Culpables, con pena en suspenso hasta 2022: la bronca de la madre de Micaela Romero por el fallo

Impotencia y mucha decepción. Esas son las sensaciones de toda la familia de Micaela Romero, integrante de la Policía Federal Argentina (PFA) asesinada por motochorros durante un asalto en Quilmes, en agosto de 2020. Y la razón es que ayer por la tarde la Justicia determinó que los acusados son culpables, pero como eran menores de edad al momento del hecho la pena que les corresponderá recién se conocerá dentro de un año. “Me pregunto si hemos ganado o perdido”, dijo María Constante, madre de la víctima, al conocer la noticia.

El Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2 de Quilmes adelantó la lectura del veredicto, que en un principio iba a conocerse este miércoles, y decidió condenar a los imputados, dos jóvenes de 18 años y uno de 17, quienes seguirán detenidos en un instituto de seguridad hasta 2022, cuando finalmente se sepa cuánto tiempo pasarán en la cárcel.

Micaela (23 años) fue asesinada cerca de las 7 de la mañana del 16 de agosto del año pasado en el barrio La Cañada. Era madre de una nena que ahora tiene 4 años y apenas llevaba 12 meses integrando la PFA, donde se desempeñaba en la División Protección Residencia Presidencial de Olivos y también Operaciones. Cuando fue asesinada estaba de licencia médica.

Qué dijo la madre de Micaela Romero

Luego de conocer la noticia, Constante se expresó en el grupo de Facebook denominado Justicia por Micaela Romero, donde escribió: “Me siento como con un aire de decepción. Se adelantó la sentencia del veredicto y los jueces consideraron que los tres imputados son culpables, que era una de nuestras metas. Pero ahora viene el sabor amargo: según la ley de menores, van a estar en un proceso de hasta un año para que les den una sentencia de condena”.

Además, la madre profundizó su desazón al decir que “durante ese proceso, ellos van a evaluar a estos asesinos para ver su conducta y cambios, para recién ahí resolver cuántos años merecen. Pueden ser 25, o pueden ser 10, o menos. Eso lo van a determinar los psicólogos y demás profesionales encargados de ese procedimiento”.

Y finalizó: “Entonces me pregunto si hemos ganado o hemos perdido. Yo lo único que sé es que a mi hija no la tengo más y eso no se cura con nada. ¡Estas leyes de Argentina para menores que matan deben cambiar!”.

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El tribunal a cargo del fallo estuvo integrado por los jueces Alejandro Paccioretti, Gladys Krasuk y Analia Consolo. Y los motochorros habían sido procesados por la fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2 de Quilmes, María Julia Botasso, bajo la figura de homicidio en ocasión de robo doblemente agravado.

Días antes a que se conociera el dictamen, la fiscal había declarado a Télam que “la causa tiene 2.000. fojas y tuvo un trabajo que llevó nueve meses, con doce allanamientos y cantidades de pericias de parte de todo el equipo de la fiscalía. Ahora, con las pruebas que tenemos recolectadas, vamos a probar que los acusados son los que mataron a Romero”.

Efectivamente, eso fue lo que sucedió. Aunque la resolución, sin dudas, está muy lejos de conformar a todos quienes esperaban una condena fuerte y, especialmente, sin dilaciones.

Así actuaron los culpables del crimen

El asesinato de Micaela sucedió cuando la policía, que estaba de civil y no llevaba su arma, había ido junto a un amigo a comprar cigarrillos a un comercio ubicado en la calle 395 y avenida Carlos Pellegrini, en La Cañada. En ese momento ambos fueron asaltados por los motochorros.

Según lo que se pudo determinar por medio de la investigación, los asaltantes le robaron las zapatillas y el celular al amigo de la víctima. Y cuando ella se negó a entregar su teléfono se dieron cuenta de que era policía, motivo por el cual le efectuaron un disparo en el pecho.

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Los investigadores determinaron que la oficial recibió un disparo a la altura del tórax, mientras que los delincuentes alcanzaron a sacarle el celular para luego escapar. Tras el ataque, Romero fue trasladada en grave estado por un grupo de vecinos al Hospital El Cruce, de Florencio Varela, donde ingresó inconsciente y falleció a los pocos minutos, producto de la herida sufrida.

Como contara su madre al recordarla, “Micaela tenía muchos proyectos” y anhelaba progresar, por eso “quería internarse en la Escuela de Policía porque deseaba ascender”. Además, Constante dijo que, dos días antes de ser asesinada, la joven se había mudado con su pareja y la hija de ambos a la casa que habían construido: “Pudo disfrutarla solo dos días”.