Depresión y un hijo que no era suyo: la terrible historia detrás del suicidio de Mirko Saric, el crack que quería Real Madrid
Se cumplen 23 años de su muerte. Era uno de los jugadores más importantes de las Inferiores de San Lorenzo y lo buscaban del exterior. Primero sufrió una grave lesión. Y un drama personal lo llevó a tomar una terrible decisión.
La historia de Mirko Saric es una de las más tristes que tuvo el fútbol argentino. Hijo de inmigrantes croatas (Ante e Ivana), nació en la Ciudad de Buenos Aires y se crió en el barrio de Flores. De chico se sumó a San Lorenzo y fue recorriendo todo el camino de formativas hasta llegar a la Primera.
El futuro prometedor que no llegó
Mirko debutó con 18 años: bajo la tutela de Carlos Daniel Aimar, el 22 de diciembre de 1996 reemplazó a un referente del Ciclón como Pipo Gorosito y comenzó a escribir su corta pero intensa historia en el Ciclón. Aunque con los siguientes entrenadores no tuvo mucho lugar, siguió mostrando su clase en Reserva.
Alto, elegante, con técnica y habilidad superlativa en su pierna izquierda, no faltaron las comparaciones con Fernando Redondo, por ese entonces volante central del Real Madrid. Fue justamente el club de la capital española el que se fijó en él cuando Saric comenzó a jugar más seguido, ya con Oscar Alfredo Ruggeri al mando del equipo. Su pase fue tasado en más de 10 millones de dólares.
En 1999 tuvo el típico bajón de rendimiento que padece la mayoría de los juveniles y fue en ese momento cuando le llegó el primer gran golpe: en un partido de Reserva, contra River, se rompió los ligamentos cruzados, una lesión que según los casos demanda de seis a nueve meses de recuperación.
El drama personal de Mirko Saric
Con más de 50 partidos en Primera y la lesión a cuestas, los problemas de Mirko pasaban por otro lado. Para colmo, su hermano Martín, también surgido de las inferiores sanlorencistas, ya no estaba en el club.
Mirko estaba en pareja con una chica de su barrio, con quien no se veía todo el tiempo que él deseaba ya que durante muchas noches debía concentrarse con el club. La familia Saric no confiaba en la joven e incluso Martín, que era del mismo grupo de amigos, la vio varias veces con otros hombres. La novia de Mirko quedó embarazada y él estaba feliz porque creía que iba a ser padre.
Si bien se hizo cargo desde el principio, la familia lo terminó convenciendo de realizarse un ADN, cuyo resultado, como temían en su casa, fue negativo. “Mirko estaba feliz porque había sido papá. Era una chica del barrio y sabíamos cómo se manejaba cuando él estaba concentrado… La enganchaban con muchos pibes. Nosotros le pedimos que se hiciera un ADN, porque yo quería saber si era realmente abuela. Nunca lo presionamos porque por más que el hijo no fuera de él, lo podía aceptar igual”, contó Ivana, la mamá.
Y dio detalles del momento en que supo la noticia. “Un día me llama con voz de ultratumba y me dice: ‘Mamá, venite urgente para casa’. Cuando llego me muestra los resultados y me dice: ’¡Tenías razón mamá!’. Lloraba a más no poder. Te juro que en mi vida quise tener la razón. Ojalá hubiera sido de él porque si ese hijo hubiera sido suyo, no se hubiera matado”.
Hubo una charla con el padre de la chica y luego Mirko Saric se juntó con su ya ex pareja, lo que para su madre fue lo que terminó de destruirlo: nunca volvió a ser el mismo después de aquel encuentro.
La trágica decisión de Saric
Afectado por todos sus problemas y sin poder jugar, Mirko habló con Ruggeri. El entrenador intentó animarlo enumerando todo lo que él consideraba como aspectos positivos de la vida de Saric, pero no lo logró. Pese a que la madre no lo culpa por nada de lo sucedido, sí discrepa en algo que contó Ruggeri años después: ya como panelista, el campeón del mundo dijo haber llamado al padre, algo que Ivana asegura que nunca sucedió.
Ni siquiera la psiquiatra pudo observar lo que se avecinaba para el jugador que estaba cerca de cumplir 22 años. Su madre, que sabía que Mirko no estaba bien y que había dejado la medicación, sospechaba algo pero no creía que pudiera suceder una cosa así. “Me decía ‘No me puedo sacar esta mina de la cabeza’. Durante ese sábado y domingo se la pasó saludando a sus amigos y familiares. No nos dimos cuenta, pero fue como que empezó un tour de despedida», reconstruyó la madre.
Y relató: «El lunes fue a entrenar y, cuando regresó, le pregunté si la ropa tirada era para lavar y me dijo ‘Hacé lo que quieras’. Eso era muy raro porque él era muy cuidadoso con la ropa. A la noche bajó a comer y nos dijo en la mesa: ‘Ustedes son unos padres maravillosos, pero mi problema no tiene solución’. Se fue a acostar y jamás lo volví a ver».
La tarde del 4 de abril de 2000, Ivana entró al cuarto de su hijo y lo encontró ahorcado con las sábanas. A 23 años de su muerte, el hincha de San Lorenzo no deja de recordarlo. Martín, hincha fanático del Ciclón, hoy es DT del equipo Senior. Ivana, quien años después también sufrió la muerte de su marido Ante, pudo dejar atrás la depresión y hoy puede hablar de lo que pasó.
El suicidio de Saric fue uno de los dolorosos casos que soportó el fútbol argentino. Alberto Pedro Vivalda, ex arquero de River y Racing, se quitó la vida en 1994. Un año antes de Mirko lo había hecho el también arquero Luis Ibarra, en un trágico episodio ya que previo a suicidarse había asesinado a su esposa. A esta triste lista se sumaron Sergio Schulmeister, Fabián Madorrán, Mariano Gutiérrez y Santiago el Morro García.