Argentina campeón del mundo: Leandro Paredes, el pibe de San Justo que en Qatar lloró por su abuelo
Coronó en el Mundial una carrera notable, que lo llevó a codearse con los mejores en Europa. Es un jugador clave tanto para Scaloni como para Messi, dentro y fuera de la cancha. Sus orígenes en la sociedad de fomento La Justina.
Leandro Paredes, un símbolo de la era Scaloni y campeón del mundo en Qatar.
Un campeón es una construcción colectiva con momentos que representan las piezas de una foto final que se elabora como un rompecabezas. Leandro Paredes no pudo sostener la titularidad en la Selección Argentina durante Qatar 2022, porque su condición física previa al Mundial no era la mejor, pero entre los tiempos que estuvo en la cancha, hay uno clave: la fiereza y determinación con la que pateó su penal en la definición contra Países Bajos. Quizás a muchos les podrá parecer poco, pero era un remate pesado, como los cinco que se ejecutaron aquella noche en Lusail.
Sucede que Emiliano Martínez ya había atajado los dos primeros remates de los neerlandeses (ante Virgil Van Dijk y Steven Berghuis), y Lionel Messi había anotado el suyo. De lo que hiciera aquel chico nacido en La Matanza dependía mantener la ventaja que hasta allí se había conseguido en una resolución llena de nervio y de tensión. Paredes consiguió un sonido que al futbolero le suena como música: el tremor de la red cuando la pelota le pega seco, potente. Tal como lol hacía de pibe en San Justo, luego en Boca y en Europa.
Leandro Paredes es un futbolista de elite, fino y elegante, que empezó a patear la pelota en rústicas canchas de baldosa del Conurbano. Ese chico nacido en San Justo, criado en Mataderos y forjado como jugador en Boca Juniors, con 28 años, se jacta de haber sido compañero de varios de los mejores futbolistas de la Argentina y de Europa.
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Durante la Copa del Mundo sufrió la dolorosa pérdida de su abuelo, por el que rompió en llanto después del triunfo argentino contra Países Bajos. Antes incluso le había dedicado un sentido posteo en las redes sociales para despedirse de una figura que había sido clave durante su infancia.
En Boca, donde debutó cuando apenas tenía 16 y su cuerpo aún adolescente no terminaba de llenar la camiseta, compartió plantel con el actual vicepresidente, Juan Román Riquelme, y el máximo goleador de la historia del club, Martín Palermo.
En la popularísima Roma, que reconoció sus condiciones aunque aquí jugara poco, se cambió en el mismo vestuario que los súper ídolos Francesco Totti y Daniele de Rossi, dos campeones del mundo con Italia en Alemania 2006.
Luego en medio del glamour de París tiró paredes con el brasileño Neymar, el francés Mbappé y los argentinos Messi y Di María. El propio Leo Messi ha dicho, apenas llegó al club parisino, que sus amigos en el PSG fueron muy influyentes para la concreción del traspaso más resonante de este siglo, ocurrido en 2021. Y mencionó explícitamente a Paredes, con quien estableció un fuerte vínculo de amistad en el seleccionado nacional. No pudo sostenerse en la cotidianeidad porque Leandro dejó Francia para retornar a Italia, ahora en la Juventus, junto con Di María. Pero los amigos no dejan de serlo por más distancia que haya en el medio.
Esa relación terminó de solidificarse con el título logrado en la Copa América de Brasil, donde la Selección le puso fin a una sequía de 28 años sin conquistas y Messi, por fin, pudo gritar campeón después de tantas frustraciones. La base de aquel grupo que se hizo gigante en el inmenso estadio Maracaná de Río de Janeiro y construyó la gesta mundialista en Medio Oriente.
Leandro Paredes no se olvida de sus orígenes en San Justo
A la canchita de la Sociedad de Fomento La Justina, como a la de cualquier club de barrio del Conurbano, los pibes llegan con deseos de ser futbolistas, jugar en Primera y algún día vestir la camiseta de la Selección en una copa internacional. Leandro Daniel Paredes, sin embargo, ni siquiera habrá imaginado un futuro profesional cuando pateó por primera vez una pelota en ese pequeño lugar de San Justo, partido de La Matanza. ¿Qué puede pensar del destino un chico que todavía no cumplió cuatro años?
Las imágenes de Leandro Paredes de vacaciones o en alguna reunión social con sus estelares coequipers se reproducen por millones y reciben una aprobación multitudinaria en las redes. Menos vistas son sus fotos rodeado de pibes y pibas en la modesta La Justina Este, una Sociedad de Fomento de San Justo, en el corazón de La Matanza. Una pequeña entidad barrial, orgullosa de haber contribuido a la formación del crack.
“Siempre preferimos no molestarlo pidiéndole cosas; el ofrecimiento salió de él y le estamos agradecidos”, contó una de las autoridades de La Justina Este luego de que Leandro aportara materiales y pintura para revocar paredes descascaradas y arreglar la deteriorada canchita del lugar.
“Vivimos una tarde muy emotiva en La Justina Este, llena de sonrisas y recuerdos. Gracias a todos por dejarme formar parte de este club. Nunca dejen de soñar”, escribió Paredes en su cuenta de Instagram luego de realizar las donaciones y de ser agasajado por el vecindario de la Sociedad de Fomento, en la calle Asia al 3900.
Allí fue donde Leandro empezó a mostrar sus habilidades innatas para manejar un balón, donde comenzó a pegarle con fuerza, donde se imaginó campeón. Cuando aún era muy chico, su familia se mudó a Mataderos y el pichón de crack siguió deslumbrando en Brisas del Sud, otro reducto barrial.
La etapa de Boca ya es más conocida: el estreno tal vez apresurado con Claudio Borghi, los primeros golazos en la formación que dirigía Julio Falcioni, demasiadas responsabilidades con Carlos Bianchi, la grave lesión en una práctica como consecuencia de un patadón de Agustín Orion y el salto al Viejo Continente antes de los 20 años…
Si bien la carrera de Leandro Paredes venía en ascenso, su consagración en la Copa América significó un espaldarazo. Y es una buena noticia para la Selección que él, Messi y Di María, tres pilares del entrenador Lionel Scaloni, se hayan reunido en la capital francesa. Ahora volvió a Italia, donde la Juventus lo mantuvo cerca de Ángel Di María, otro de los socios fundadores del grupo más granítico de la actual Selección. En el club de Turín, Leandro Paredes estableció la plataforma para llegar de la mejor forma a Qatar 2022.
