comportamientos físicos del joven en su cama, y por eso en las últimas horas empezaron a tener más canales de esperanza de los cuales aferrarse.
«Hace una semana que vivo acá, no me muevo de al lado de mi hijo. Estoy fusilado físicamente pero mentalmente estoy aferrado a la fe y de ahí nadie me mueve. Mi hijo estuvo muerto cinco minutos cuando llegó a este hospital, su corazón dejó de latir y cuando ya lo habían desconectado del todo, (su corazón) empezó a bombear…», dijo Diego, el papá
Y amplió: «Explicame el milagro. A una semana de que le declararan muerte cerebral, Lauti no sólo movió un pie y después la mano, sino que clavó el codo en la camilla, movió un hombro como si tomara el impulso para levantarse».
«Acá se está hablando de milagro«, profundizó el padre en diálogo con Clarín, algo que «los médicos no te lo van a decir, pero están desconcertados, y las enfermeras que están todo el tiempo encima de Lauti no pueden creer estas reacciones».
«Yo entiendo que los profesionales son cautos, que se basan en los estudios, que no van a decir nada imprudente. Que para la ciencia mi hijo no tiene chances, pero yo me baso en la fe, en la creencia y sobre todo en lo que veo, en lo que vemos los familiares y los amigos que visitan al flaquito», agregó el hombre, que trabaja como chofer de colectivos.
Lautaro Alvaredo y el milagro que esperan sus padres
Las horas pasan lentas a la espera de ese milagro. Y mientras, este martes a familiares, amigos y allegados de Lautaro harán una marcha para pedir justicia precisamente en la puerta de la Comisaría 1° de Laferrere para luego dirigirse al boliche Cyrux, en Luro al 5700, donde Lautaro fue atacado después de ser echado del lugar.
«Con Tami (su esposa) estamos muy sensibles y ante cualquier reacción creemos que Dios nos está hablando. Pero lo que sucedió en las últimas 48 horas fue algo más fuerte, fue mágico, como si en la puerta del hospital hubiera aterrizado un OVNI. Y me doy cuenta que es algo inesperado para un paciente al que dieron por muerto cerebralmente», puntualiza Diego Alvaredo.
El papá dijo advertir que «los médicos que están inquietos, como no pudiendo entender lo que está pasando.», porque «de hecho lo empezaron a alimentar por sonda cuando hasta hace unos días sólo le daban suero».
La familia ha recibido la visita de amigos, autoridades, sacerdotes, médicos que están a su lado. Todo les sirve para seguir creyendo. Hasta en su música favorita -letras de la banda Bon Jovi- él encuentra señales para alimentar la esperanza: «Lautaro me demuestra que no se quiere ir, me da razones para que confiemos, siento que abrirá los ojos, lo veo, lo palpo». dice.
De acuerdo a lo establecido hasta el momento, en el local bailable se generó una pelea entre el grupo en el que estaba Lautaro y otros jóvenes, que se trasladó a una plaza ubicada a cien metros. En un momento de la pelea, que involucraba a varios jóvenes, Lautaro cayó al piso, donde recibió fuertes golpes en la cabeza hasta quedar inconsciente.
Uno de los amigos que estaba con la víctima al momento de la pelea declaró que el hecho se inició cuando un joven se enfrentó a golpes de puño con uno los integrantes de su grupo porque le habían roto los lentes adentro del boliche. Por tal motivo, el personal de seguridad del local decidió expulsar a todos los que habían participado de la pelea.
La salida de la víctima y sus amigos del boliche quedó registrada por una cámara de seguridad del mismo boliche y hasta ese momento no se habían visto hechos de violencia. Sin embargo, Lautaro y sus amigos caminaron hacia la Plaza Ejército de los Andes, ubicada a menos de 100 metros del local bailable, y allí fueron atacados a golpes.
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