Brutal crimen en Monte Grande: quién era Gustavo Fernández, el abogado asesinado frente a su hijo por dos ladrones adolescentes
Ocurrió en la calle Origone al 1000. La víctima, de 45 años, quiso evitar el asalto cuando entraba por el portón del garaje junto a su pequeño hijito de cinco años. Fue llevado por vecinos al Hospital Santamarina, donde falleció.
Gustavo Fernández era un abogado de Esteban Echeverría. Lo mataron delante de uno de sus hijos.
Monte Grande amaneció este luna con una noticia estremecedora: en otro brutal hecho de inseguridad mataron a Gustavo Fernández, un conocido abogado del barrio que fue ejecutado por dos delincuentes que quisieron robarle la moto delante de sus hijos, en la puerta de su casa, en la calle Origone 1063 de esa localidad cabecera de Esteban Echeverría. Ocurrió ayer antes de las 20.
El hombre, de 45 años, fue ultimado por dos motochorros cuando intentó cerrar el portón de su casa tras ingresar el rodado. Fernández se resistió al asalto, y tras forcejear, recibió un disparo de arma de fuego del lado izquierdo de su ingle. Toda la escena fue presenciada por uno de los dos hijos de la victima, un menor de cinco años.
Fernández fue trasladado por vecinos de la cuadra al Hospital Santamarina, donde, tras ser intervenido, murió en la horas después mientras permanecía en terapia intensiva.
Tras el hecho se inició un impresionante operativo cerrojo en la zona y pocas horas después la Policía Bonaerense logró capturar a los presuntos autores del crimen, luego de varios allanamientos en Luis Guillón. Allí fueron detenidos dos adolescentes de 16 y 17 años, quienes serían los autores del violento robo y otro menor de 17 y un mayor de 24.
Según informarorn fuentes de la investigación, ambos tienen pedidos de detención por una tentativa de homicidio reciente. Se les incautó una pistola Browning calibre 9 milímetros con una cartucho en la recámara y tres en el cargador. Lospesquisas creen que se trata del arma usada enel homicidio, ya que en la escena del crimen hallaron una vaina del mismo calibre.
Monte Grande, conmocionado por el crimen Gustavo Fernández
Ayer cuando ocurrió el crimen esa zona del barrio en Teniente Manuel Origone al 1000 estaba tranquila. Todos esperaban la hora de la cena hasta que escucharon los gritos y el disparo fatal.
Luego de eso, un grupo de vecinos salió a socorrer a Fernández. Lo cargaron en una camioneta particular y lo llevaron a la guardia del Hospital Santamarina, porque sangraba mucho.
Estaba acompañado por el más chiquito de sus hijos, venían de entrenar porque juega al futbol. El nene vio todo, desde que el padre se bajó, forcejeó y lo mataron.
«Pobre chico se va a quedar con un trauma tremendo. El hombre ya había entrado, estaba adentro, el portón de afuera estaba abierto, se ve que estaba terminando de cerrar el portón interno de madera porque ahí bajaron los motochorros, se ve que los empujó, en el forcejeo los fue empujando hacia afuera, se resbaló y ahí le dispararon», contó un vecino de la cuadra.
La esposa de Fernández y su otro hijo no estaban porque habían ido al entrenamiento de rugby del chico, apasionado de ese deporte, al igual que la propia víctima, quien en sus redes sociales tenía fotos suyas como rugbier aficionado. La mujer se enteró de la tragedia cuando llegó a la casa, una hora más tarde.
«Fue un horror la escena. Ella se desesperó, se puso muy mal, es lógico, es el marido. Ella llegó alrededor de una hora más tarde Los dos son abogados. Muy buenos vecinos, nunca tuvieron con nadie en la cuadra», contó otro vecino del barrio de la localidad de Esteban Echeverría.
En su perfil de Linkedin, el abogado informaba ser parte del Estudio Fernández Coluccia & Asociados, en el que declaraba tener «amplio conocimiento en resolución alternativa de conflictos». Así se ofrecía: «Negociaciones con diversos gremios (camioneros, alimentación, carne, textiles, UOCRA, entre otros)» Capacidad de gestión y análisis. Asesoramiento jurídico empresarial en las ramas laboral, civil, comercial y contravencional. Manejo de equipos profesionales con actitud de liderazgo, resolutivo y proactivo».
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