Hurlingham: cómo está el joven que atacaron a traición por hablar con una chica en un boliche y perdió un ojo
Nicolás García tiene 20 años y fue golpeado con una copa rota. El presunto agresor, quien tiene un año menos y fue detenido, se hizo cargo del hecho en distintos mensajes que le mandó a un amigo en común con la víctima.
Nicolás García fue agredido por la espalda mientras hablaba con una chica en un boliche de Villa Tesei, Hurlingham.
Nicolás García, un joven de 20 años, perdió la visión de un ojo tras ser víctima de un brutal ataque por la espalda que tuvo lugar en un boliche de Villa Tesei, Hurlingham. De acuerdo con lo que contó la propia víctima, fue golpeado con una copa de vidrio. El agresor, quien tiene 19 años y le pegó después de haberlo visto junto a su ex novia, fue detenido por la Policía e imputado por intento de homicidio.
El episodio ocurrió el domingo a la madrugada en el boliche Roca Bruja. En medio de la desesperación, el chico llamó a su mamá y le pidió ayuda: “Estoy sangrando mucho, siento que me voy a desmayar”, le dijo. Enseguida los dueños del establecimiento lo trasladaron al Hospital San Juan de Dios donde lo intervinieron por primera vez.
“Cuando sonó el teléfono a las 05:08 escuché las peores palabras de mi vida: ‘Mamá vení a buscarme que me reventaron una botella en la cara’, que resultó ser una copa”, contó Marcela, la madre del joven agredido, en una entrevista brindada a TN este martes.
Enseguida la familia se trasladó hasta el centro médico donde una profesional les recomendó que inmediatamente lo lleven al mejor oftalmólogo para salvar el ojo, por lo que terminó siendo trasladado al Hospital Italiano de San Justo, partido de La Matanza.
“Mi hijo se encuentra en estado muy delicado. La operación iba a durar dos horas y media, pero por la profundidad de las heridas duró casi cuatro. Le retiraron el cristalino y perdió la visión», contó la mujer al mismo medio. Actualmente, Nicolás se encuentra en su casa recuperándose.
Ahora la familia espera la posibilidad de encontrar un tratamiento para que el chico pueda volver a ver con ambos ojos. «Nicolás nos dijo que si él recupera la vista, él va a perdonar a este chico. Estamos cansados de ver estos casos, no tiene que haber más Nicolás, ni otra madre en el estado en el que estoy yo», consideró Marcela.
Luego, la mujer cerró: «Estamos en los quince días críticos porque pueden aparecer infecciones o un desprendimiento de retina. Lo operó un cirujano de primera. Hoy lo vio de nuevo y nos dijo que fue un milagro que no hayan tenido que sacarle el ojo y que recemos para ver si en un año le podemos hacer un trasplante para que recupere la visión”.
Qué dijo el chico detenido por el brutal ataque en el boliche de Hurlingham
«No sé ni qué hice, me cegué», dijo Santiago Martínez, quien tiene 19 años y fue detenido por la Policía tras el brutal ataque. Según trascendió, el hecho se desencadenó cuando el atacante vio a García con la chica que había sido su novia hasta hace tres meses. En ese momento, se cree que rompió una copa en la barra y lo golpeó por atrás, cortándole la boca, un pómulo y un ojo.
Laura Mariel Pinto, jueza de Garantías, ordenó la detención del sospechoso a pedido de la fiscal de turno, Valeria Courtade. La acusación contra el imputado es por «homicidio en grado de tentativa y venganza transversal».
Horas después de la agresión se conocieron mensajes y audios que Martínez le envió a otro joven intentando justificarse por el hecho. «No me conozco amigo. Nunca hice algo igual», le escribió en un mensaje a otro joven que conocía a Nicolás.
Después de pedirle perdón a ese joven, lanzó una insólita justificación: «Me cansé wacho (sic). Todos me quieren pasar por arriba. Toqué fondo amigo». E, instantes después, mandó un audio en el que declaró: «Amigo, estás ahí conmigo, bailando, hablando de la vida y después te vas a comer a mi ex. Yo fui y le dije: ‘Sos un wachin’. Está todo bien amigo, pero no te la vayas a agarrar enfrente mío y después te vengas a hacer el amigo. Pasan 10 minutos y los veo juntos wacho. ¿Qué voy a hacer amigo? Toqué fondo. no sé ni qué hice, me cegué».
