Humo en Buenos Aires: hasta cuándo se va a quedar y qué recaudos se deben tomar para cuidar la salud
La Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano volvieron a amanecer con olor a quemado y una espesa niebla en el aire producto de un incendio forestal que se produjo en Uruguay. Qué impacto tiene en el organismo.
Tal como ocurrió el domingo por la mañana, el humo que generó un incendio forestal de grandes dimensiones en el departamento uruguayo de San José volvió a reducir la visibilidad y llenar el aire de olor a quemado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en la mañana de este lunes. El Ministerio de Salud informó qué impacto tiene en la salud y cómo debe cuidarse la población.
Según los reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el viento del este es el que trae el humo desde Uruguay y permanecerá también durante el martes, para luego rotar el miércoles en dirección oeste/noroeste, por lo que se espera que el molesto panorama climático continúe.
Del incendio, se supo que afectó la pequeña localidad de Costas de Pereira y que fue controlado durante el fin de semana. No hubo gran repercusión en el vecino país como sí ocurrió en el nuestro por cómo el viento trajo el humo hacia la Ciudad de Buenos Aires y distintos distritos del Conurbano para cubrirlos por completo, tal como ocurrió meses atrás con incendios en el Delta del Paraná.
El humo sobre Buenos Aires y su impacto en la salud
Desde el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires informaron los efectos que el humo tiene sobre la salud de la población. Además de la reducción de visibilidad, que según indicaron especialistas es de menos de dos kilómetros y puede afectar el tránsito vehicular en autopistas y principales arterias, las personas también pueden verse afectadas al circular por la vía pública o incluso dentro de sus propias casas.
Médicos explicaron que entre algunos de los síntomas que puede generar la exposición al humo está la tos y la dificultad para respirar normalmente, así como también el ardor en ojos, irritación en los senos paranasales y garganta, la aparición de sibilancias (silbido durante la respiración), rinitis (inflamación de la membrana mucosa de la nariz), dolor de cabeza y pecho, e incluso problemas cardíacos como palpitaciones o latidos acelerados.
En ese sentido, las autoridades recomendaron ponerse a resguardo en la medida de lo posible y, en caso de padecer el humo incluso dentro de sus hogares, colocar trapos o rejillas enrolladas debajo de las puertas y ventanas para evitar su ingreso.
A su vez, remarcaron que la situación puede ser peligrosa para los grupos de personas vulnerables (con enfermedades preexistentes, de avanzada edad o cursando embarazos, por ejemplo), que deben contar con la vacuna contra la gripe y el neumococo para disminuir el riesgo de enfermedades respiratorias que puedan agravarse al inhalar humo. A esas vacunas se puede acceder gratuitamente y son provistas tanto por el gobierno porteño como por el bonaerense mediante programas de salud pública.