Terrible video en Monte Grande: atacan a balazos a una familia en un robo y piensa irse del país
Un hombre y su hija fueron abordados por dos delincuentes en la puerta de su casa. Como no pudieron robarles la camioneta, abrieron fuego en la calle y a plena luz del día. «Ya iniciamos los trámites para irnos», dijeron.
Cansados del miedo cotidiano, una familia de Monte Grande piensa en emigrar como solución definitiva después de haber sido victima de tres episodios de inseguridad en poco tiempo. El último ocurrió en la tarde del miércoles, cuando padre e hija se salvaron de milagro luego de sufrir el violento ataque de dos delincuentes que abrieron fuego para robarles la camioneta.
El hecho tuvo lugar ayer cerca de las siete de la tarde en la zona céntrica de Monte Grande, del partido de Esteban Echeverría. Fue sobre la calle Herminio Constanzo al 900 cuando dos hombres que circulaban a bordo de un Volkswagen Gol de color negro apuntaron al padre de la familia, quien estaba subiéndose a la camioneta con su hija, y le exigieron que entregue la llave del vehículo. Desesperado, el hombre atinó a correr y el delincuente gatilló dos veces, pero afortunadamente, la bala no salió. El tercer balazo ejecutado sí sale, pero dispara hacia el aire y nadie resulta herido.
Mariel, dueña de la propiedad y madre de la familia, asegura que «la zona está liberada» y que no es la primera vez que viven una situación de este tipo: ya sufrieron una entradera hace ocho años y un intento de robo de data más reciente.
«Siempre con mi familia salimos a caminar a la tarde. Somos cuatro: mis dos nenas, mi marido y yo. Como mi hija más chica estaba enferma, decidí quedarme con ella y mi pareja salió con mi hija más grande, que se subió a la parte de atrás de la camioneta. Cuando se va a subir mi marido, ve que viene un Gol negro y frena al lado. En ese instante, uno de los ladrones le grita ‘dame la llave», cuenta Mariel en diálogo con TN.
Y amplió: «Gatilló dos veces y no salió. Pero la tercera sí salió, al aire por suerte. Mi hija se quedó inmovilizada en la camioneta. Después me dijo ‘ma, no sabía qué hacer’, fue desesperante», agregó entre lágrimas.
La mujer, que veía toda la secuencia desde el garage de su casa, describe el terrorífico momento en el que uno de los delincuentes gatilla contra su marido y su hija. En ese instante, Mariel comenzó a gritarles y es ahí cuando los ladrones se suben al auto y se van. «Yo estaba sacando la basura mientras ellos se estaban por ir a hacer la caminata. Me asomé al garage y, como estaba la puerta abierta, lo primero que veo es al ladrón saliendo del auto. Vi como gatilló. Los autos que venían por esa cuadra intentaban pasar, algunos hacían marcha atrás. Empecé a gritarles y en ese momento es donde se suben al auto y se van», recuerda.
A pesar de vivir en el centro de Monte Grande y de pagar un sistema de vigilancia, la familia afirma que no hay seguridad en la zona ya que la semana pasada, en la misma cuadra, otra familia sufrió un robo cerca de las diez de la noche.
«La zona está liberada. Esto es pleno centro, pero los delincuentes escapan por la avenida. Hace poco removieron al comisario por corrupción y solo hay un móvil para toda la zona. Para colmo, nosotros pagamos sistema monitoreado, tenemos cámaras, pero no es justo, porque pagamos los impuestos y el Estado no te da nada. Yo lo único que quiero es seguridad», dijo Mariel.
El terror de una familia de Monte Grande: emigrar como solución
Con los trámites de la ciudadanía iniciados, la familia de Esteban Echeverría busca mudarse a otro país por estar «cansados de vivir con miedo en nuestra propia casa», lo que derivó en tratamientos psicológicos para una de las hijas.
«Ya iniciamos los papeles y no nos fuimos todavía por eso, porque tenemos que esperar. Yo tengo a toda mi familia acá, mi trabajo también, pero uno tiene que resignar todo y hasta lo económico para poder vivir tranquilo. Hasta ahora venimos zafando, pero no sé si mañana lo voy a poder contar», expresó Mariel.
En tanto, la madre de la familia contó sobre sus otras experiencias vividas en el barrio: en 2015 sufrieron una entradera a cargo de seis delincuentes que ingresaron a la casa con una barreta. «Yo estaba con mi nena que era chiquita y nos revolvieron todo», dijo, y contó que su hija necesitó asistencia psicológica tras el miedo que vivió, «por eso pensamos en irnos del país».
«Hasta ahora, gracias a Dios no tuvimos ningún muerto, pero ¿tenemos que esperar a que eso suceda?», concluyó Mariel.