El increíble recorrido del DT que busca un ascenso histórico con Argentino de Quilmes y estuvo bajo la lupa de la CIA
Como futbolista, Adrián Czornomaz jugó en 20 equipos. Inició su carrera en el Mate quilmeño, donde volvió este año como técnico. Por qué estuvo cara a cara con la central de inteligencia de Estados Unidos.
El inabarcable abanico de historias del mundo del Ascenso permite llegar a lugares y situaciones impensadas. Entre ellas, que un futbolista que fue acompañado toda su vida por el apodo de Pirata haya sido investigado por la CIA estadounidense. Ese personaje, Adrián Czornomaz, es uno de los protagonistas de la temporada 2024 de la Primera B Metropolitana, donde busca con Argentino de Quilmes llegar a la segunda división de la Argentina.
Los caminos del Pirata Czornomaz y el Mate quilmeño se reencontraron en 2024. Es el club donde había debutado como delantero en 1986, en el inicio de una carrera futbolística que lo llevó a vestir 20 camisetas. Hincha de Independiente, fue en el Rojo donde explotó como goleador y tuvo su primera gran proyección.
Ahora, este oriundo de Avellaneda es parte de una definición del torneo reducido de la B Metropolitana que es todo de zona Sur: juega la final contra Los Andes, que pudo recuperarse de la derrota sufrida en la definición por el primer ascenso contra Colegiales.
La prolífica carrera de Adrián Czornomaz
Czornomaz comenzó su carrera en Argentino de Quilmes y rápidamente dio el salto a Independiente, donde se dio el lujo de ser campeón en la temporada 88/89 con Jorge Solari como entrenador. Después de su periplo por Avellaneda, fue futbolista por más de dos décadas y vistió un total de 20 camisetas.
Adrián dejó Independiente con un título bajo el brazo y tres goles que colaboraron para la conquista roja. Con ese antecedente dio su primer salto al exterior: se fue al Cobreloa de Chile, en pleno desierto de Atacama. El calor no fue un problema y el Pirata Czornomaz se convirtió en el máximo artillero de la Copa de Chile de 1990. Insaciable, un día gritó hasta el hartazgo: le convirtió cinco tantos a Huachipato en un partido por el torneo local.
Su vuelta a Argentina fue a otro club grande: San Lorenzo. Sin destacarse tanto pero con un gol a Racing que, según ha dicho, fue el que más festejó en su vida por su condición de hincha de Independiente, le llegó una oportunidad única: el Rapid de Viena, la capital de Austria, decidió llevárselo a Europa en 1992.
Lo que era un viaje de ensueño terminó siendo una pesadilla… El club europeo comenzó a ser investigado por causas de lavado de dinero y el pase del Pirata parecía haber entrado en esas maniobras oscuras. en ese contexto, el delantero tuvo que declarar ante enviados de la CIA. Afortunadamente, todo se aclaró ante los agentes de la central de inteligencia de Estados Unidos y no sufrió consecuencias.
Luego de semejante susto, pegó la vuelta rápido. En 1993 fue parte del Banfield que ascendió a Primera y se constituyó en una pieza importante para el Taladro. De ahí se sumó a Belgrano de Córdoba, también en la élite. Fue su último paso por la máxima categoría. A partir de ahí, comenzaba a nacer una leyenda del Ascenso.
Un goleador de abajo
El Pirata Czornomaz se dio el gusto de jugar en muchos de los clubes más tradicionales del Conurbano. Tras su paso por Banfield, y de nuevo en la B Nacional, encaró el desafío de vestir la camiseta de Quilmes. Luego pasó a All Boys, donde llegó a hacer 26 goles, y otra vez retornó al Sur: se puso la de Los Andes para -nuevamente- hacer cinco goles en un partido. Aquella vez la víctima fue Gimnasia y Tiro de Salta.
Desde Lomas de Zamora empezó otro raid latinoamericano: estuvo en Perú, donde defendió las camisetas de Universitario y Sporting Cristal (¡jugó la final de la Libertadores 1997 ante Cruzeiro!) y en México, donde fue integrante de Tigres, uno de los equipos universitarios que tiene la Liga azteca. En el 97, luego de asegurarse una diferencia económica, volvió a Los Andes.
Atlético Tucumán, otra vez Quilmes, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Tigre, Independiente Rivadavia, Tristán Suárez, Defensa y Justicia, Argentino de Quilmes… El recorrido del Pirata Czornomaz no parecía frenar nunca.
Hasta que un día, en Talleres de Remedios de Escalada, dijo basta: «Siempre me consideré un jugador inteligente, ya que físicamente no era un dotado. Pero cuando ves que pasan los años, no podés aprovechar tus cualidades y no estás a la altura de los pibes, sabes que no va más. Y chau…», dijo al anunciar su retiro.
El Pirata Czornomaz DT hasta llegar a Argentino de Quilmes
Concluida su etapa de anotador temible, Adrián Czornomaz no pudo alejarse del fútbol. Primero comenzó como entrenador principal: tras un paso por las Inferiores de Quilmes, fue elegido como DT de Atlético Tucumán. Luego estuvo en Unión, como ayudante de campo de su ex compañero Leonardo Madelón.
Y, después de ciclos breves en Fénix y Talleres de Escalada otra vez como director técnico, se sumó en 2021 al cuerpo técnico de Ricardo Zielinski, a quien acompañó hasta 2023, en su paso por Independiente. En julio de 2024 llegó a Argentino de Quilmes, en reemplazo de Gustavo Pinto. Es justamente en su primera casa donde busca dar el salto histórico con el Mate.
El Pirata, nacido hace 56 años en Avellaneda, está hoy a cargo de la conducción de un plantel que, tras una extenuante campaña en la B Metro, eliminó al cabo de una parejísima serie a Excursionistas (1-0 en los 180 minutos) y enfrentará a Los Andes (dejó atrás a Deportivo Armenio, con un dramático 3-2 en el global) para decidir cuál será adversario de Sarmiento de La Banda en el match por el segundo ascenso.
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