El tremendo relato del chofer de la línea 126 al que casi matan en un robo en La Matanza: «Pensé en lo peor»
Matías Vargas contó lo que sintió durante el ataque. Además, apuntó contra una villa que está cerca del lugar donde lo apuñalaron por el «tipo de gente con la que tratamos». Hay un hombre detenido.

Hay un sospechoso detenido y dos prófugos por el ataque al chofer Matías Vargas, de la línea 126 de colectivos de La Matanza.
El ataque brutal a cuchillazos en medio de un robo a un chofer de la línea 126 de colectivos de La Matanza ocurrido el martes pasado fue una noticia que conmovió a todos. El hecho de inseguridad fue cerca de la medianoche en el cementerio de Villegas, San Justo, a 200 metros de la terminal. Ahora se conoció finalmente el nombre de la víctima: se trata de Matías Vargas, que dio un testimonio crudo de lo que le pasó.
Vargás fue aboirdado porm el ladrón que se hizo pasar como pasajero junto a dos cómplices y, una vez que el resto de los usuarios bajó, intentaron asaltar al conductor, pero se resistió y, durante el forcejeo, recibió puñaladas en la cabeza, además de heridas en un brazo y una pierna. Estuvo internado y salió 24 horas después.
El epidosio disparó un fuerte reclamo de los choferes ante los reiterados robos y ataques que sufren a diario: todos iniciar un paro total de actividades y cortaron Camino de Cintura a la altura de la Tablada. La Municipalidad de La Matanza fue el foco principal de las quejas. Horas después detuvieron al agresor: tenía ocho capturas previas desde 2010. Los otros dos sospechosos que habrían participado en el asalto.
«Pensé lo peor», dijo el chofer apuñalado de la línea 126
«Tengo tres puñaladas en la cabeza, tres a la altura de los nudillos y dos en la pierna por otra puñalada. De salud estoy bien. Mi vida no corre peligro. Tengo mucho dolor por las heridas, por las puntadas. Tengo que hacerme unos estudios por un prequirúrgico», relató el chofer a Radio Mitre.

«Se me acerca el agresor, me pregunta si llegaba al cementerio, le dije que terminaba en dos cuadras y se da media vuelta, amenazándome con el cuchillo y diciéndome que estaba robado y que le entregara el celular», contó Vargas. «Le dije que se calmara, que pare. Quería ver qué tenía. Por la oscuridad, no alcancé a ver el cuchillo que tenía. No se veía metálico porque estaba sucio. Me dijo que me iba cortar los dedos, me pegó un machetazo en la mano«, continuó.
«En el medio quiero sacarme el cinturón pero no puedo. Me golpeó la cabeza. Después le abro la puerta porque me pidió que le abriera, de pronto porque vio tanta sangre y sabía que no le iba a dar nada, y antes de bajar me apuñaló en la pierna«, dijo.
«Está muy fea la situación para todo el mundo pero más fea para nosotros por los lugares a los que entramos y el tipo de gente con el que tratamos. Salimos de Retiro a la Tablada y en este ramal que hacemos, vamos por el lado del Cementerio de Villegas. Esa es la zona más complicada. Hay un par de villas cerca y aprovechan» finalizó.
Choferes en alerta y el antecedente de la 378
El ataque a Vargas dejó hasta hoy en estado de alerta a los conductores de esa línea de colectivos, pero también a los de otras como la 218, 284, 325, 622, 628 y 378.
«Lo que pedimos es seguridad. Es insostenible. El compañero sale a trabajar y no sabe si vuelve a la casa. Tenemos como seis denuncias en el mismo lugar. No vamos a esperar que maten un chofer para tomar una medida. La Matanza es tierra de nadie. Queremos seguridad», sostuvo Julián, delegado de la 126 a la señal TN. «Ninguno se acercó, ni el jefe de la comisaría de San Justo ni de la Intendencia, nadie», lamentó.
Hay un antecedente muy cercano que aún está vivo en el inconsciente de los colectiveros matanceros. El 28 de abril pasado, un brutal ataque a un chofer de la linea 378 disparó un paro total en las líneas 218, 284, 325, 622 y 628 (todas pertenece a la empresa Almafuerte), que dejaron de hacer sus recorridos habituales durante 24 horas.

La huelga fue en repudio a la agresión que sufrió un conductor cuando un hombre vestido con ropa similar a la de él abordó la unidad y al finalizar el trayecto, sacó un objeto cortante y ño atacó provocándole múltiples heridas en el rostro y el cuello.
Enseguida se activó un fuerte reclamo de seguridad a la Municipalidad de La Matanza. «Seguimos trabajando así, no tenemos custodia policial, habían prometido desde el municipio, pero sigue todo igual. Están las garitas policiales, pero se quedan adentro, no hay operativos. Hay una ordenanza por las cabinas, pero nunca se implementó», dijo un delegado.

Tras la brutal agresión al chofer, los colectiveros se manifestaron frente al palacio comunal de La Matanza, donde prendieron fuego neumáticos y cantaron contra las autoridades policiales y comunales, en reclamo de mayor seguridad para los trabajadores del transporte público.
“Día a día nos da miedo trabajar, cada vez más. No está la seguridad. No hay patrulleros, no hay móviles. estamos a la buena de Dios. Yo fui a siete reuniones, nunca se busca una solución. Cámaras, cabinas, botones antipánico, nunca nada», había reclamado en diálogo con C5N.
En tanto, los delegados difundieron un comunicado en el cual señalaron: «Estamos totalmente hartos de que nadie se haga cargo de nada y que las promesas de seguridad no se cumplan». «Invitamos a la comunidad a sumarse, a que estén alertas. Esto no es solo un reclamo laboral, es por la seguridad de todos», dijeron los delegados.
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