Luka Romero, el crack que desvela a Boca: la conexión con Quilmes y la frase de Dani Alves que cambió su vida para siempre
El juvenil del Milan ya le habría dado el sí al xeneize para llegar a préstamo. Su abuelo y su padre están estrechamente ligados al equipo del Sur, que está en el corazón del pibe. Pero, si lo llama Román…
Mientras todo el mundo Boca sueña con la llegada de Luka Romero -Pepe, el abuelo, afirmó que su nieto «ya le dio el ok» al Xeneize-, pocos saben sobre el pasado que une a quien hasta hace poco era mencionado como «el nuevo Messi» con el partido de Quilmes y con el Cervecero, el club donde jugó su padre y su tío, y en el que su «nono» es palabra mayor..
Romero, de 19 años, actualmente juega en el Milan de Italia. Nació en México, creció en España y eligió jugar para Argentina por la nacionalidad de sus padres. Lo último fue su participación en el Mundial Sub 20 con Javier Mascherano.
A mediados de 2023 llegó al rossonero y sumó apenas 155 minutos en cinco partidos en su primer semestre, luego de su aparición en 2020 en el Mallorca (tiene el récord del jugador más joven de la Liga Española, con 15 años) y un buen paso por la Lazio con 24 presentaciones en dos temporadas.
«Ya hay conversaciones entre Boca y Milán. Luka le dio el ok a Boca. Ayer hablé con él y estamos esperando si aparece la posibilidad. Compartiría el contrato y no habría ningún problema por esta cláusula que tiene en el contrato que le permitiría salir a préstamo si no juega en Milán», dijo el abuelo Pepe en Radio La Red y DSports Radio.
Luka Romero, de Quilmes y a mucha honra
«Tengo una historia bastante importante dentro del fútbol. Fui el fundador de la Liga Metropolitana infantil, durante diez años fui presidente y principalmente estoy relacionado con Quilmes, el club de mis amores. Esperemos verlo en primera próximamente pero las situaciones económica actualmente es muy importante. Estamos en eso», dijo el abuelo de Luka, explicando el vínculo familiar con el Cervecero.
Luka Romero nació en México y sus primeros meses de vida fueron en Argentina. No hay recuerdos en su mente de esos dos países. Sus padres viajaron a España y allí creció, pero él se siente argentino hasta los huesos. y las anécdotas de su papá y su abuelo lo transformaron en un «quilmeño más».
«Cuando tengo tiempo vengo a visitar a mi familia. Para mí es lo más importante. Cuando vengo para acá con la Selección trato de ir a verlos. Siempre veníamos a pasar las Fiestas, cada año. El otro día me fui para Quilmes a ver a la familia. Tenemos casa, pero trato de quedarme en lo de mis tíos así estoy con ellos y disfruto. Trato de verlos, de estar un tiempito con ellos», dijo Luka el año pasado a Infobae.
Su padre, Diego, fue jugador profesional. Lo hizo en Quilmes y Atlético Rafaela. Su abuelo Pepe fue un histórico formador del Cervecero y sus tíos -la tradicional familia quilmeña Bezzana, por parte de su mamá Vanina- también pisotearon este deporte en distintas modalidades en el QAC.
Diego, mediocampista de buen juego y metedor, llegó a Quilmes con 8 años y permaneció allí hasta fines de los 90. De allí saltó a Atlético de Rafaela a comienzos del nuevo milenio y luego hacia el exterior: pasó por las máximas divisionales de Eslovenia, México y Ecuador.
Sobre el final de su carrera el destino fue jugar en las categorías menores de España. Los Romero decidieron afianzar allí su vida, y más despú´pes del nacimiento de Luka y su gemelo Tobías.
El destino un día lo cambió todo. Un video jugando a la pelota con Dani Alves en la playa se había viralizado en redes por entonces. «Sáquenle las fotos a él, es Leo Messi», dijo talentoso lateral brasileño -hoy preso por abuso sexual- refiriéndose al niñito pelilargo que hacía malabares a su lado con la pelota en una playa de Formentera, la isla donde Romero padre jugaba sus últimos días como profesional.
Ese video viral acercó a los Romero al Mallorca, que finalmente fichó al gurrumín endiablado al que nadie le quitaba la pelota. Sin embargo, para entonces, de este lado del Atlántico, en las canchas del Cervecero todos ya hablaban de Luka.
El culpable era Pepe, el abuelo que hoy ilusiona a Boca con su declaración. El hombre fue el impulsor del predio juvenil en esa entidad, fue líder de las estructuras de las inferiores quilmeñas y entrenador de las categorías menores.
Con corazón de abuelo, pero con ojos de especialista, Pepe, experto cazatalentos, definió así a su nieto «Tiene un poco de Messi y Maradona. Con los cambios de frente y la pelota en el pie se equivoca muy poco. Además, una pegada muy importante. Tiene fineza para sacarse jugadores de encima, es muy vivo para manejar de frente, para llevarse la marca y poner un pelotazo en profundidad. A mi me gusta que juegue como punta y media punta así no está limitado. Es un enganche con aceleración y velocidad”.
Tan fuerte es la ligazón de Luka con el Cervecero que cuando el año pasado le preguntaron en qué equipo de Argentina le gustaría jugar, fue directo y sincero: «Si juego en algún momento en Argentina, me gustaría jugar en Quilmes, por mi viejo». Pero los vientos soplan, los tiempos cambian. ¿Y si te llama Román? Por eso hoy Boca está ahí, a nada de ser una realidad.
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