De Lomas de Zamora al mundo: a quién se le ocurrió festejar cada 20 de julio el Día del Amigo
El promotor de la iniciativa fue Enrique Febbraro, un odontólogo del municipio, muy apreciado por los vecinos y distinguido por el Concejo Deliberante. Le surgió la idea después de haber presenciado el alunizaje de la Apolo XI.
De golpe, entre tantas pálidas, siempre aparece un motivo de orgullo para Argentina. Puede ser la participación en un logro científico, la obtención de un título deportivo, el reconocimiento a alguna bebida producida en nuestra tierra o, como en este caso, la patente de haber inventado el Día del Amigo.
Fue un querido odontólogo de Lomas de Zamora, Enrique Febbraro, el creador de esta celebración, que en en estos dos últimos años se ha visto limitada, por las restricciones derivadas de la pandemia, pero que constituye una tradición destinada a perdurar.
Al doctor Febbraro se le ocurrió la idea, que con el avance del tiempo ha traspasado las fronteras de nuestro país, luego de asistir -con una mezcla de incredulidad y emoción- a la llegada del hombre a la Luna, ocurrida el 20 de julio de 1969.
Día del Amigo en Lomas de Zamora
Para Lomas de Zamora se trata de un motivo más para inflar el pecho de sus habitantes. No solo hay un Hospital Gandulfo que atiende y da respuestas cotidianas, no solo Banfield y Los Andes aportan con sus pequeñas historias de grandezas, sino que también está el recuerdo de un vecino que desde su casa en el municipio, provisto apenas de una lapicera, papel y una enorme fuerza de voluntad, consiguió repercusión mundial.
Don Enrique Febbraro pensó, mientras veía por televisión las increíbles imágenes del alunizaje, que «ese pequeño paso para el hombre y gran salto para la humanidad» -como lo definiera el astronauta Neil Armstrong, uno de los tripulantes de la Misión Apolo XI- constituía el punto de partida para recuperar viejos valores de nobleza y amistad.
Antes de que la nave emprendiera su viaje de regreso a nuestro planeta, Febbraro decidió redactar a pulso alrededor de mil cartas y enviarlas a más de 100 países, desde su casa en Lomas de Zamora, contando la alegría que le había generado ese histórico episodio. De inmediato le empezaron a llegar cientos de respuestas y concluyó que así había nacido el Día del Amigo. Su lema, a partir de ese momento, fue que “Un pueblo de amigos es una Nación imbatible”.
La dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla autorizó, en 1979, que cada 20 de julio se celebrara el Día del Amigo. Una vez firmado ese decreto, se sumaron entidades públicas y privadas de nuestro país y naciones vecinas de América Latina. En la región, adhirieron al festejo motorizado por Febbraro los gobiernos de Brasil, Uruguay y Chile. Más adelante también lo hizo España.
Un amigo de Lomas de Zamora
Febbraro fue reconocido como vecino ilustre de Lomas de Zamora por el Concejo Deliberante en el año 1989, a través de la Ordenanza Municipal Número 6129. El odontólogo, quien en un par de oportunidades fue propuesto como candidato para recibir el premio Nobel de la Paz, falleció en noviembre del 2008, luego de haber ejercido dignamente su profesión durante varias décadas y haberse desempeñado como profesor.
Con amplios conocimientos de Psicología, Filosofía e Historia Argentina, Febbraro fue además un cultor de la música. En los últimos tiempos, por iniciativa de un grupo de admiradores de Roberto Fontanarrosa, se planteó la posibilidad de adelantar el Día del Amigo para el 19 de julio, en coincidencia con el aniversario de la muerte del talentoso escritor y dibujante rosarino.
Por ahora se mantiene inalterable la fecha del 20 de julio, en honor a aquella iniciativa de un gran amigo de Lomas de Zamora como fue el doctor Enrique Febbraro.