La historia de superación de Julieta Cruz, figura de la Selección: le ganó a una grave enfermedad y jugará el Mundial Femenino
Jugaba en River cuando, con apenas 18 años, le advirtieron que su vida corría peligro si seguía su carrera futbolística. Se recuperó, pasó a Boca, fue multicampeona y ahora, a los 27, se prepara la Copa del Mundo
Se viene el Mundial Femenino de fútbol y Julieta Cruz tiene una historia para contar. Todas las chicas de la Selección Argentina han hecho un largo recorrido hasta llegar a la máxima competencia, que se disputará en Nueva Zelanda y Australia, pero la actual defensora de Boca Juniors tropezó con varias piedras en el camino que supo sortear.
Los inicios de Julieta Cruz en Mendoza
Julieta Cruz Navarrete, nacida el 4 de junio de 1996 en la localidad de General Alvear, Mendoza, es hoy una destacada futbolista dentro de Boca Juniors, campeón de las últimas tres ligas profesionales y el equipo más ganador en la Primera División del femenino.
Este brillante presente reluce mucho más si miramos el pasado: a lo largo de su carrera, Cruz ha superado grandes adversidades antes de alcanzar los sueños que alimentó desde pequeña.
Desde temprana edad, Julieta mostró su amor por el fútbol. A los tres años dio sus primeros pasos con el balón en el barrio San Cayetano, donde sus hermanos mayores, Facundo y Daniel, la incluían en los partidos: empezaron mandándola al arco… Esta experiencia con los varones le permitió desarrollar sus habilidades y forjó su pasión por el deporte.
A medida que Julieta Cruz progresaba en su juego, comenzó a participar en las categorías juveniles de diferentes clubes de General Alvear y se enfrentó al gran desafío de ser la única mujer en equipos mayormente masculinos.
Eran tiempos en los que todavía quedaba mucho por andar en el fútbol femenino. Su talento y su dedicación la ayudaron a destacarse y la subieron al escenario principal. Siempre con esfuerzo: nunca nada fue fácil para ella…
El corazón de Julieta Cruz
En 2014, cuando defendía los colores de River Plate, Julieta recibió un devastador diagnóstico: una falla cardíaca (taquicardia supraventricular) que la dejó al borde de tener que abandonar el fútbol de competición. Aunque esta noticia supuso un duro golpe para la joven futbolista, su espíritu indomable la llevó a no rendirse.
“Me pongo a pensar y hoy estoy triste por cosas que tiene el fútbol pero al rato me acuerdo que hace 6 meses no podía jugar hasta que mi corazón estuviera como gracias a Dios está hoy, sano y se me va la tristeza, porque sé que hay problemas por los que si se merecen nuestras lágrimas”, escribió la propia Julieta Cruz en su cuenta de Instagram cuando pudo retomar su carrera futbolística.
Es que después de un largo periodo de tratamiento y cuidados médicos, Cruz regresó al terreno de juego en 2016. En ese momento, Boca Juniors le brindó la oportunidad de demostrar nuevamente su valía y ella, tras cambiarse de vereda, no defraudó. Su desempeño y su compromiso la convirtieron en una pieza fundamental del equipo, contribuyendo a que el club se alzara como tricampeón nacional con su aporte desde el fondo.
Ya consolidada en el Xeneize, una lesión ligamentaria apareció de nuevo para poner palos en la rueda de su carrera. Sin embargo, luchadora como es, Julieta Cruz sabía que no podía volver a caer: se recuperó a tiempo y ahora forma parte del plantel del seleccionado argentino.
Este lunes, nuestro equipo debutará ante Italia en una competición que sin duda marcará un hito en la carrera de Cruz: es su primer Mundial de fútbol femenino.
El desafío de la maternidad
Fuera de la cancha, Julieta tiene ocupaciones. Es mamá de Narella, su gran amor, una inquieta de cuatro años. Así cuenta la relación con su hija: “Es algo increíble, un aprendizaje constante… A veces algo te sale mal o estás pasando por algún momento complicado y, sin embargo, llegás a casa y ella siempre está con una sonrisa. Hace que todo esté bien”.
En casa de futbolera y xeneize, la pasión se transmite: “Desde chiquitita que Nerella tiene algo con la camiseta de Boca. Me acuerdo que una vez, cuando todavía era muy bebé, le puse la camiseta y después no se la podía sacar. Cuando intentaba, se largaba a llorar enseguida. Sin duda, va a compartir el mismo sentimiento por los colores que tiene toda mi familia”.
El Mundial Femenino de Nueva Zelanda y Australia
Argentina participará de esta Copa del Mundo junto con otros 31 equipos. La Selección estará en el grupo G, junto con Suecia (una histórica potencia del deporte), Sudáfrica e Italia (contra la que debutará este 24).
Las aspiraciones de Julieta Cruz y de sus compañeras son claras: avanzar a la segunda fase en un grupo complicado, con dos rivales europeos con más rodaje y experiencia. Será la cuarta Copa del Mundo para la Selección, que nunca logró acceder a octavos de final. ¿Podrá en esta edición en Oceanía? Las ganas y la perseverancia de Julieta Cruz nos hacen soñar con que sí.
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