Una tradicional línea de colectivos puede dejar de circular: convocan a vecinos para analizar la medida
La Ciudad planea suprimir el histórico recorrido y que gran parte del mismo lo realice otra línea. Ambas fueron compradas por la empresa DOTA, el gigante que domina el transporte en el AMBA.

Una tradicional línea de colectivos corre riesgo de ser eliminada.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) proyecta la eliminación de la línea 23 de colectivos, cuyo recorrido será parcialmente absorbido por la 115. El cambio, que se venía rumoreando desde hace meses, ahora se pondrá a consideración en un foro de participación ciudadana convocado por el GCBA, con una duración de 15 días.
Este mecanismo de consulta ya fue aplicado en otras modificaciones de red: la fusión de las líneas 6 y 50, la creación de un nuevo ramal de la línea 118 a la Villa 21‑24, la extensión del recorrido de la 102, los ramales nuevos de las líneas 61 y 62 hacia Rodrigo Bueno, y la supresión reciente de la línea 90 -parcialmente absorbida por la 151- son ejemplos destacados.
Por ahora, quedan al margen del foro algunos cambios de carácter experimental, como el desdoblamiento de la línea 12 en Barracas o el servicio piloto del Trambús.
Por qué eliminarán la Línea 23 de colectivos en CABA
Según la propuesta publicada por la Secretaría de Transporte, la línea 23 dejará de existir como tal, y su recorrido será asumido en parte por la 115. Hasta recientemente, ambas líneas estaban operadas por empresas distintas -Río Grande y TARSA- pero pertenecen al Grupo DOTA, el principal operador del transporte público en el AMBA. Así, la 23 fue transferida a TARSA para facilitar esta fusión administrativa.

Así, la «nueva» línea 115 conservará su servicio habitual entre Retiro y Villa Lugano (ramal A), pero incorporará el tramo absorbido de la 23 como un ramal B, que circulará entre Plaza Once y el cruce de Escalada y Roca, en Villa Lugano. En la práctica, eso representa un recorte del pasaje Retiro–Boedo y una extensión hacia el sur, abarcando desde Villa Soldati hasta Escalada y Roca.
La propuesta se sustenta en un informe técnico que asegura que esta reorganización permitiría mejor cobertura de demanda en zonas con menor oferta de transporte y eliminar tramos con baja carga de pasajeros, especialmente donde circulan múltiples líneas en paralelo junto a la línea de Subte E.
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Además, se plantea sumar un ramal “C” que irá de Retiro hasta Escalada y Roca, reutilizando parte de la traza del ramal A pero incorporando el paso por el Barrio Olímpico. Este agregado es impulsado por la Subsecretaría de Integración y Desarrollo del Sur del GCBA, que busca reforzar la cobertura de transporte en el polígono delimitado por Gral. Paz, Fernández de la Cruz, Escalada y Coronel Roca, donde se desarrollan proyectos urbanos habitacionales.
De prosperar estas modificaciones -algo que muchos dan por seguro, ya que los procesos participativos suelen ser más formales que decisivos- la línea 23 se convertirá en la cuarta línea suprimida en los últimos años, sumándose a las líneas 5, 6 y 90, que fueron absorbidas parcialmente por las líneas 8, 50 y 151, respectivamente. Además, la línea 75 podría sumarse a esta lista en poco tiempo. Cabe destacar que la 23 tiene un origen tranviario, algo que comparte con las ya desaparecidas 5 y 75.

Este cambio implica una reconfiguración significativa del mapa de colectivos porteño. La absorción por parte de la 115, el rediseño de ramales y la extensión hacia zonas del sur muestran un esfuerzo por optimizar recursos y cubrir espacios menos atendidos, pero también generan inquietudes entre pasajeros habituales de la 23.
Mientras el foro ciudadano está activo, los vecinos pueden participar y expresar sus opiniones. Una vez concluido ese lapso, todo indica que la transformación será implementada, cerrando así un capítulo más en la historia del transporte urbano porteño. Para participar, los interesados deben ingresar a este link.
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