Cómo evoluciona Guadalupe Cattani, la chica de Pilar que fue rociada con alcohol y prendida fuego por su novio
La joven de 22 años permanece internada en el Hospital del Bicentenario de Monte Grande, donde fue trasladada por la complejidad de su cuadro. Por el brutal ataque quedó detenido su pareja, un joven de la misma edad.
Guadalupe Cattani, la vecina de 22 años de Del Viso, partido de Pilar, que el viernes 16 de septiembre fue rociada con alcohol y prendida fuego en un ataque por el que terminó detenido su pareja, continúa internada en el Hospital del Bicentenario de Monte Grande, en el distrito de Esteban Echeverría.
«La verdad es un sueño, ayer fue mi esposa a verla y estaba sentada en la cama con los brazos cruzados atrás de la cabeza y las piernas cruzadas», relató en diálogo con Pilar a Diario, Juan Cattani, el papá de la joven que terminó con el 35% de su cuerpo quemado.
Luego, consignó que su hija permanece en terapia intensiva, aunque ya respira por sus propios medios y en las últimas horas comenzó a ser alimentada por boca. «Tuvo una gran evolución, los médicos que la re quieren, le dicen: ‘A ver si te ponés las pilas y te vas rápido a tu casa'», completó.
En la actualidad, los cuidados se concentran en evitar infecciones en la piel, dado que Guadalupe sufrió quemaduras en el rostro, cuello, torso y brazos, con compromiso de las vías respiratorias. Se espera que, de continuar la evolución de forma favorable, pueda ser trasladada a la unidad de terapia intermedia.
La vecina de Del Viso que es mamá de un nene de cinco años que estaba presente al momento del ataque llegó al centro de salud de Esteban Echeverría el pasado 22 de septiembre, luego de permanecer una semana internada en el Hospital Sanguinetti de Pilar, donde arribó en gravísimo estado y posibilidades de sobrevida del 20%, tal como indicó entonces su madre, Norma Beatriz Núñez.
Cómo fue el brutal ataque a Guadalupe Cattani
Guadalupe Cattani fue atacada por su pareja, Julián Silva (22), en la casa de la calle Valentín Gómez al 7600, en Del Viso, Pilar, donde vivían ambos con el padre de él y el hijo pequeño de ella, fruto de una relación anterior y que ahora quedó al cuidado de la familia materna.
Cuando la chica fue trasladada, en primera instancia, al Hospital Federico Falcón, los médicos revelaron que gritaba «me roció con alcohol y me prendió fuego» cuando iba a ser atendida. Mientras ella era trasladada al Hospital Sanguinetti, la Policía irrumpió en el domicilio donde ocurrió el hecho y encontró al acusado queriendo curarse las quemaduras que había sufrido en su brazo.
Allí fue detenido y, aunque se negó a declarar ante la fiscal María José Basiglio, de la Unidad Funcional de Instrucción Temática de Violencia de Género de Pilar; una vecina que había ingresado al domicilio al oír los gritos de la joven escuchó a Silva decir: «Amor, mirá lo que te hice, yo no quería».
La misma mujer, identificada como Mirta, relató: «La chica apareció toda quemada con el nene en brazos. Ella no quería despegarse de su hijo. Por eso le pedí a mi hija que lo agarrara porque sola no podía». Y agregó que el menor fue quien les permitió avisarle a la familia de la víctima lo sucedido. «En la mesa había un teléfono celular y él lo desbloqueó y me dijo quiénes eran la abuela y la tía», cerró.
Desde el entorno de Guadalupe Cattani contaron que distintas mujeres se comunicaron para avisarles que habían estado con Silva y habían sufrido episodios de violencia de género con él.