Estafadores, presos y una policía embarazada: cae una banda que extorsionaba en una web de citas
La Policía Bonaerense desarticuló una organización que chantajeaba a hombres que buscaban encuentros sexuales con menores de edad. Hubo 16 allanamientos en el Área Metropolitana y también en cárceles.
Una banda de estafadores dedicada a cometer extorsiones sexuales fue desarticulada tras un importante operativo policial, que en los últimos días realizó 16 allanamientos en la Ciudad de Buenos Aires y distintas localidades del Conurbano bonaerense, además de las cárceles de Magdalena, Sierra Chica y Olmos, desde donde también operaba este grupo delictivo. En total hubo 8 detenidos y uno de ellos es una mujer policía de dicha fuerza y que cursa un embarazo de riesgo.
Según la investigación de la Dirección Investigadores de Cibercrimen, de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía Bonaerense; la banda se hacía pasar por menores en aplicaciones y páginas de citas. De esa forma engañaban a sus víctimas para mantener una conversación de índole sexual. Luego pasaban a otra fase de su maniobra delictiva: contactarlos fingiendo ser policías o funcionarios judiciales para advertirles que se les estaba iniciando una causa penal por haber compartido contenido sexual explícito con menores de edad. Así, utilizaban el miedo para exigirles dinero y obtenerlo.
En ese marco, tras las denuncias de quienes cayeron en su engaño y la información aportada por ellos, se inició una investigación exhaustiva que logró reunir los elementos probatorios correspondientes para que la Unidad Funcional de Instrucción de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming de La Matanza pudiera pedir las órdenes de allanamiento que fueron emanadas por el Juzgado de Garantías N°6 de esa jurisdicción, a cargo de la jueza Carina Andrijasevich.
Los procedimientos se realizaron en La Matanza, Moreno, Lanús, Tres de Febrero, Lomas de Zamora, Quilmes, Ituzaingó y el barrio porteño de Flores, además de los mencionados establecimientos penitenciarios bonaerenses.
En total, tras irrumpir en todos los domicilios, se logró secuestrar un total de $ 603.500 y U$S 1.608 que serían producto de las extorsiones; notebooks, discos rígidos, pendrives, tablets, 30 teléfonos celulares, posnets de Mercado Libre, tarjetas de crédito, tarjetas SIM de telefonía y cuadernos con anotaciones de interés para la causa.
Además de los 8 detenidos, se pudo establecer que había integrantes de la banda privados de su libertad que hacían los llamados para las extorsiones desde distintas unidades penitenciarias. «Los sospechosos identificados y que operaban desde las cárceles tienen condenas por delitos graves como homicidio en ocasión en robo. Otro de los imputados estaba con prisión domiciliaria monitoreado con tobillera electrónica», indicaron fuentes de la investigación.
El modus operandi de los estafadores
Las víctimas de las extorsiones eran elegidas al azar en la red social Facebook y en una página web en la cual mujeres jóvenes publican fotos desnudas buscando citas. Los apuntados eran hombres, a quienes contactaban para chatear y lograr cierta confianza desde un perfil con la foto de una joven. Luego, la charla seguía por WhatsApp donde se empezaban a intercambiar fotos íntimas de contenido sexual y pactaban encuentros que, obviamente, nunca llegaban a darse.
Luego, era contactada por un supuesto policía o funcionario de la Justicia desde una cuenta falsa de WhatsApp. Se pudo establecer que robaban la identidad de verdaderos policías de quienes obtenían fotos de sus redes sociales. En esa comunicación, le avisaban que estaba por enfrentar una causa penal por el delito de Grooming (acoso sexual de un adulto a un menor por medios digitales) o incluso le decían que la persona con la que había conversado era menor y estaba desaparecida, apuntando las sospechas al encuentro que habían pactado en los chats y que las pruebas eran lapidarias.
A uno de los engañados, le dijeron: «Mire señor Lucas, tiene una causa penal por pedofilia en grado de grumin [por el delito de grooming]. Corre de a cuatro a cinco años [de prisión]. Tu causa es muy complicada. Te investigamos toda la mañana». Y luego las conversaciones seguían hasta que le pedían dinero. Investigadores revelaron que «los delincuentes exigían entre 50.000 y 100.000 pesos. A veces menos. El dinero debía ser transferido a billeteras virtuales desde donde después los pasaban a otras cuentas».