La Matanza: la historia del colectivero que reemplazaba a un compañero y creen que fue fusilado por error
El crimen de Pablo Flores, chofer de la línea 218, fue cometido el 1 de octubre de 2020. Este martes comienza el juicio que tiene a tres sospechosos como acusados. La mujer de la víctima emitió un desgarrador pedido de justicia.
Tres hombres comenzarán a ser juzgados desde este martes como acusados de asesinar a balazos al colectivero Pablo Flores, un chofer de la línea 218 que aparentemente fue confundido con el compañero a quien estaba reemplazando en el marco de un presunto ajuste de cuentas cometido el 1 de octubre de 2020 en Virrey del Pino, partido de La Matanza.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de La Matanza, integrado por los jueces Matías Mariano Deane, Eduardo Alberto Sbriz y Gabriela Silvia Rizzuto, será quien estará a cargo del proceso que se extenderá por dos jornadas y tiene como imputados a Néstor Fabián Marone, Adrián Alberto Marone y Oscar Ezequiel Vega.
Los tres se encuentran bajo prisión preventiva y serán juzgados por el delito de «homicidio calificado por el uso de arma de fuego, por ser cometido con el concurso premeditado de más de dos personas y con alevosía».
La acusación contra los presuntos asesinos del colectivero de La Matanza, en tanto, será impulsada por la fiscal Karina Licalzi, mientras que el abogado Fernando Soto será quien represente a Lorena Cáceres, esposa de Pablo Flores y particular damnificado en el debate.
El crimen del chofer de la línea 218 fue cometido el 1 de octubre de 2020, cerca de las 21.45, en la parada de colectivos ubicada en las calles Río Orinoco y Fernández, a la altura de la rotonda del barrio San Javier, de Virrey del Pino, en el sudoeste del Conurbano.
Esa noche, Pablo Flores reemplazaba a un compañero a bordo del interno 75 de la empresa Almafuerte cuando, según testigos, dos hombres pararon el colectivo, se acercaron por el lado izquierdo de la unidad a la ventanilla del conductor y efectuaron varios disparos, tres de los cuales dieron en la cabeza del chofer.
A raíz del ataque, la víctima murió en el acto y el transporte que manejaba se estrelló contra un árbol. Los atacantes, en tanto, escaparon en un Peugeot 504 blanco que los esperaba en marcha con un tercer cómplice al volante.
De acuerdo a la acusación fiscal, Vega y Adrián Marone, «previo acuerdo de voluntades y división de roles, obrando a traición y sobre seguro», armados con una pistola Taurus calibre .45 «la cual fuera aportada por Néstor Marone, efectuaron al menos cuatro disparos contra Pablo Flores, con claras intenciones de causarle la muerte».
Según quedó constatado en la causa, luego de dispararle al chofer, los agresores escaparon en un Peugeot 504 blanco propiedad de Vega. El fiscal Federico Medone, quien instruyó el expediente, consideró que «la cercanía con la que se efectuaron los disparos, lleva a presumir que sorprendieron a la víctima, quien no atinó a realizar el mínimo acto instintivo de defensa».
De acuerdo a la autopsia practicada a Pablo Flores, el colectivero recibió cuatro disparos, tres de ellos en la cabeza y el restante en el abdomen. A los cinco días del crimen, y a pedido del fiscal, la Policía realizó un allanamiento en el domicilio de Marone padre, donde se secuestró el arma presuntamente utilizada para cometer el crimen.
En su pedido de elevación a juicio, el fiscal entendió que Néstor Marone «ha sido quien facilitó y luego resguardó la pistola calibre .45, marca Taurus, desembocando ello en una clara complicidad primaria». En tanto, el 30 de diciembre de 2020 fueron detenidos Marone hijo y «Boli» Vega, acusados de ser el autor del disparo y quien manejó el Peugeot 504 para escapar del lugar, respectivamente; al tiempo que se secuestró dicho vehículo.
Fue un testigo del hecho quien señaló que Vega era quien conducía el auto, aunque en su declaración indagatoria el acusado refirió que el día de los hechos «se encontraba jugando al fútbol con amigos». Otro de los puntos importantes en la pesquisa fue el hallazgo de una campera de River Plate en la casa de «Boli» que los testigos indicaron como una de las prendas utilizadas por uno de los asesinos.
Durante la investigación no se hallaron evidencias sobre el móvil del ataque que apunten directamente a Flores, por lo que la principal sospecha es que los agresores querían cometer un ajuste de cuentas con otro chofer y se confundieron de víctima.
El desgarrador testimonio de la viuda del colectivero y el reclamo de la mujer de uno de los acusados
Lorena, la viuda del colectivero asesinado, pidió que los tres imputados por el hecho sean condenados a prisión perpetua para tener “un poquito de paz”, en tanto familiares de uno de los acusados señalaron que su causa está “armada” y reclamaron que “se diga la verdad”.
“La expectativa que tenemos es que sea perpetua. Para los tres. Creo que eso nos daría un poquito de paz. Para poder decirles a mis hijos que se hizo justicia. Es lo único que me queda”, afirmó Cáceres en diálogo con Télam.
Ante esa situación, la mujer de Pablo Flores expresó estar “muy nerviosa” antes de que comience el debate. “Tengo impotencia. Un montón de sensaciones. No se cómo voy a reaccionar. Lo importante es mantenerse tranquilos. Es algo muy difícil”, afirmó Lorena, quien aseguró que los imputados son “culpables” y que “trataron de cubrir lo que hicieron”.
En ese contexto, la familia de Oscar Vega, detenido por el hecho hace 20 meses, reclamó que la causa en su contra “no tiene sustento” y pidieron que sea liberado. “Queremos que se diga la verdad y se aclare todo este malentendido. Mi marido es inocente. Ya no sé qué hacer para que me escuchen”, exclamó en diálogo con la misma agencia Zulema, la esposa del acusado.
Al respecto, la mujer narró el momento en el que su marido fue detenido en un allanamiento realizado por la Policía en su casa durante la madrugada del 29 de diciembre de 2020 y denunció que allí un policía de civil le “plantó” una campera perteneciente a River en su casa, la cual supuestamente habría utilizado uno de los asesinos durante el hecho.
“La requisa había dado negativa, pero, en un momento, ingresó un muchacho de civil con chaleco antibalas. El tipo gritó ‘testigos’, ‘campera’ y los testigos que estaban en la cocina volvieron al living donde este hombre había puesto la campera de River. Es insólito porque nosotros somos todos de Boca. No era de nosotros la campera”, detalló Zulema.
Además, la esposa de Vega afirmó que, si bien el coche de su marido era similar al Peugeot 504 que utilizaron los asesinos al momento del hecho, no era el mismo modelo.
“Pudimos mirar las cámaras donde se registra el homicidio y el coche del asesino no era el mismo de mi marido. El nuestro es un modelo más viejo que en el que se transportaba el asesino del colectivero. El de Oscar tenía faros redondos en las puntas»
«El día que se usó el día del hecho es el modelo nuevo, que tiene la parte de las luces cortitas”, expresó Zulema, quien agregó que a la hora del crimen Vega “había ido a jugar al fútbol con sus amigos”. “Queremos que se haga justicia por la familia del colectivero. Por favor que no les mientan más”, concluyó.