De San Martín a la cima del tenis: el día que Sebastián Báez jugó con Guillermo Vilas en Villa Ballester y le mostró que iba a ser el mejor
Acaba de ganar en Kitzbühel su tercer título como profesional. Hijo de un veterano de Malvinas, construyó su carrera con mucho sacrificio. Una anécdota de chico con Willy en Villa Ballester define su perfil deportivo.
Sebastián Báez se empieza a hacer un nombre en el tenis mundial. Actualmente es, con el puesto 42°, el argentino de mejor ranking internacional. Viene de dar un golpe la semana pasada en Kitzbühel, Austria, donde tras su victoria pidió perdón por derrotar a Dominic Thiem, local y favorito del torneo. Aquí te presentamos a este muchacho de 22 años y pasado humilde que ya da para hablar e ilusionarse.
La carrera de Sebastián Báez
Sebastián Báez nació el 28 de diciembre de 2000 en el municipio de San Martín, provincia de Buenos Aires. Diestro, arrancó a practicar tenis muy de chico: dicen que a los dos años ya daba vueltas por los clubes de la zona intentando alzar la raqueta…
Fue en el club Sportivo Villa Ballester donde dio sus primeros golpes, desde los cuatro años. Por entonces estuvo a cargo de Claudio Morelli, quien dio detalles de lo promisorio que era ya por entonces, aun siendo tan chico. “Lo hacía jugar con los más más grandes y les ganaba”, relató. Y amplió: “La mamá lo hacía pelotear contra la pared y él lloraba cuando no podía jugar”.
Hubo una jornada en que Báez le mostró al tenista argentino más grande de todos los tiempos que lo suyo iba en serio. Ocurrió en una clínica deportiva en la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester, a la que fue invitado Guillermo Vilas.
“Había llovido, actuamos en el estadio cubierto y Vilas se asombró porque Sebastián le devolvía todo lo que le tiraba”, recordó Morelli en declaraciones que le dio al portal Reflejos de la Ciudad.
Eso sí: en un ambiente a veces de clase alta, la historia de Báez es bien distinta. Hijo de un veterano de la Guerra de Malvinas y de una ama de casa, siempre el sacrificio estuvo primero que todo. “Cuando iba a torneos nunca podíamos pagar hoteles, dormíamos en un camping”, contó recientemente, valorando todo el esfuerzo de su familia.
Sebastián Báez, el hijo de un héroe
Multideporte, a la práctica del tenis se sumaban el fútbol, el básquet y la natación. A partir de 2010, Sebastián Báez comenzó a practicar bajo la supervisión de José Luis Clerc, Batata, una gloria argentina de la raqueta y hoy un reconocido analista en programas de televisión. Así, de a poco, el tenis empezó a imponerse.
Sin embargo, según las palabras del propio Báez, el gran cambio fue cuando encontró a Sebastián Gutiérrez como su entrenador oficial, en 2015: “Él es todo. Fue una decisión mutua, porque yo quería entrenar con él y él, entrenarme”. Y desde ahí se encadenaron los éxitos…
Con 14 años ganó su primer certamen como juvenil, el Orange Bowl. En 2016 arrancó a jugar Futures, torneos que son la puerta de entrada al profesionalismo, en el ámbito local argentino. Los Juegos Sudamericanos de la Juventud de 2018 lo llenaron de medallas: oro en dobles masculino, plata en singles y en dobles mixto.
Su salto a la fama en el tenis se dio ese mismo año, cuando alcanzó el primer lugar del ranking mundial junior y disputó la final del tradicional Roland Garros en su categoría.
El recorrido profesional de Báez
Luego del suceso entre los juveniles, Sebastián Báez se fue insertando paulatinamente en el circuito ATP. En 2019 se dio un lujazo: tuvo un entrenamiento con Juan Manuel Del Potro, ídolo y referente, en el Tenis Club Argentino. “Llegar a compartir cancha con él fue algo increíble”, dijo la promesa. El tandilense se ha convertido en una suerte de padrino deportivo y se interesa por los avances del chico.
Al cabo de un 2020 que también fue de adaptación, en 2021 empezaron a llegar los títulos y las distinciones para Báez. Ese año ganó seis Challenger, certámenes de menor valía que los grandes pero importantísimos para el despegue de cualquier jugador. Ese año incluso llegó a las semifinales del Next Generation ATP.
Se coronó en 2022, cuando fue campeón del tradicional Abierto de Estoril, en Portugal, instalando su apellido en el universo del tenis. También en esa temporada comenzó a jugar Grand Slams, los torneos de mayor relevancia, y llegó a dos finales de otras dos competencias ATP.
Durante 2023 ya superó en conquistas sus logros del año anterior: gritó campeón en el Abierto de Córdoba, sacando chapa en su país natal; y ahora en Kitzbühel, ganándole a un ya consagrado como Thiem. En esta temporada alcanzó la ubicación número 30 del ranking, la más alta de su carrera, y se anima a más…
Las expectativas de Báez
Consolidado entre los primeros 50 de la clasificación y con títulos en su haber, Sebastián Báez buscará más rodaje y presencia en los Grand Slams. Mientras sueña con un gran torneo que lo consagre, el pibe criado en San Martín sabe que todavía tiene tiempo para llamar la atención. El tenis argentino, cantera inagotable de valores, ahora confía en él.
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