Falso médico de Llavallol: el engaño para hacerlo caer que usó la doctora con el título usurpado
Carlos Alberto Murguia, de 69 años, falsificó los papeles de una especialista para ejercer durante cuatro años. Pero fue detenido luego de que la profesional dueña de la matrícula consiguiera las pruebas para denunciarlo ante la Justicia.
El hecho, tan insólito como peligroso, se conoció durante el fin de semana. Un falso médico de 69 años, identificado como Carlos Alberto Murguia, atendió durante al menos cuatro años en el Centro Médico Laboral Luzuriaga, ubicado en Llavallol, partido de Lomas de Zamora. Incluso llegó a ser director de ese centro de salud. Para hacerlo, usurpó la matrícula de una profesional, quien finalmente fue clave para que la investigación avanzara y se detuviera al farsante: la médica se hizo atender por él, grabó todo con su celular y presentó las pruebas a la Justicia.
Murguia no sólo tenía un consultorio en el Centro Médico, sino que llegó a ser director del establecimiento. En una de las paredes lucía un título de médico, supuestamente emitido en 2017, con el membrete de la Universidad de El Salvador. Así fue que durante al menos cuatro años atendió pacientes, incluido niños, formuló diagnósticos e hizo más de 500 recetas. Sus especialidades, según él, era la neurología y la pediatría.
Finalmente, luego de una larga investigación, fruto de la denuncia realizada por la verdadera profesional, fue detenido en las últimas horas del viernes por efectivos de la Policía bonaerense en su casa de Moreno, en el oeste del Gran Buenos Aires, acusado por el delito de ejercicio ilegal de la medicina.
Al momento de realizarse el operativo, Murguia cargaba un típico maletín de médico. Dentro llevaba tarjetas donde se presentaba como “socio gerente” de la clínica, sellos y hasta un estetoscopio. El falso médico quedó arrestado por orden del fiscal Javier Martínez, titular de la UFI N°8 de Lomas de Zamora.
Además de no ser médico, el farsante ni siquiera pisó una universidad en toda su vida. Y no sólo falsificó su título, sino que también usurpó una matrícula. Lo que, finalmente, terminaría significando su caída. “Realizó una buena fotocopia de un título y llegó a ser el director médico de la Clínica. Estamos investigando si las autoridades estaban al tanto de esta situación o también las engañó”, describió una fuente del caso.
Y este lunes, justamente, se conoció la versión del Centro Médico Laboral Luzuriaga. “En cuanto nos enteramos de la situación lo separamos de la clínica, y se informó del hecho al Círculo Médico y al Ministerio de Salud”, dijo el actual director Agustín Quevedo.
El profesional también contó que “no hubo denuncias de mala praxis” contra el falso médico, y planteó que “no es la primera vez que pasa algo así, ni en la Provincia, ni en el país», ya que «hubo cirujanos plásticos que ni siquiera fueron a la facultad”.
El principio del fin para el falso médico de Llavallol
La caída de Murguia comenzó en noviembre de 2019, cuando una mujer, identificada como María A., se acercó a la clínica porque necesitaba un permiso médico para luego presentar en la Embajada de España y fue atendida por el falso médico.
Después de conseguir la prescripción, la mujer presentó el papel en la sede diplomática. Pero a los pocos días un llamado la sorprendió: le informaron que, según aparecía en sus registros, el número de matrícula del doctor Murguia no correspondía a él, sino a la doctora Natalia S., quien tiene 33 años y ejerce en Junín, en la provincia de Buenos Aires, y le indicaron que el permiso no tenía validez.
La mujer contactó a la verdadera médica a través de LinkedIn y le contó la situación. Entonces la titular de la matrícula tomó la decisión de pedir un turno con Murguia y se presentó en la guardia de la clínica Luzuriaga acompañada por su pareja, para ser tratada por un malestar.
Sin siquiera revisarla, el falso médico le diagnosticó infección urinaria y le recetó medicación. Toda la consulta fue grabada por Natalia S. con su celular, y con esa filmación y la receta se presentó en la sede policial para hacer la denuncia.
Por esos días se hicieron allanamientos en el centro médico y Murguia fue echado del establecimiento. Sin embargo, por los tiempos procesales que maneja la Justicia, el delincuente quedó en libertad. Pero en septiembre pasado, el fiscal Martínez tomó la titularidad de la UFI N°8, reactivó la causa y ordenó reubicar a Murgia.
Cayó médico trucho que atendía en la sala de guardia del Hospital Eva Perón de San Martín
Tras recabar información, los investigadores descubrieron que el hombre continuaba ejerciendo la medicina en distintas clínicas de la zona oeste del Gran Buenos Aires. Ahora, decía ser pediatra. Nuevamente, utilizando la matrícula de la doctora Natalia S.
“Lo que demuestra la situación es la falta de regulación y control que existe en los centros de salud y en el colegio de médicos. Ahora estamos buscando si hay víctimas de Murguia, ya que recetaba medicamentos y atendía niños”, dijo una fuente de la investigación.
Los investigadores finalmente dieron con él en su domicilio en Moreno, donde fue arrestado. El sábado fue citado para su declaración indagatoria, pero se negó a hablar y quedó detenido mientras se recolectan más pruebas en su contra.