La asombrosa historia de Anibal Biggeri en Chacarita, el amuleto del Funebrero que va por su tercer ascenso con el club
Chaca es uno de los equipos que pelean por volver a Primera. De la mano de Biggeri, DT que llegó a principios de este año, el equipo de San Martín va por su octavo ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
Aníbal Biggeri nació el 15 de febrero de 1965 en Villa Ballester y casi por mandato geográfico, es un símbolo de Chacarita. En su carrera vinculada al fútbol, es más conocido por su tarea como director técnico y ayudante que por su corta etapa de futbolista.
Arquero, hizo las inferiores en Argentinos Juniors y llegó a compartir plantel con referentes del puesto como Ubaldo Matildo Fillol y Enrique Bernardo Vidallé. En búsqueda de minutos pasó por Estudiantes de Caseros, regresó al Bicho y luego estuvo en Defensores de Belgrano, Deportivo Merlo y Chacarita, donde, generalmente en el banco de suplentes, fue parte del plantel campeón de la B Metro 1993/94.
Aníbal Biggeri, el ayudante de los ascensos
Tras aquella experiencia en Chaca, decidió colgar los guantes. Estuvo bastante tiempo alejado del fútbol hasta que volvió, de la mano de Ricardo Caruso Lombardi, que lo llevó como segundo entrenador a All Boys y luego al fabuloso Tigre que dirigió entre 2004 y 2006. El Matador fue campeón del Apertura 04 y el Clausura 05, lo que derivó en su regreso a la B Nacional.
Tras el alejamiento de Caruso, Biggeri decidió volver como ayudante al Albo para asistir a José Santos (Pepe) Romero. Se quedó a su lado más de seis años, en los que lograron subir de B Metro a B Nacional; el histórico ascenso a Primera en una recordada promoción contra Rosario Central; triunfos ante River y Boca e incluso la clasificación para una semifinal de Copa Argentina.
El segundo ascenso con Chacarita
El primer club que dirigió como cabeza de un cuerpo técnico fue Temperley, que luchaba por no descender a la C. Salvó al equipo y en la siguiente temporada venía realizando una buena campaña cuando, tras una corta racha de malos resultados, fue despedido: Ricardo Rezza asumió y completó el ascenso. Unos meses después, Biggeri retornó a Chacarita.
En tiempos de cambios de formato en el fútbol argentino, Aníbal tomó el mando a mitad del campeonato y en la recta final logró quedar primero en su zona y ascender directamente a la B Nacional. En la segunda categoría no repitió ese rendimiento y tuvo que dejar el club luego de perder como local ante Los Andes. Iban 24 de las 42 fechas y el equipo estaba último.
Un paso por el exterior y un nuevo ascenso
Con Atlanta arrimó dos veces al Nacional: durante su primera temporada perdió en el torneo reducido y en la segunda estuvo más cerca, pero el empate en la última fecha ante Flandria le dio el primer puesto al equipo de Jáuregui.
En Los Andes no completó el año pero sus buenos ciclos anteriores llamaron la atención en Ecuador, donde tuvo la chance de intervenir en certámenes internacionales: con Deportivo Cuenca disputó la Copa Sudamericana.
Volvió a Argentina para dirigir a Tristán Suárez y el caótico año 2020 (por pandemia y desorganización del fútbol argentino) le dio la posibilidad de ascender nuevamente: con muy pocos partidos, le ganó una final a San Telmo y subió a la Primera Nacional.
El rey de la localía
Aníbal Biggeri logró una particularidad en sus últimos dos años: sus equipos no perdieron jugando en casa durante la temporada regular. Tanto con All Boys en 2022 como con Chacarita en 2023, el nacido en Ballester supo inculcar a sus jugadores la importancia de hacerse fuerte como locales.
En Chacarita se siente a gusto: arrancó el año con pretemporada en Balcarce (una ciudad que le trae suerte) y conformó un gran plantel, entre los que se destacan Ricardo Blanco y Luciano Giménez (la figura y el goleador, respectivamente).
Junto a su cuerpo técnico, integrado por Emerson Panigutti (ayudante), Matías Biggeri (preparador físico), Maximiliano Gay (entrenador de arqueros) y Ezequiel Vitale (editor de videos), formaron un equipo que para muchos ofrece el mejor fútbol de la categoría.
Biggeri se juega este domingo la primera gran posibilidad de cumplir su sueño de dirigir en la máxima categoría del fútbol argentino: si Chacarita gana, se asegura un lugar en la final ante el líder de la otra zona, que tampoco está resuelta (hoy sería Agropecuario). Si no logra vencer a Atlético Rafaela, deberá hacer cuentas: el segundo (Independiente Rivadavia) y el tercero (Deportivo Maipú) juegan entre sí en Mendoza.
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