Un policía fue baleado por motochorros mientras esperaba para comprar una PlayStation

Las reacciones frente a un episodio de violencia no tienen un patrón establecido. Y por ende habrá diferentes actitudes cuando alguien es atacado por ladrones en un intento de robo. Cabe tanto para un civil como para un efectivo de una fuerza de seguridad. Así, un agente de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que intentó escaparse de un ataque de motochorros resultó baleado de manera salvaje en el barrio de Monte Chingolo, del partido de Lanús, sólo por el hecho de no haber respetado la decisión de los delincuentes de robarlo.

La víctima se llama Christofer López. Tiene 35 años y está internado en el Hospital Churruca con un balazo en el pecho. Se encontraba en una condición estable de salud: se trató de un milagro que la balacera de los delincuentes no tuviera una consecuencia más grave.

Motochorros atacan a plena luz del día

El hecho ocurrió el jueves 10 a las 13.25 y quedó registrado la cámara de seguridad de una vivienda del barrio. López estaba de civil, fuera de servicio, cuando junto con un amigo frente a una casa de Monte Chingolo.

El oficial esperaba en la puerta de una casa en la calle Bouchard, entre Magdalena y Chascomús. Quien lo acompañaba permanecía en el auto (un Toyota Etios). Habían llegado allí para concretar la compra de una consola de PlayStation, en una transacción iniciada a través de un sitio web.

Pasó cerca de un minuto y medio entre que López tocó el timbre de la casa y, sin respuesta del dueño del lugar, su actitud cambió: empezó a mirar hacia la esquina y lentamente se fue acercando al auto, ya que vio venir a los motochorros doblando en la esquina hacia él. Eran cuatro los delincuentes que se movían en dos motos.

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Rápidamente logró meterse en el auto cuando los ladrones estaban cerca. Estos sacaron sus armas y comenzaron a dispararle al auto donde estaban el policía y el amigo. Fuentes oficiales indicaron que el agente recibió un balazo en el pecho luego de haber efectuado la voz de “alto”. Su amigo logró trasladarlo al Hospital Fiorito de Avellaneda, donde fue tratado en un primer momento. Finalmente fue trasladado al Hospital Churruca. Los delincuentes estaban prófugos y eran buscados en la zona.

Lanús: la pista encontrada en el lugar del tiroteo

Luego del hecho, el propio oficial alertó sobre la situación en la comisaría de Villa Obrera y los efectivos de la Policía bonaerense se dirigieron al lugar de los hechos para comenzar con las debidas investigaciones del ataque. Los investigadores comenzaron a recabar datos de los agresores y en la intersección de las calles donde sucedió el tiroteo encontraron una pista.

La Policía Científica realizó los peritajes correspondientes y secuestró en el lugar una vaina servida calibre 9 milímetros. El hecho es investigado por el fiscal Héctor Toneguzzo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial Avellaneda – Lanús.

Aun habiendo dado la voz de alto, la reacción de Christofer López fue distinta a la que tuvo el subcomisario Néstor Garrido, de la Policía Federal, quien en una situación similar decidió dispararles a dos motochorros que lo atacaron en la localidad de Wilde.

Garrido, que mató a los dos malvivientes, primero fue detenido aunque lo liberaron este jueves 10 de junio. De todos modos, quedó bajo proceso: la Justicia consideró que con uno de los delincuentes actuó en legítima defensa, pero por la forma en que le disparó al otro (por la espalda, cuando estaba en retirada) podría ser pasible de un juicio por el posible exceso en la defensa frente al hecho de inseguridad del que era víctima.