El sueño del nuevo teatro de San Fernando, más cerca: pusieron las butacas en la sala del paseo cultural del Palacio Otamendi
El espacio municipal estará equipado con la más última tecnología, buscando ofrecer espectáculos de calidad como en Capital Federal. Está ubicado en Sarmiento al 1400 y tendrá capacidad para 500 espectadores.
San Fernando avanza en los trabajos de construcción del nuevo teatro que estará en en el paseo cultural del Palacio Otamendi, una sala municipal con capacidad para 500 personas que convertirá al emblemático edificio de Sarmiento al 1400 en uno de los polos artísticos e históricos más importantes del Conurbano norte.
En las últimas horas los trabajos dieron un paso muy importante: terminaron de colocar las butacas para la sala, que estará equipada con tecnología para recibir espectáculos de gran envergadura. La fecha estimada de apertura es en los próximos meses como para que se pueda disfrutar en el verano.
«Este nuevo teatro nos dará prestigio, servirá para que los artistas locales puedan expresar su arte y que los sanfernandinos no tengan que viajar hasta la Ciudad de Buenos Aires para disfrutar espectáculos de primer nivel», afirmó el intendente local, Juan Andreotti, durante una recorrida por las obras.
«Seguimos avanzando con muchísimo esfuerzo con esta obra; este año un poco más lento por la situación económica del país, pero cada vez falta menos para concluirla. La sala generará un vínculo con los comercios gastronómicos para que la noche sanfernandina tenga más vida. Se podrá venir caminando a disfrutar este hermoso paseo cultural que integran el teatro y el Palacio Belgrano-Otamendi, un hito histórico restaurado al detalle por el Municipio», indicó el jefe comunal.
La historia del Palacio Otamendi, un emblema de San Fernando
El Palacio Otamendi fue construido entre 1860 y 1870 por los Belgrano Rawson -descendientes de Manuel Belgrano- y los Vega Belgrano, descendientes de Carlos Belgrano, comandante del Pago de las Conchas y Punta Gorda Uno de ellos, Joaquín, falleció siendo muy joven y su viuda, doña Josefina Rawson, vendió la propiedad al ingeniero Rómulo Otamendi, quien fijó allí su residencia de verano junto a Matilde Carballo, su esposa.
La casona está en Sarmiento 1427, tiene 863 metros cuadrados cubiertos y abarca una superficie de 4.976 metros cuadrados, casi una manzana. Tiene ocho plantas, cinco escaleras y 20 habitaciones.
Cuando Matilde murió en 1916, Otamendi donó la casa a la Sociedad de Beneficencia de la Capital. Las Hermanas de los Santos Ángeles Custodios, congregación española fundada por la beata Rafaela Ibarra de Vilallonga, se hicieron cargo en 1936 con la anuencia de la marquesa Adela María Harilaos de Olmos, presidente de la Sociedad.
Luego, el palacio pasó a manos del Consejo del Menor y la Familia del Estado nacional. Y, tras años de abandono que incluyeron intentos de intrusiones y un incendio que afectó una de las plantas de la casa, en 2016 pasó a manos de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). En 2020, en tanto, se firmó un convenio donde se le cedió a la comuna local la custodia.
La residencia se encuadra dentro una serie de viviendas privadas emblemáticas de la provincia de Buenos Aires, según destaca el libro Patrimonio Arquitectónico Argentino, Tomo III, de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
La intervención que ya se le hizo tuvo en cuenta las normas que la amparan ya que el Palacio fue declarado Bien Patrimonial del Estado por Ordenanza Nº 7293/99 y, además, al ser una vivienda de más de 50 años está protegida por el Decreto 1063/82, con lo que tuvo el OK de la Comisión Nacional de Monumentos.
Para su restauración total, entre otras cosas reconstruyeron el techo, repararon el mural de mayólicas de su salón principal y recuperaron una terraza con sus barandas originales. Todo el trabajo realizado en ornamentos, carpinterías y herrajes fue artesanal.
Hacé tu comentario