Incendiaron el bar Sarandí: tuvo a Julio Grondona de cliente y a Horacio Guarany de lavacopas

El bar Sarandí, un pedazo de historia en Avellaneda, afronta días difíciles tras un atentado sufrido en la madrugada del pasado jueves 9 de diciembre. El mítico local gastronómico, que tiene más de 80 años de historia y que fue recuperado tras haber estado cerrado durante siete largas temporadas, terminó con su salón incendiado luego de un ataque vandálico de dos sujetos que quedaron grabados cuando rociaban con nafta y prendían fuego la fachada del lugar.

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En el video registrado por una cámara de seguridad se puede ver claramente como los dos individuos llegaron a la puerta del bar y uno de ellos se agachó para romper el vidrio mientras el otro rociaba con el combustible la zona, para luego encender un fuego y alejarse corriendo. Estaban decididos a cometer ese acto, por lo que se descartaron rápidamente intenciones de robo o algo similar. El objetivo era dañar.

Tras el aviso y el posterior trabajo de Bomberos para apagar las llamas, los responsables del histórico local comentaron que el incendio consumió «parte de la fachada, toldos, cartelera, mesas, sillas, aires acondicionados, televisores, fotos de época…». Y aportaron: «En fin, innumerables cosas que poseían un enorme valor para esta propiedad y en especial para toda Avellaneda ya que somos patrimonio histórico y una parte de la historia de nuestro barrio. Tanto amor le ponemos a lo que hacemos, que esto será un mal recuerdo».

Tras la denuncia, la investigación está a cargo de la UFI N°3 de Avellaneda. Pablo, uno de los dueños del bar Sarandí, aún sigue desconcertado por lo sucedido. «Esto nos sorprendió a todos, es una desgracia, te pone muy triste, te da impotencia. Pensamos que era un desperfecto técnico y miramos las cámaras de seguridad y nos dimos cuenta de que le tiraron nafta y lo prendieron fuego. Venían directamente a hacer eso. Tardamos un día y medio en ver las cámaras porque se prendió fuego toda la instalación eléctrica», comentó en declaraciones a un móvil de C5N.

Y agregó: «El seguro que tenemos es básico. Pero el daño es permanente: tres días cerrados, somos 12 familias. Un socio que tengo en la pizzería de al lado me mandó un mensaje diciendo que los bomberos se habían comunicado con él porque los locales están pegados. Nos conocemos todos. «Para mí es un hecho de vandalismo con algún mensaje del tipo mafioso, pero no entendemos de qué porque somos gente de trabajo, la zona es tranquila, somos unas familias que conocemos a los dueños de los locales. Queremos que se aclare».

La historia del mítico bar Sarandí

La esquina de Avenida Mitre y Cucha Cucha no es una más en Sarandí. La fachada del bar emplazado allí está grabada en la memoria de varias generaciones de vecinos e incluso de gente que ha pasado por allí, en alguna parada ocasional. Con más de 80 años de historia, fundado en 1933, aún conservaba la barra de algarrobo, las estanterías repletas de bebidas, las sillas señoriales y las fotos de famosos que visitaron el lugar.

En sus mesas, el cliente más fiel fue Julio Grondona, ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que solía reunirse allí. Por su vínculo con el club Arsenal, muchos futbolistas también solían comer en ese lugar. Además, también había visita de jugadores y dirigentes de Racing e Independiente. Incluso, allí trabajó el famoso cantante folklórico Horacio Guaraní, que se desempeñó como lavacopas antes de triunfar en la música.

Pese a sus años de gloria, luego del comienzo de los 2000 el bar empezó a entrar en decadencia y el negocio comenzó a mermar. En 2010 falleció quien era su dueño y quienes heredaron el restaurante tenían otros intereses que, sumado a la baja actividad del lugar, terminaron derivando en el cierre en 2013.

La noticia conmovió a los vecinos, que rápidamente alzaron su voz para tratar de recuperar el mítico local. Romina D’Agostino, nieta de un ex empleado del lugar, contó que «mi abuelo me comentó que se cruzaba de calle porque pasar por la puerta del bar cerrado le hacía mal. Ahí pensé que había que hacer algo».

De ese modo, se inició una junta de firmas de la que incluso participó Jorge Maragriños, dueño de la famosísima pizzería Los Tres Ases, que está junto al bar: «Genera mucha tristeza ver cómo una porción de la historia de Sarandí desaparece. Yo conozco a sus dueños y éramos como una gran familia. Vamos a luchar para que el Bar Sarandí no desaparezca».

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Iniciaron un expediente en la Municipalidad de Avellaneda y lograron que se declare patrimonio histórico, pero la reapertura llegó 7 años después. El 5 de marzo de 2020, días antes de que comenzara la cuarentena por la pandemia del Covid-19, reabrió el bautizado «Bar Sarandí Trattoria», una cafetería y cervecería especializada en gastronomía italiana que resurgió con una fachada renovada pero conservando su estilo tradicional. Funciona hasta el día de hoy y desprende aires de energía y renovación, más allá del atentado que sufrió hace unos días y del que esperan reponerse pronto.