La historia de Brian Fernández, el crack que lucha contra las adicciones y busca revancha en Almirante Brown
El delantero arregló su llegada tras un fallido paso por el Morelia de México. El presidente Maxi Levy confía en su recuparación. El equipo de Isidro Casanova debuta el domingo frente a Atlanta por la Primera Nacional.
A lo largo de su carrera Brian Fernández -para muchos, un «crack desperdiciado»- jugó en Defensa y Justicia, Racing de Avellaneda, Sarmiento de Junín, FC Metz, Unión La Calera, Club Necaxa, Morelia, Portland Timbers, Colón de Santa Fe, Ferro Carril Oeste y Deportivo Madryn. En todos esos equipos arrastró su enfermedad, la adicción a las drogas. Hoy, en Almirante Brown busca una revancha dentro de la cancha, pero sobre todo fuera de ella.
El delantero santafesino, de 29 años, se unirá al conjunto de Isidro Casanova que dirige el entrenador Facundo Villalba, luego de un paso mínimo Morelia, en el ascenso mexicano, en donde apenas disputó 2 partidos. No obstante eso, el San Justo todos sueñan con verlo bien y ya trabajan en pos de lograr ese objetivo.
Maximiliano Levy, presidente de la institución, sostuvo en diálogo con el programa Club Relatores, de la r AM 750, que “si fuéramos una SAD, Brian no estaría entrenando en el club. El fútbol abraza a quienes necesitan algo como él, ojalá encuentre acá su lugar en el mundo. El fútbol nunca puede cerrarle las puertas a un pibe más que la pelea todos los días».
Brian Fernández arrancó su carrera en Defensa y Justicia. En Varela ya lo considerban crack. Eso hizo que Racing pusiera el ojo sobre él. Llegó a Avellaneda en 2014, pero por ese entonces ya llegaba con el cartelito de conflictivo por sus problemas fuera de la cancha. A pesar de eso, el DT Diego Cocca -que lo había dirigido en el Halcón- le daba un trato especial.
Antes, un hecho marcó su vida para siempre: su hermano de 18 años -el segundo de otros nueve que tuvo su madre- se suicidó disparándose en la cabeza. «Eso lo deprimió para siempre. Quizás ese momento haya sido el click que su cabeza hizo para volcarse a las adicciones», dicen en off desde su entorno más cercano.
Pero su historia en la Academia no prosperó: dos controles antidoping positivos lo habían alejado del fútbol un año y medio. Armó las valijas y se fue a Junín a ver si en Sarmiento podía disfrutar de aire nuevo. Ya entonces todo el ambiente del fútbol sabía que el gran drama eran sus adicciones.
«Brian Fernández sumó otro escándalo: se escapó de un test de alcoholemia». «Brian Fernández tuvo una recaída». «Brian Fernández será internado por su adicción a las drogas». «Brian Fernández no va a los entrenamientos». «Brian Fernández desapareció de su casa y lo busca la Policía». Todos esos fueron titulares de diarios que en los últimos años se transformaron en moneda corriente en Argentina y los países donde intentó resurgir.
En una de sus últimas recaídas, el año pasado hasta su propia pareja, Araceli Fessia, dijo que durante los días en los que estuvo desaparecido en Santa Fe hubo gente que iba a su casa para venderle drogas para que tenga cuando reapareciera.
Brian Fernández y una esperanza llamada Almirante Brown
«Nosotros tenemos 800 chicos en las inferiores, con las mismas problemáticas que la que tiene hoy Brian Fernández, algunos familiares, algunos personales, otros de carencia. El club es eso. Esto no es River o Boca. Es muy lejos de eso», dijo el presidente Levy, en referencia en su sueño de que la Fragata le de a Brian Fernández la contención que necesita.
«Tenemos que tratar de que se sienta parte, que se sienta impoortante y que disfrute el día a día. Creo que va a ser una cuestión de un trabajo de psicólogos, de gente que lo ayude y en algún momento va a salir adelante», agregó el 1 del aurinegro.
El inicio de Brian fue bueno. Debutó con un gol. Es que Almirante Brown entró en la recta final de su pretemporada, a una semana del debut contra Atlanta este domingo a las 17 en el estadio Fragata Sarmiento.
El Mirasol afrontó un nuevo amistoso y consiguió festejar 2 a 1 frente a Sacachispas (B Metro), con goles de Rodrigo Pittavino y Leandro Iglesias. El ensayo preparatorio se desarrolló este sábado en Isidro Casanova y constó de dos partidos. En el primero jugaron los titulares, entre los que no estuvo Brian.
Pero en el segundo, el conjunto matancero se impuso 3 a 0 y contó con el esperado estreno en la red de ese crack con el que todos sueñan, ese crack que ya le convirtió a River, a Boca y tantos otros grandes. Ese crack que, una vez más, desde este domingo intentará volver a jugar el partido más complicado de su vida: el que día a día, minuto a minuto, lo moviliza afuera de las canchas. Si logra eso, el resto está asegurado en el verde césped.
Hacé tu comentario