Héroe también en las malas: cuando dos goles de Carlos Bianchi en la cancha de Los Andes salvaron a Vélez del descenso
Fue en 1970, cuando el Virrey estaba en los primeros años de su enorme carrera como goleador. Eran tiempos complejos del Fortín, similares a los que soporta en la actualidad. El 9 volvía de una lesión y dejó su sello.
Carlos Bianchi supo ser un definidor formidable, letal dentro del área: con 206, es el máximo artillero de la historia de Vélez por amplio margen y se ubica cuarto entre los argentinos con más goles en toda la historia. Delante suyo solo están Lionel Messi, Alfredo Di Stéfano y Delio Onnis, nacido en Italia y criado en Argentina, su principal competidor durante el periodo que compartieron en Francia.
Los gritos de Bianchi no sólo aparecieron en tardes de regocijo, como sucedió en el título logrado por el Fortín a fines de los años 60, sino que también aparecieron en ocasiones menos gratas, como cuando apareció para evitar el descenso del club de Liniers. Un gran desahogo que llegó con el sello de uno de los artilleros más implacables del fútbol argentino.
Esta referencia no es azarosa: Vélez soporta una crisis que lo tiene en el fondo de la tabla de la Liga Profesional de Fútbol, con serio riesgo de descenso aunque en la última fecha, con el debut de Sebastián Méndez como entrenador, logró algo de respiro con el triunfo contra Arsenal. Aun así, el peligro persiste.
El Carlos Bianchi de Vélez
Nacido el 26 de abril de 1949, Bianchi debutó en el Fortín con 18 años en un 1-1 ante Boca por la penúltima fecha del Metropolitano de 1967. Al año siguiente, convirtió su primer gol ante Argentinos y luego le rompió una racha invicta a Amadeo Carrizo, uno de sus referentes en el fútbol.
Fue integrante del plantel que consiguió el primer título en la historia de Vélez: el Nacional 1968. Ya con más presencia en cancha, en aquel campeonato convirtió siete tantos en 11 partidos.
Lo siguiente para el Virrey (que aún no portaba ese apodo) fue una explosión goleadora: en el Nacional 1969 señaló una docena en igual cantidad de partidos y se instaló fuertemente como uno de los apellidos del gol. Su gran momento se vio interrumpido por una lesión que lo marginó prácticamente de todo el Metropolitano 1970.
La tarde que salvó al Fortín
Después de Boca, Vélez es el segundo equipo con más años en Primera de forma consecutiva. Su primer y único descenso fue en 1940 y tardó tres años en volver, tras ganar el campeonato de segunda división en 1943. Para el Metro 70, se vio disminuido sin su goleador y le costó hacer pie en el torneo.
El Fortín llegó a la última fecha del torneo con chances reales de caer en el Petit Torneo, un cuadrangular que depositaba a dos equipos en la B y a los otros dos en el reclasificatorio para mantener la categoría. Chacarita, rival que estaba un punto por encima de Vélez, tenía fecha libre mientras que la V azulada visitaba a Los Andes, relegado al último lugar.
Con Bianchi en el banco, la tarde del 27 de julio arrancó complicada para los de Liniers, que caían 1-0 por un gol de penal de Alberto Cardacci. A los 15 minutos del segundo tiempo, Carlos saltó a la cancha y no defraudó: empató a los 26 y lo dio vuelta a los 34, para el desahogo de la gente de Vélez, que se fue contenta del estadio Eduardo Gallardón.
Goleador y DT récord
Bianchi hizo historia como DT y como jugador: durante muchos años fue el máximo goleador argentino en ligas de Primera división, hasta que lo pasó Messi en 2018. En Argentina terminó como top scorer en 1970 y 1971. Reiteró la hazaña en su regreso al país para el Nacional 1981, pese a que había figuras de la talla de Diego Maradona en Boca y Mario Kempes en River.
En Francia fue goleador cinco veces durante las siete temporadas que permaneció en dicha Liga (tres con el Stade Reims y dos con el PSG). En las otras dos, lo logró su amigo y principal contrincante el Tano Onnis.
El Bianchi rompe récords no se conformó con sus conquistas como temible centro delantero: en 1993 inició la etapa más gloriosa de Vélez Sarsfield en su historia y luego repitió en Boca Juniors, para completar una marca inalcanzable hasta el momento.
El Virrey de Liniers, como lo apodó el relator uruguayo Víctor Hugo Morales, es el DT con más Copas Libertadores (cuatro) y más Intercontinentales (tres) de todos los tiempos. Bianchi, ovacionado una semana atrás en la despedida de Juan Román Riquelme, es además el único personaje del fútbol argentino con estatuas en los dos clubes del país a los cuales representó.
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