Dolor en el club Los Andes por la muerte de su socio más antiguo: la historia de Carlos Fourcaud
Era el vitalicio número 13 y sobrino de Eduardo Gallardón, uno de los fundadores del Milrayitas y quien le dio nombre al estadio. El club confirmó su deceso en las redes sociales, donde hubo múltiples expresiones de dolor.
El club Los Andes atraviesa horas de mucha tristeza por la muerte de Carlos Fourcaud, su socio más antiguo (el número 13) y parte de la historia de la institución. Su amor por los colores rojo y blanco tiene un fuerte vínculo familiar, por los lazos sanguíneos que lo unían al origen del Milrayitas.
Era sobrino de Eduardo Gallardón, uno de los fundadores del club y quien le da su nombre al estadio de la avenida Santa Fe donde los fines de semana miles de almas se concentran para dar rienda suelta a la pasión por uno de los equipos más populares de Lomas de Zamora y del sur del Conurbano.
Por su vínculo familiar, Carlos Fourcaud fue rápidamente influenciado por los colores rojo y blanco. Así, pudo ser testigo y partícipe de todas las etapas de crecimiento de Los Andes desde sus primeros años de vida. La sede, el buffet y el estadio, fueron como su casa, donde él se movía con comodidad y donde siempre alguien lo saludaba.
Al conocerse la noticia de su fallecimiento a sus casi 90 años, la institución emitió un comunicado en las redes sociales: «Que en paz descanses, Carlos. Sos parte de nuestra historia y siempre te recordaremos. Abrazo Milrayitas al cielo». Y muchos usuarios lamentaron su partida.
Carlos Fourcaud y su vínculo de toda la vida con Los Andes
Quienes tuvieron la oportunidad de hablar con él recuerdan ese brillo en los ojos cuando comenzaba a contar alguna anécdota de las miles que tenía sobre aquellos grandes equipos que supieron honrar la camiseta milrayitas en la década de 1960, con las extraordinarias campañas en Primera División y los choques ante los gigantes del fútbol argentino como Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo.
Desde su adolescencia llegaron las primeras locuras por el Milrayitas. Desde aquella vez que con 14 años se escapó de su casa para ir a ver al equipo a Santa Fe y «pasé la noche allá, pero cuando volví mis padres me querían matar» hasta la ocasión, en 1958, cuando fue a la cancha de Tigre y los hinchas locales lo rodearon para pegarle y hasta le cortaron la oreja con un cuchillo.
En los últimos años, por sus problemas de salud, había dejado de ir a ver a Los Andes pero mantenía vivo esos recuerdos que le inflaban el pecho, como el histórico 1-0 a Boca en La Bombonera con gol de taco de José Farías. Si tenía que elegir un jugador, no dudaba: «Ángel del Moro, el máximo goleador del club con 94 tantos en la década de 1950. Tenía una gran habilidad pero le salía muy caro al club porque había que ir a buscarlo a La Plata, donde vivía. Además era muy haragán en los entrenamientos».
Sobre su vínculo con Eduardo Gallardón, este socio emblemático recordó: «Siempre me decía que él no lo iba a ver, pero Los Andes iba a ser grande. Le dedicó su vida a este club. En las comisiones directivas, quizás delegaba alguna tarea y casi nadie podía realizarla por sus trabajos y ocupaciones y entonces terminaba encargándose él. Dejaba todo de lado».
Y ejemplificó: «Mi tío se reunió con José Amalfitani por los planos de la pileta olímpica y con dirigentes de River Plate por su sistema de riego. Siempre buscaba el crecimiento para el club y lo logró. Hasta 1940 había clubes de Lomas de Zamora muy poderosos que hoy son sólo clubes de barrio y otros desaparecieron, pero Los Andes sigue en pie».