Manos femeninas a la obra: el grupo de mujeres albañiles de Hurlingham que son furor
Valeria Salguero tenía que arreglar un piso de su casa y no sabía cómo hacerlo. Al descubrir que no era la única en esa situación, decidió crear en Facebook “Albañilería cosa de mujeres”, que ya tiene más de 3.000 integrantes.
Todo surgió a partir de una necesidad propia, que rápidamente descubriría que no era solo de ella. Valeria Salguero no sabía cómo resolver un problema que tenía con un piso de su casa. Y, al no encontrar ninguna respuesta en Internet, a la vecina de Hurlingham se le ocurrió hacer un posteo en su Facebook personal contando el inconveniente, para ver si alguien podía ayudarla. Así se generaría el grupo “Albañilería cosa de mujeres”, que es furor en las redes sociales.
“Lo que me pasó es que quería construir una habitación para mi hija y vi que el piso tenía un desnivel importante. Y no sabía si me convenía picar la parte que estaba más alta o rellenar el resto. Empecé a buscar tutoriales en YouTube, pero ninguno me servía demasiado”, contó.
El paso siguiente, recordó, “fue preguntar en Facebook, en varios grupos de vecinos de Morón, Villa Tesei y William Morris, si había mujeres albañiles o si les interesaba crear un espacio propio. Y enseguida empecé a sumar apoyo, así que decidí hacerlo”.
La descripción del grupo en la red social dice que está integrado por “mujeres con conocimientos profesionales o amateurs con ganas de ayudar y, por qué no, alguna oportunidad de trabajar de esto, que parece ser terreno masculino. Porque nosotros también podemos”. Y si bien el foco principal está puesto en la albañilería, también se hacen consultas sobre instalaciones eléctricas y reparaciones caseras en general.
Valeria aclara que ella no es una albañil experta y que “apenas me doy maña”. De hecho, trabaja como peluquera a domicilio y es auxiliar docente en una escuela secundaria. Pero la necesidad la llevó a aprender los secretos de cómo reparar un piso, revocar una pared o preparar una mezcla. “Y ahora quiero hacer la carrera de Técnica Universitaria en Energía Eléctrica, que se cursa en la Universidad de Hurlingham. Es algo que me va a servir mucho, porque ahora no sé ni cambiar un cable”, explicó.
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Si bien al comienzo la idea era constituir un grupo exclusivamente de mujeres, con el tiempo se fueron sumando también algunos hombres. Y están quienes son verdaderos profesionales en la materia y resuelven las inquietudes que surgen, y también quienes desconocen totalmente el mundo de la albañilería y reciben la ayuda femenina.
Las albañiles de Hurlingham son cada vez más
“Hay consultas que llegan desde lugares que uno no puede imaginar. Por ejemplo, Chubut. O como pasó hace poco, que escribió una mujer desde Costa Rica. No sé cómo ella llegó a conocer el grupo”, dijo, sorprendida. Casi tanto como cuando recuerda cómo se fue sumando la gente al grupo en Facebook: “En solo cuatro días ya éramos 700. Y ahora somos más de 3.000”.
Entre las mujeres del grupo hay quienes trabajan como ayudantes de albañilería o son carpinteras. Así que se da un mix interesante. “Lo importante es que nos ayudamos mutuamente y todos reciben una respuesta a la consulta que hacen”, aseguró.
Para administrar el grupo cuenta con el apoyo de su pareja, Lucas, quien como ella revela “no entiende nada de albañilería”. Pero su colaboración es clave para responder todos los mensajes, entre los cuales aparecen algunos bastantes machistas. “Varias veces me dijeron que me vaya a lavar los platos. Pero lo peor es que también recibí críticas de algunas mujeres a las que les parece mal que las chicas del grupo hagamos un trabajo que, supuestamente, es para hombres. Me llamaban feminazi”, relató, más resignada que enojada, esta vecina de 34 años que tiene tres hijos.
Más allá de los comentarios desubicados, Valeria está contenta de que el grupo les sirve a muchas mujeres (y también a algunos hombres) que, explicó, “les pasa lo mismo que a mí, y es que contratar a alguien significa mucha plata, por eso tratamos de hacer los trabajos nosotras mismas, ayudándonos entre todos”.
Entre la cantidad de posteos que se realizan a diario en el grupo se puede ver desde simple preguntas sobre algún tema puntual hasta publicaciones donde alguna mujer cuenta algo que hizo en su casa. Y también se dan recomendaciones de dónde comprar materiales o máquinas a mejor precio.
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“Otra cosa que pasa es que si alguien necesita contratar a un albañil, porque es algo muy específico que no puede hacer sin ayuda, se trata de conseguir a quien recomendarle. O a veces se pacta el trabajo con alguien que forma parte del grupo. Es algo que surge, pero no funcionamos como una bolsa de trabajo”, aclaró.
Valeria remarcó que “la idea principal es ayudarnos entre todos para aprender a hacer las cosas uno mismo. Y tampoco se trata de sacarle el trabajo a alguien, sino que a la mayoría por un tema económico nos cuesta poder pagar para que nos hagan un arreglo”. Y ya sueña con que en un futuro en el grupo de Facebook se puedan armar cursos que “nos sirvan a todas”.