Casi lo erra: el día que hizo su único gol en Boca Naohiro Takahara, el japonés que anunció su retiro del fútbol
Fue el 23 de septiembre de 2001 y contra Lanús. El delantero afronta sus últimos meses como jugador profesional: con 44 años, colgará los botines en diciembre y en el club que lo tiene como presidente y usa los colores del Xeneize.
Naohiro Takahara y los mismos colores: hoy con la camiseta de su club en Okinawa, ayer con la de Boca.
Aunque el fútbol argentino se halla poblado de rarezas, la contratación de Naohiro Takahara es, sin dudas, una de las más extrañas que ha habido en estas tierras. En 2001 un Boca Juniors dominante en la región decidió contratar a un delantero japonés por primera vez en la historia. De su único gol oficial con la camiseta azul y oro se cumplen este sábado 22 años: fue ante Lanús, el mismo rival del Xeneize en la sexta fecha de la Copa de Liga.
La historia de Naohiro Takahara
Takahara nació el 4 de junio de 1979 en Mishima, una ciudad ubicada a 120 kilómetros de la capital Tokio. Comenzó a destacarse como delantero central en el Jubilo Iwata, uno de los clubes más poderosos del Lejano Oriente.
Su buen rendimiento en Iwata llamó la atención de los entrenadores nacionales y fue integrante del equipo japonés que disputó los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. Takahara también debutó oficialmente, aquel mismo año, con la Selección Mayor de Japón y hasta se dio el gusto de intervenir en la Copa de Asia, donde fue campeón.
Lo que no se esperaba era una convocatoria para venir a jugar en nuestro país…
La llegada de Takahara a Boca
El Xeneize venía de un 2000 soñado: campeón de la Copa Libertadores, del Torneo Apertura y de la Intercontinental justamente en Tokio, Japón. En 2001, otra vez con Carlos Bianchi como director técnico y con Juan Román Riquelme como gran figura, repitió el título sudamericano y nuevamente tenía un viaje al continente asiático en el horizonte.
Fue por eso que Mauricio Macri, siempre un buscador de negocios y oportunidades de marketing, pensó que la incorporación de un futbolista japonés sería una excelente chance para consolidar la marca Boca en un mercado económicamente tan significativo. Y Takahara, recomendado por un conocedor del ambiente internacional, despertó su interés…
El estreno de Taka, un 19 de agosto, fue directo a los libros: se trataba del primer jugador japonés en participar de la élite del fútbol argentino. En aquel segundo semestre del 2001, Naohiro sumó siete partidos en Boca y un total de 460 minutos.
La tarde inolvidable para él fue (y será por siempre) aquella frente a Lanús cuando, en un 6-1, logró sacarse la mufa y convertir en la Bombonera su único tanto con la casaca del Xeneize.
“Nunca pude agarrar ritmo. Las dos citaciones para representar a mi país me fueron adversas. Jugar en un club de la Argentina y hacerlo en Japón eran cosas muy importantes para mí y, lamentablemente, no existió la posibilidad de elegir. Tuve que ir, pero sinceramente quería quedarme acá para pelear por un lugar en el equipo”, fue la explicación de un Takahara que no logró asentarse.
Bianchi, clásico en su estilo, jamás terminó de confiar en las aptitudes del japonés y, mucho menos, de subirse a la onda marketinera. Incluso, ni siquiera lo incluyó entre los que viajaron a Japón para afrontar la final Intercontinental ante el Bayern Munich. Y así, a principios de 2002 y ya con Oscar Washington Tabárez como técnico, Taka acabó dejando Boca y volviendo al Jubilo Iwata.
El final de su carrera
El posterior recorrido de Takahara sí estuvo a la altura de sus expectativas. Volvió a ser relevante en Iwata, fue transferido al Hamburgo de Alemania y permaneció durante cuatro temporadas en una Bundesliga de bien merecido prestigio mundial. Incluso, el atacante fue miembro del Seleccionado de Japón que participó del Mundial de 2006.
Ya en su declive, a Takahara le costaba dejar el fútbol y tomó una decisión inusual: fundó su propio club, donde cumplía funciones de dirigente, entrenador y jugador. Okinawa, la institución creada por Naohiro, anunció este mes de septiembre en un comunicado de prensa que Takahara seguirá siendo el director técnico del equipo y su principal autoridad, pero que ya no se lo verá corriendo en el verde césped.
“Me retiro esta temporada, disfrutando de mi tiempo como jugador de fútbol hasta el último momento”, fueron las palabras finales de Takahara en su cuenta de Instagram para despedirse a los 44 años de la actividad en el rol que le dio fama.
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Así, el futbolista podrá dedicarse de lleno a trabajar en sus campos con plantaciones de café. La población de Okinawa, una isla japonesa del océano Pacífico -es parte del Mar de la China Oriental-, es esencialmente agrícola.
Aquel breve paso por Boca ocupa un sitio de privilegio en su memoria. Y la demostración más cabal de ese sentimiento es que el Okinawa, su club, luce los mismos colores que el Xeneize.
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