En Avellaneda se preparan para romper el récord de la rosca de Pascua más grande y regalarán un huevo gigante de 20 kilos
Llega el Campeonato Argentino de Pascua, que se hará en el Predio La Estación, en Güemes al 700. Habrá 50 stands de chocolateros, alfajoreros y pasteleros. Cuándo será esta cita ineludible para los más golosos.

Llega a Avellaneda el Campeonato Argentino de Pascua. Será en el Parque Municipal La Estación, los días viernes 18 y sábado 19 de abril de 2025, con entrada libre y gratuita.
En cada Pascua, la imagen se repite: mesas familiares adornadas con una rosca dorada, decorada con frutas abrillantadas, crema pastelera y, en algunos casos, huevos de chocolate. Pero dentro de pocos días, en Avellaneda, se vivirá un hecho histórico cuando un grupo pasteleros intente batir el record de la rosca más grande del país, que esperan tenga más de 20 metros.
La cita será en el Campeonato Argentino de Pascuas, con entrada libre y gratuita. Será en el Predio Municipal La Estación, en Güemes al 700, donde habrá también más de 50 stands de chocolateros, alfajoreros y pasteleros. Y un concurso de huevos donde los mejores especialistas competirán en creatividad y sabor.
El torneo también ofrecerá clases y demostraciones en vivo donde expertos revelarán secretos pasteleros, talleres de arte y decoración interactivos, música en vivo y un patio gastronómico que promete tentaciones dulces y saladas para todos los gustos.

Pero además el certamen tendrá un fin solidario ya que se donarán 4.000 huevos de chocolate a distintos comedores infantiles. Además, entre los presentes se sortearán una moto y un huevo gigante de 20 kilos.
Dos ejemplares monumentales de 2 metros y 50 kilos cada uno serán exhibidos y, después, compartidos con los asistentes. La tradición del huevo de Pascua, que proviene de antiguas costumbres paganas, simbolizaba fertilidad y renovación de la vida, algo que se mantiene vivo en cada rincón de la Argentina.

Entres los puestos participantes de panaderías, chocolaterías y pasgtelería se destacan:
- Monserrat
- Baresi
- La popular
- María Franco
- Zendem
- Me encanto (chocolates y roscas)
- Chisca
- Kanela Pastelería
- Del Carril
- lillechocolates
- Mangiami
- Chemamull de los toldos q tiene muy buenos chocolates
- Lucas Pastelería
Y entre los alfajoreros están: Minué, Volcán, Don Barccelo y Abuela Bernarda.
La historia de la rosca de Pascua
Este pan dulce, símbolo de la festividad cristiana, tiene una historia que se remonta a tiempos antiguos, con un trasfondo que combina rituales paganos, adaptaciones religiosas y tradiciones populares que han perdurado hasta hoy.
La forma circular no es casual. En viejas civilizaciones, mucho antes de la expansión del cristianismo, los pueblos europeos ya horneaban panes redondos durante la primavera para celebrar el renacer de la naturaleza. Esa forma simbolizaba el ciclo de la vida, la eternidad y el sol, elemento clave para la fertilidad de la tierra.
Con el avance católico en Europa, muchas costumbres paganas fueron reinterpretadas dentro del calendario litúrgico. La rosca fue una de ellas. Así, se transformó en un símbolo de esos días, una celebración que para el mundo cristiano representa la resurrección de Jesucristo y el triunfo de la vida sobre la muerte. En este nuevo contexto, el círculo pasó a expresar el amor eterno de Dios y la continuidad espiritual.

En España, se popularizó el «roscón» decorado con frutas confitadas, que remite a la corona de los Reyes Magos, aunque su consumo también se extendió a la Pascua. En Italia, la versión más conocida es la colomba pasquale, un pan similar en sabor al panettone, pero con forma de paloma, símbolo de paz.
En América Latina tomó forma propia. En Agentina, así como también en Uruguay y Chile, se convirtió en un emblema de las celebraciones pascuales. La receta tradicional incluye una masa suave y esponjosa, con un suave aroma a vainilla o agua de azahar, cubierta con crema pastelera, frutas secas y azúcar glas. En los últimos años, también se han sumado versiones modernas con rellenos de chocolate, dulce de leche o pastelera de pistacho.
Más allá de su valor gastronómico, su consumo es un ritual que se repite generación tras generación. En muchas familias, prepararla o comprarla forma parte de la previa al Domingo de Resurrección, un momento que invita al encuentro, al compartir y a la renovación espiritual.
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