Melody Rakauskas pidió elevar a juicio su causa contra Fernando Espinoza: por qué podrían sacar del cargo al intendente de La Matanza
La modelo que denunció al jefe comunal matancero solicitó que se haga el juicio oral. Presentó un escrito de 158 páginas en las que detalló su padecimiento. Afirman que el juez ya tendría una decisión tomada.
El año pasado se confirmó el procesamiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por abuso sexual y desobediencia de una orden judicial por decisión de la Sala VII de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que resaltó el relato aportado por la denunciante, Melody Rakauskas. Ahora la mujer dio otro paso adelante contra el cacique peronista: pidió que la causa sea elevada a juicio oral para que en un debate se expongan las evidencias y sea la justicia la que resuelva en base a la acusación.
El último movimiento fuerte de la causa había sido a fines de octubre del año pasado, cuando Espinoza debía presentarse a hacerse pericias psiquiátricas y psicológicas. Sin embargo, el jefe comunal que durante tres años se negó a ser revisado psicológicamente, volvió a decir que no y nunca apareció a la citación argumentando que la denunciante tampoco se sometía a las mismas pericias que el acusado, más allá de que ese estudio para quien denuncia es voluntario y no obligatorio.
Antes, en agosto de 2024 Espinoza tampoco se había presentado a la mediación con la denunciante por la demanda que había iniciado la modelo por «daños y perjuicios» y evitó así ese incómodo cara a cara.
Ahora, según informó Primer Plano On Line, con el patrocinio del abogado Yamil Castro Bianchi, Rakauskas presentó el escrito firmado de puño y letra por ella misma en calidad de querellante. El texto ocupa 158 páginas y expone al detalle las “situaciones de violencia” que aseguró padecer a lo largo de los últimos años.
El escrito quedó en manos del juez Luis Alberto Schelgel, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 31, que se lo dio a la fiscal interviniente en la causa, Mónica Cuñarro, para que lo analice y realice una devolución con su punto de vista que puede coincidir con Rakauskas y avanzar con el pedido de elevación a juicio o ir por el sobreseimiento de Espinoza.
Según anticipó el periodista Luis Gasulla en LN+, Schelgel -el mismo que procesó al cirujano Aníbal Lotocki por «homicidio simple con dolo eventual»– ya tendría definido aceptar el pedido a juicio que hizo la modelo, que incluye entre otras cosas que Espinoza sea apartado de la gestión municipal hasta que se determine su culpabilidad o inocencia.
La denuncia de Melody Rakauskas a Fernando Espinoza
Rakauskas acusó a Espinoza de haberla abusado sexualmente mediante tocamientos impúdicos el 10 de mayo de 2021, en su departamento en la Ciudad de Buenos Aires. La presunta víctima había ingresado a trabajar a la secretaría privada del intendente de La Matanza tras la gestión de su novio de entonces, Gustavo Cilia, a su vez amigo de Espinoza.
Según el relato de la mujer que figura en el expediente, aquel 10 de mayo el jefe comunal fue a cenar a su casa por cuestiones de trabajo, lo que a ella le parecía extraño y la ponía incómoda. Él le contestaba que era normal porque era una persona conocida y no podía mostrarse en lugares públicos.
Durante la noche, siempre de acuerdo al testimonio de Rakauskas, Espinoza comenzó a quejarse de dolores cervicales y pidió que le hiciera masajes, a lo que ella se negó.
Luego, el intendente habría comenzado a besar los pechos de la víctima y a tocarla por encima de la ropa, mientras le decía: «Quédate tranquila, siempre te tuve ganas, va a estar todo bien«. Durante el forcejeo, Espinoza intentó bajarle los pantalones y le rompió la camisa, insistiendo en que le practicara sexo oral.
Melody Rakauskas logró resistirse, y finalmente la situación terminó cuando Espinoza, frustrado por no poder bajarle el pantalón, se vistió y se retiró del lugar, diciendo: «Bueno listo, ya está, se terminó todo, me voy, ya está, no te preocupes».
El 1 de julio de 2021, Espinoza desobedeció una orden judicial que le prohibía contactar a la víctima, intentando persuadirla para que retirara la denuncia. El impacto del abuso en Rakauskas la dejó traumatizada, requiriendo tratamiento psicológico y psiquiátrico, según contó.
Además de por “abuso sexual simple”, Espinoza fue procesado por “desobediencia”, por haber desoído la orden judicial de no contactar a la denunciante, quien relató que sufrió presiones de una expareja suya y también del propio intendente para convencerla de que retirara la denuncia. La jueza dispuso además un embargo sobre los bienes de Espinoza por $1.500.000.
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