Video: el multitudinario recibimiento a Thiago Almada en Fuerte Apache tras consagrarse campeón del mundo en Qatar
El mediocampista, que jugó unos minutos en el triunfo ante Polonia en fase de grupos, regresó al barrio de Tres de Febrero donde creció y lo esperaron como un héroe: paseó en autobomba, hubo cánticos y fuegos artificiales.
Luego del masivo e histórico festejo con la caravana de la Selección Argentina tras ganar el título en el Mundial de Qatar, los futbolistas regresaron a sus ciudades para descansar. En el caso del mediocampista Thiago Almada, estuvo de visita en Fuerte Apache, el barrio de Ciudadela donde se crió, que le ofreció un multitudinario y eufórico recibimiento.
El futbolista surgido en Vélez Sarsfield que actualmente integra el Atlanta United de la MLS de Estados Unidos, jugó en la Copa del Mundo unos minutos ante Polonia en la última fecha de la fase de grupos. A su barrio llegó en un autobomba a ese popular barrio de Tres de Febrero, en el oeste del Conurbano, y desató una locura en las calles.
Los vecinos lo recibieron como un héroe: hubo gritos de aliento, fuegos artificiales y múltiples expresiones de cariño. Además de cantar «Muchachos…», el gran hit de los hinchas argentinos en Qatar, también se escuchó «porque este año, de Fuerte Apache salió el nuevo campeón», en alusión a su figura.
Thiago Almada, de tan sólo 21 años, ya había viajado al Mundial de Rusia 2018 como sparring del equipo dirigido por Jorge Sampaoli. Si bien no había ingresado en la lista de 26 jugadores que iban a disputar la máxima cita mundialista, se supo que el cuerpo técnico le había comentado que era una de las «prioridades» en caso de alguna eventualidad con el resto de sus compañeros citados.
Y eso fue lo que ocurrió: la baja de Joaquín Correa por lesión obligó al entrenador a buscar urgentemente el reemplazante y fue el teléfono del oriundo de Fuerte Apache el que sonó, quien tres días antes había estado jugando un picado en el barrio y que, emocionado, tomó rápidamente el vuelo hacia Medio Oriente para vivir, quizás, el mes más importante de toda su vida.
La historia de Thiago Almada en Fuerte Apache
Tras ser campeón del mundo, Thiago Almada decidió volver a Fuerte Apache, el barrio donde creció y donde empezó a forjar el talento que lo llevó al lugar donde está hoy. Fue en la canchita de tierra del club Santa Clara donde pasó las primeras tardes pateando una pelota y soñando con la gloria.
Hacia ahí iba caminando a jugar desde el departamento del monoblock 2 donde vivían sus padres o desde el nudo 3 en el que estaban sus abuelos. Proveniente de una familia muy humilde, Thiago Almada supo desde temprano lo que era el sacrificio: ayudaba al verdulero que recorría el barrio con un megáfono ofreciendo mercadería para poder comprarse golosinas. También juntaba botellas para llevarlas a reciclar y ganarse unos pesos.
«Es mi barrio, tengo a toda mi familia y mis amigos. Prácticamente vivo ahí. Si no voy por dos días, extraño. Viví toda mi infancia», contó cuando ya era futbolista profesional y vivía con su familia en El Palomar.
En Fuerte Apache todavía lo conocen con su apodo de chico «Gauyo» y él, agradecido y con sentido de pertenencia, cuando firmó contrato con el actual club de Estados Unidos, le regaló al club Santa Clara la pintura para el piso y paredes de la cancha, que ya no es de tierra y alberga a chicos que sueñan, hoy, con ser como él.