Desgarradora despedida y pedido de Justicia: qué se sabe del crimen en Quilmes del universitario Carlos Enrique Sánchez Paredes
Al joven de 22 años lo mataron de un golpe en la cabeza con un fierro en Bernal Oeste. «Un pibe del barrio que se esforzaba día a día en estudiar y trabajar para tener un futuro mejor», lo definieron en redes sociales.
El tremendo asesinato de Carlos Enrique Sánchez Paredes, el joven de 22 años al que mataron de un fierrazo en la cabeza para robarle en una parada de colectivo en la localidad de Bernal, partido de Quilmes, mientras esperaba el colectivo que lo llevaría a la Universidad de La Plata (UNLP) sigue causando una conmoción inmensa. Mientras la Policía sigue buscando a los asesinos, la despedida del joven de 22 años fue desgarradora.
El crimen fue el último sábado a las 6 de la mañana. Paredes se levantó para ir a la parada de colectivos de Montevideo y Falucho, a pocas cuadras de Villa Itatí. e iba a tomar el tren hasta la estación de Bernal de tren Roca, para ir luego hasta La Plata.
Antes, se despidió de su madre que se quedó atenta a recibir un mensaje que confirme que ya estaba en viaje a la UNLP donde estudiaba ingeniería. Pero el llamado jamás llegó.
Alertada, su mamá, Marizta, olfateó algo malo. Es que «Carlitos» siempre le mandaba un mensaje para tranquilizarla. Ese método siembre estaba vigente. Por eso decidió salir de su casa y desandar los pasos de su hijo. Al llegar a la parada lo encontró boca abajo agonizando. El joven había sido víctima de un robo a mano armada el cual terminó de la peor manera. Rápidamente un vecino se acercó para ayudar y los llevó al hospital de Wilde, pero Carlos llegó muerto.
Quilmes: el crimen de Carlos Enrique Sánchez Paredes
El crimen es investigado por la DDI de la Policía Bonaerense de Quilmes, y la causa recayó en la fiscal Karina Gallo, de la UFI N°4 del departamento judicial de aquel distrito. Por el momento se desconoce cuántos fueron los asaltantes que intervinieron en el robo y cuál fue el objeto que hirió de muerte a Paredes, aunque a metros del lugar donde cayó el joven hallaron un tubo de metal con que el creen que fue golpeado el joven.
Carlos era el más chico de los hijos de Enrique Sánchez Gallo (65) y Maritza Yolanda Paredes Hernández (55), un matrimonio que hace 31 años migró desde la zona de Trujillo, en Perú. El es músico en una banda de cumbia norteña y ella enfermera, por lo que trabaja a domicilio.
Trabajaba en Tolosa, estudiaba en la UNLP y además hacía changas como técnico electrónico. Arreglaba computadoras, lavarropas y cualquier cosa eléctrica. Así se ganaba la vida, con esfuerzo y determinación.
La despedida en las redes sociales fue desgarradora. «Qué injusta es la vida, un pibe del barrio que se esforzaba día a día en estudiar y trabajar para tener un futuro mejor y unas ratas inmundas te arrancan la vida!!! Descansá en paz, Carlitos!!!», fue uno de los sentidos mensajes que se volcó a las redes sociales, junto a una imagen de la víctima con su madre.
El reclamo de justicia de Maritza se llenó de mensajes de apoyo y bronca por lo sucedido: «Estoy pidiendo por mi hijo. No tengo abogado, no tengo nada. Que los agarren y no los dejen salir, porque la Justicia no existe. Él es mi vida, señor».
«Compartíamos el mismo lugar de trabajo y la noticia me dejó impactada. Un chico sencillo y, sobre todo, muy joven y capaz. Es lamentable que pase esto. ¡Justicia por Carlos! y mis condolencias a la familia. QEPD», expresó una compañera de Paredes. Otra amiga expresó: «Una noticia muy triste. Carlitos, como lo conocíamos la mayoría, con 22 años, estudiaba y trabajaba. Buen compañero, siempre predispuesto en el trabajo, amable, sencillo. QEPD. Justicia para él».
Hasta el momento las únicas pistas son el presunto objeto asesino y el seguimiento de las cámaras de seguridad de la zona, a través de las cuales los investigadores ya tienen una idea de la zona donde se pudieron haber refugiado los criminales.
Hacé tu comentario