Cómo funciona el plan de San Isidro para que los vecinos hagan compost desde sus casas
Se llama Compostate y ya cuenta con 5.000 inscriptos en cuatro meses, de los cuales los primeros 2.000 ya recibieron los equipos para poder transformar sus residuos orgánicos en abono ecológico.
Conscientes de los inconvenientes ambientales y económicos a corto, largo y mediano plazo que genera el envío de residuos a los cada vez más colapsados basurales, son cada vez más los municipios que ponen en marcha distintos programas de reciclaje. La mayoría de ellos comienzan puertas adentro de las viviendas y culminan afuera. La excepción, por ahora, es el que tiene al compost como principal protagonista.
Llamada Compostaje, la iniciativa fue puesta en marcha a principios de este año por el municipio de San Isidro, buscando que los vecinos puedan convertir residuos orgánicos en abono ecológico en sus propias casas. Según dio a conocer la Comuna, en cuatro meses ya cuenta con más de 5.000 vecinos inscriptos.
Iniciativa ecológica: convierten unas 80 toneladas de ramas de árboles en abono orgánico
«Forma parte de las políticas sustentables que venimos impulsando desde hace muchos años. Los vecinos adoptaron la cultura del cuidado del medioambiente y se transformó en un hábito. De esta forma, nos ayudan a reducir la cantidad de residuos que enviamos a los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE)», sostuvo el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.
Según informaron desde la Municipalidad, el programa para hacer compost se complementa con otras acciones medioambientales como la separación de residuos en contenedores, los ecopuntos, la recolección diferenciada de residuos reutilizables, el programa de basura electrónica, el chipeo de las ramas que se extraen en las podas, o la capacitación en escuelas, entre otras acciones.
La Comuna también detalló que, a través de esas iniciativas, lograron que se pasara de enviar más de 72 mil toneladas de residuos a la CEAMSE en el primer cuatrimestre de 2018 a 55 mil en el mismo período de este año.
San Isidro y el paso a paso para hacer compost
El municipio de San Isidro informó que los 2.000 vecinos que primero se anotaron en el programa ya cuentan con los dos composteras de 20 litros cada una con sus respectivas bandejas de líquidos lixiviados (es el que se produce cuando se mezcla compost con agua y se fermenta por un periodo definido de tiempo) en sus domicilios.
Para recibir los equipamientos, previamente tenían que incribirse en la web municipal y realizar una capacitación online sobre cómo compostar. San Isidro fue pionero en la implementación de esta propuesta que busca que los vecinos puedan convertir estos residuos orgánicos en abono ecológico en sus propias casas; teniendo en cuenta que casi la mitad de los residuos que se generan en los hogares son orgánicos.
«Es increíble la aceptación de los vecinos, no paran de sumarse. Este programa decidimos incorporarlo tras las exitosas capacitaciones que tuvimos con docentes y alumnos de escuelas primarias, y el interés que despertó el compostaje en sus familias. Lo importante es que los vecinos tomen conciencia y sepan que hay residuos húmedos que podemos reciclar», expresó Leandro Martín, secretario de Espacio Público del Municipio.
¿Qué residuos se pueden transformar en compost?
De acuerdo con la información que dieron a conocer desde la Comuna, en las compasteras que están repartiendo se puede transformar en abono ecológico restos de fruta y verduras, yerba, café e infusiones; cáscaras de huevos limpias; cáscaras de frutos secos; servilletas y papel de almacén manchados con alimentos; hojas secas de árboles y arbustos; pasto y restos secos de plantas; ramas trituradas o troceadas de poda; ramos de flores secas.
Para llevarlo adelante, se deberá colocar en la compostera el material húmedo junto al material seco en proporciones similares, para evitar que se junten insectos o que el compost despida mal olor. Se debe evitar el plástico, el vidrio, los huesos, las carnes, las colillas de cigarrillo y los restos de comida cocida o condimentada.
«Me emociona la propuesta, y es clave la idea de enseñar que cada uno debe ser responsable de su huella y contaminar lo menos posible», contó ante la web del Municipio Laura Mata, una vecina de Martínez que tras capacitarse por Zoom, recibió una compostera en su casa.