Pablo García Aliverti preso: una condena que demoró 9 años y la viuda que murió sin verlo tras las rejas
La Justicia confirmó la condena que le habían impuesto en 2018 y el hijo del periodista Eduardo Aliverti irá a la cárcel por conducir borracho, atropellar y matar a Reinaldo Rodas en la Autopista Panamericana en 2013.
Después de 9 años de impunidad, Pablo García Aliverti, el hijo del periodista Eduardo Aliverti, irá a prisión por el atroz crimen que cometió en 2013, cuando condujo borracho por la Autopista Panamericana, atropelló a un hombre que circulaba en bicicleta y lo llevó 17 kilómetros en el capó de su auto, quitándole la vida.
El Tribunal de Casación bonaerense lo había condenado a cuatro años de prisión en 2017 por el delito de «homicidio culposo», sin embargo, el acusado continuó en libertad porque la sentencia no estaba firme. «Esperábamos que se fuera esposado», había dicho el hijo de Reinaldo Rodas, el hombre atropellado, que en el momento del hecho se dirigía al country Mapuche de Pilar donde trabajaba como vigilador.
La semana pasada, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó el fallo y el Tribunal Oral Criminal N°6 de San Isidro dictó una orden de detención, pero García Aliverti no esperó a que lo fueran a buscar y se presentó en la Comisaría 1° de ese distrito, donde quedó arrestado. Cumplirá tres años y seis meses de prisión efectiva, debido a que Casación había reducido la condena en seis meses en 2018.
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El abogado de la familia Rodas, Roberto Damboriana, manifestó que «realmente se hizo justicia pues Pablo García manejaba en condiciones que no son aptas y, debido a ello, se produjo el fatal desenlace que le produjo la muerte al vigilador Rodas cuando iba a trabajar».
El caso Aliverti: la tragedia y una viuda que murió sin ver justicia
El trágico hecho ocurrió el 17 de febrero de 2013. Reinaldo Rodas tenía 53 años y pedaleaba en su bicicleta camino al country Mapuche, donde trabajaba como vigilador. En el kilómetro 52,5 de la Autopista Panamericana fue embestido a gran velocidad por un automóvil Peugeot 504 conducido por Pablo García Aliverti, que había salido de un boliche de Pilar y conducía borracho, con 1,45 gramos de alcohol en sangre: casi tres veces más que lo permitido.
Rodas murió en el acto y la vida de Catalina Ramírez, su esposa, cambió para siempre cuando recibió el llamado que le dio la triste noticia. A partir de allí, en medio del dolor, inició un camino de lucha por una justicia que nunca llegó a ver.
Durante años, peleó para que el acusado fuera preso. «Yo lo perdoné, pero a nivel judicial no voy a bajar los brazos», había dicho la mujer, que había comenzado en Salta su relación con el vigilador fallecido. Luego, ambos se mudaron a Buenos Aires, donde tuvieron un hijo que hoy tiene poco más de 22 años de edad.
Tras la condena de cuatro años pero sin sentencia firme, había manifestado: «En la justicia argentina, el pobre va a la cárcel, pero es muy difícil que vaya el rico. Voy a seguir hasta que quede una sentencia firme. No puede ser que le hayan dado cuatro años». Y había acusado a Pablo García Aliverti de querer pagarles para que se callen.
Catalina murió en diciembre de 2017 y hasta sus últimos días debió convivir con la realidad de un condenado que, luego de matar a su esposo, seguía libre.
Tras la confirmación de la sentencia por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Aldo Rodas, hermano del vigilador fallecido, expresó: «Nosotros no aceptamos ningún arreglo, sólo queríamos que se cumpla con la ley y que este tipo de hechos no quede como un mal ejemplo para la sociedad. Para que manejar borracho, atropellar y matar no quede impune. Esto debería quedar como precedente, independientemente que se trata del hijo de una persona poderosa».