Viajar en el tiempo para sentirse un verdadero vikingo: el bar de Merlo donde se replican la mitología nórdica en detalle
Inspirado en la serie de Netflix, en Barhalla Vikingsbar nada está dejado al azar: su ambientación incluye tronos imponentes, hachas, espadas, hidromiel en cuernos y hasta trajes listos para que todos los clientes puedan meterse de lleno en la experiencia.

Barhalla Vikingsbar fue inaugurado hace tres años y rápidamente se volvió viral en las redes sociales.
Inaugurado hace poco más de tres años, rápidamente se volvió viral en las redes sociales. Y el furor nunca paró: cada vez son más los vecinos de Merlo, y de sus alrededores, que se acercan a Barhalla Vikingsbar para vivir un verdadero viaje en el tiempo. La razón es simple: al recrear la mitología nórdica hasta en sus más pequeños detalles, este mágico bar permite a los clientes sentirse un verdadero vikingo.
Inspirado en la ficción de Netflix, quienes atraviesan sus puertas se encuentran con tronos imponentes, hachas, espadas, hidromiel en cuernos y hasta trajes listos para meterse de lleno en la experiencia.

«Todo arrancó porque yo quería poner un bar, pero quería algo temático, algo diferente. Justo se dio que estaba la serie Vikingos, que mi amigo y encargado Mati me hizo ver. Y dije, ‘¿por qué no hacerlo con esta onda?’», contó Emiliano Ariel Laino, dueño del local.
Cómo surgió el nombre del bar de Merlo
En cuanto a su nombre, surgió de un juego de palabras entre “Valhalla” y el concepto de bar. Valhalla es un término de la mitología nórdica, y es el lugar donde los guerreros que murieron con honor en batalla eran recibidos por Odín para descansar, pelear entre ellos como entrenamiento y disfrutar banquetes eternos mientras esperan el Ragnarök (el fin del mundo).

De esa combinación, entonces, fue que nació Barhalla, un espacio donde se presta máxima atención a cada detalle: desde la vajilla y la gastronomía, hasta los shows. «Lo que más me gustó de la serie fue cómo se manejaban ellos, y quise traer un poco de eso acá. Por ejemplo, la hidromiel, que es la bebida alcohólica más antigua, la servimos en cuernos, como lo hacían los vikingos», detalló Emiliano.
Cada noche también es ambientada con música nórdica, e incluso hay fiestas temáticas con shows en vivo y hasta intervenciones de actores que se visten como personajes de la serie. «Hay un amigo que es igual a Ragnar (protagonista de Vikingos), y cada tanto viene y hace un monólogo. La gente se copa muchísimo», señaló.
Los sábados, además, suelen sumar extras: pintura facial, disfraces y accesorios para que cualquiera pueda sentirse parte de ese mundo por un rato. Tienen trajes, escudos, espadas y hasta un trono donde las personas suelen sacarse fotos. Y el mural del fondo del local recrea un paisaje vikingo con barcos sobre el mar y batallas medievales.
En cuanto a la ambientación sonora, se trata de mantener siempre la melodía nórdica: «Viste que hay gente que quiere escuchar otra cosa. Antes la cambiábamos después de las doce, pero muchos se nos quejaban. Ahora tratamos de mantener la onda todo el tiempo, y si cambiamos, que sea algo tranqui, tipo rock clásico».
La gastronomía, también inspirada en el mundo vikingo
Como fue señalado, en Balhalla Vikingsbar la comida también rinde homenaje al universo vikingo: todas las hamburguesas llevan nombres inspirados en dioses y leyendas nórdicas, sumando aún más mística a la experiencia.

Entre las más elegidas por los clientes está la Odín, una poderosa combinación de triple carne, triple cheddar, panceta y una salsa picante que no todos se animan a probar. También se encuentra la hamburguesa Drakkar, Valkiria, Ragnarok, Thor y muchas más.
Siempre buscando ofrecer más magia a sus clientes, en el último aniversario hubo un grupo que practica lucha medieval que armó una exhibición. «Fue espectacular. Luchaban con espadas de verdad y armaduras. La gente se re copó», dijo Emiliano.
De algo no hay dudas: su dueño logró lo que buscaba desde el primer día y ya es mucho más que un bar. Lo que se vive allí es un verdadero viaje en el tiempo y la posibilidad de asumirse todo un vikingo. Aunque se esté en pleno Merlo.
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