Quilmes: condenaron a los asaltantes que habían robado al jubilado que mató a un ladrón
La Justicia sentenció a tres años y ocho meses de prisión a cuatro de los delincuentes que protagonizaron el hecho cometido en 2020. La defensa de Jorge Ríos apelará el fallo. Y él será sometido en breve a juicio por el crimen.
El Tribunal Oral N° 5 de Quilmes condenó este lunes a tres años y ocho meses de prisión a los cuatro acusados de haber asaltado a Jorge Ríos, el jubilado de Quilmes Oeste que durante ese robo mató a uno de los ladrones que habían ingresado a su vivienda, crimen por el cual será llevado a juicio.
Los implicados que fueron considerados culpables por el delito de “hurto agravado por escalamiento en concurso real con robo agravado por el uso de arma de fuego” son Christian Javier “Dibu” Chara, David Ezequiel Córdoba, Martín Ariel “Perro” Salto y Claudio Nicolás “El Enano” Dahmer.
La defensa del herrero jubilado de 71 años de Quilmes Oeste se opuso al juicio y pedirá por la nulidad del dictamen firmado por el juez Juan Martin Mata, ya que, según su perspectiva, no fue atendida la ley de víctimas por la ausencia de Jorge Ríos.
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El otro integrante de la banda, Franco «Piolo» Moreyra (26), fue asesinado por Ríos aquella madrugada del 17 de julio de 2020 en la que los cinco ladrones ingresaron tres veces en la misma noche a robar en la casa ubicada en Ayolas al 2700.
A fines de febrero de este año, el Juzgado Correccional N° 3, a cargo de la doctora Julia Rutigliano, y tras haber tomado nota de una secuencia registrada en televisión, condenó a dos hermanas de Moreyra por el delito de «amenazas». Se trató de Nazarena Belén Andrada y Micaela Orellana, quienes fueron sentenciadas a la pena de 8 meses de prisión de ejecución condicional.
Cómo fue el asalto al jubilado de Quilmes
De acuerdo con lo que describió Martín Nolfi, el juez que sigue adelante la investigación, en su resolución, los cinco delincuentes “escalaron las rejas perimetrales -de una altura aproximada de dos metros- que posee la vivienda” e ingresaron a un taller ubicado en los fondos de la propiedad, “de donde se apoderaron de una bicicleta mountain bike rodado 26, de color gris, y de una cortadora de césped”.
Esa fue la segunda oportunidad (la primera habría sido un poco antes, aunque no se brindaron detalles) en la que invadieron la propiedad, según lo que declarara Ríos y que fue corroborado por testimonios coincidentes de varios testigos. Luego de ya haber obtenido el botín señalado, los asaltantes fueron por más, y regresaron por tercera vez alrededor de las 4.30.
En esa ocasión ya entraron a la habitación del jubilado, quien estaba durmiendo. Y lo golpearon con un destornillador, provocándole heridas en el dorso de la mano derecha, en su antebrazo derecho y en la cabeza. Además, según acreditó el juez de Garantías N° 2 de Quilmes, “intentaron desapoderarlo ilegítimamente de cosas de valor existentes en la propiedad”.
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En esas circunstancias, Ríos tomó una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos, con los que logró que los agresores huyeran. Según quedó registrado por las cámaras de seguridad, en la fuga Moreyra (quien era barrabrava del Club Quilmes) quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido y, aunque trató de continuar rengueando, se cayó a los pocos metros.
En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó al asaltante, a quien lo pateó en el piso y, según declaraciones de testigos, le disparó. Si bien en la filmación que se conoció no se observa ningún fogonazo debido a la mala calidad de la imagen, la hipótesis principal de la fiscalía es que, en ese sitio, a 60 metros de su casa, el jubilado remató al delincuente.
La autopsia al cuerpo de Moreyra indicó que el ladrón recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal, que le causaron la muerte.
Los efectivos de la Policía Bonaerense que arribaron al lugar minutos después de consumado el hecho, tras un llamado al 911, encontraron en la escena del crimen tres vainas servidas correspondientes a un arma calibre 9 milímetros, como la que portaba Ríos.
Por otra parte, en la vivienda del jubilado de Quilmes se encontró el DNI de Moreyra. Además se secuestraron dos credenciales de legítimo usuario y de tenencia de armas de fuego, más la pistola calibre 9 milímetros con la que se efectuaron los disparos.
Cuál es la situación judicial del jubilado
El jubilado de Quilmes está acusado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, delito por el que le podría corresponder una pena de hasta 25 años de prisión. La elevación a juicio de la causa fue decidida por Nolfi, a requerimiento del fiscal Ariel Rivas, quien lo había solicitado el 16 de julio pasado, un día antes de cumplirse un año del hecho.
Ríos estuvo durante 12 días privado de su libertad, primero en una comisaría y luego con prisión domiciliaria, hasta que el fiscal pidió el cese de su detención por el estado de salud del imputado y porque advertía que no había riesgos procesales de fuga o entorpecimiento de la investigación.