Finalizaron la obra del acceso al parque del Puerto de San Isidro: cuáles son las próximas etapas
La nueva entrada funcionará también como rambla de paseo y anfiteatro a cielo abierto. El proyecto en las siete hectáreas del Bajo apunta a generar espacios verdes con equipamiento urbano y solucionar el problema de las inundaciones.
Con la inauguración del acceso principal al parque público del Puerto de San Isidro, realizada este lunes, se completó una nueva etapa de las obras que el municipio está desarrollando en el Bajo, para remodelar esas siete hectáreas que se convertirán en espacios verdes, parquizados y con equipamiento urbano. El proyecto apunta a que este sector sea destinado a esparcimiento, actividades deportivas, recreativas y culturales, privilegiando la circulación de peatones y bicicletas.
Ubicada en Tiscornia y Primera Junta, la flamante entrada es una escalera de 40 metros de ancho con una rampa para personas con discapacidad. La plataforma y las escalinatas serán también una rambla de paseo, que a su vez puede funcionar como un anfiteatro a cielo abierto.
“Es un día muy emotivo. Me siento orgulloso del lugar que estamos creando junto a los vecinos. Creemos en la naturaleza, en los espacios verdes, para que disfruten todas las familias y las futuras generaciones. Cada proyecto trae sus beneficios y hoy logramos cuidar esta zona costera y ponerla en valor para los vecinos. El Puerto es un lugar que queremos todos, es un bien social. Se trata de la finalización de una etapa de la obra que está integrada a muchas otras”, dijo el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, durante el acto de apertura.
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El plan integral impulsa el desarrollo de espacios para distintas actividades que van desde lo cultural hasta lo deportivo, pasando por espacios de picnic, contemplación y encuentro. Contará con sanitarios, cámaras de seguridad y Wi Fi, además de senderos aeróbicos, bicisendas, sectores de juegos para niños, canchas para la práctica de diversas disciplinas y sectores recreativos con equipamiento e iluminación.
También habrá otros nuevos accesos y, dentro de las próximas etapas de las obras, se realizará la apertura de una nueva calle que bordea el parque, evitando de esta manera la circulación vehicular dentro del mismo. Además, se incorporará flora autóctona y se restaurarán las estructuras que conforman la identidad del Puerto de San Isidro, como las areneras. La decisión de conservar esas edificaciones tienen que ver con la idea de revivir la historia de lo que fue la zona un siglo atrás, estableciendo una conexión cultural entre el pasado, el presente y el futuro.
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El secretario de Inspecciones, Registros Urbanos y Tránsito, Walter Pérez, dijo que “creemos en el cuidado del medio ambiente, por eso es que se plantaron cerca de 180 árboles autóctonos. Queremos un sitio que el vecino sienta como su casa”. Y se mostró conforme porque “este proyecto que empezó como un gran desafío, vemos que de a poco se está haciendo real”.
La administración del predio estaba a cargo de la provincia de Buenos Aires, pero en 2017 el gobierno bonaerense atendió el pedido del municipio y le cedió la administración a la comuna, que desde ese momento empezó a diseñar el proyecto para transformar el lugar en un gran parque público.
La solución de los problemas del Puerto
Desde entonces, se vienen desarrollando diferentes obras, divididas en etapas. La primer parte consistió en realizar una adaptación de la infraestructura hidráulica y movimientos de suelo para la nivelación e incorporación de terreno absorbente, para dar lugar a las nuevas áreas de recreación. Y también se colocaron nuevas luminarias.
Hasta el momento ya se han recuperado y parquizado en total 25.000 metros cuadrados dentro del Parque, que anteriormente estaban en desuso o formaban parte de una calle que se han demolido y recuperado. Toda esta superficie tiene una sembrada de pasto autóctono estacional. Y se han encarado tareas de colocación de las tablestacas y viga cabezal, como parte de un nuevo sistema estructural para la recuperación de la rambla.
También se construyó una rotonda en el triángulo de las calles Mitre, Primera Junta y Tiscornia, para lograr un ordenamiento del tránsito, brindando mayor orden y seguridad en el espacio público. Y se realizaron nuevos desagües y la repavimentación de Primera Junta, además de los trabajos que se llevaron a cabo en calles aledañas como Magallanes, entre Pedro de Mendoza y Almirante Guerrico; Husares, entre Pedro Mendoza y Guerrico; El Fomentista, entre López y Planes y Almafuerte; y Almafuerte entre El Fomentista y Elcano.
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Otra problemática que se debió afrontar fue un tema histórico de la zona: las inundaciones. Para terminar con esto se creó un sistema hidráulico integrado por siete estaciones de bombeo y un albardón (cinco kilómetros). Esto se conoce como “defensa costera” y es un terraplén que impide el ingreso del agua a las zonas urbanas.
Al respecto, Diego Augusto, subsecretario de Planeamiento Urbano de San Isidro, dijo que la obra es “un proyecto moderno y ambicioso, donde son muy importantes los trabajos que se hicieron pensando en la protección contra las crecidas del río por sudestadas”.