La historia del Hipódromo de Hurlingham, un lugar donde las carreras son al trote y en sulky
Está ubicado técnicamente en Tres de Febrero y tiene la particularidad de ser uno de los 11 del país en donde las competencias no son al galope y los conductores van sentados a metros de los caballos. Las carreras se realizan los domingos.
El Hipódromo de Hurlingham Dr. Hernán Ayerza tiene varias particularidades. La primera de ellas es que, pese a lo que su nombre indica, no está en ubicado en el distrito que tiene al verde irlandés como su color preferido, sino que por unos metros se halla dentro de Tres de Febrero.
Situado específicamente en Combate de Pavón 1998, dentro de las instalaciones del Club Hípico San Jorge, la sede también tiene la peculiaridad de albergar carreras de trote en las que los animales están conectados a sulkys donde van los conductores o «drivers» y no competencias tradiciones como las de Palermo o San Isidro, por ejemplo, en las que el jockey monta al caballo y lo hace galopar.
«Sí, estamos en Tres de Febrero por una cuestión de límites, pero todos lo conocen como el Hipódromo de Hurlingham. El Hípico San Jorge abrió en 1890 y nosotros tenemos actividad acá desde la década del ’40, ya que previamente habíamos estado en Florencio Varela y detrás de Canal 7, en Capital Federal», contó a Zonales Daniel Brusca, el presidente de la entidad del oeste del Conurbano.
Con ocho carreras por domingo a partir de las 12 del mediodía, los caballos «pasucos» y «trotadores» que participan de las competencias entrenan a diario entre 5.000 y 7.000 metros. Lejos de las épocas de gloria en las que concurrían 8 mil personas a apostar, actualmente van cerca de 2.000, según confió quien desde hace 45 años forma parte de la movida equina en el Hipódromo de Hurlingham.
«Antes se usaban sulkys nacionales que se hacían en Ciudadela. Pero desde hace un buen tiempo se mandan a traer de Estados Unidos o Francia. Yo mismo compré varios y después los fui vendiendo acá. Son muy livianos, pesan apenas 14 kilos», explicó Brusca.
Otra diferencia entre el trote y las carreras de caballos tradicionales tiene que ver con los conductores, según expresó el mismo titular de la entidad: «Acá puede participar una persona más gordita, por ejemplo. Y no sólo tenemos gente grande que corrió en Estados Unidos, Francia o Italia, los países con más tradición, sino que también se están sumando muchos jóvenes que vienen a hacer sus primeras armas, lo que está levantando la disciplina».
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El piso en el Hipódromo de Hurlingham requiere un mantenimiento y tratamiento constante para que pueda soportar el peso de los sulkys. Además, cada tres o cuatro meses se lleva una motoniveladora para apisonar y mantener bien los drenajes. La sede del oeste del Conurbano es una de las 11 que tiene Argentina donde se disputan carreras de trote.
Lo que viene para el Hipódromo de Hurlingham
Con el parate de las actividades durante un largo tiempo en el marco de las restricciones impuestas por la pandemia del Covid-19, 2021 fue el año de la reapertura para el Hipódromo de Hurlingham y el presente el de tratar de reafirmar esa levantada.
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Una de las actividades más esperados por los fanáticos de las carreras de trote es la Copa Criadores Tres Años de Asociación de Criadores Argentinos de American Trotter (ACAAT), una de las más importantes a nivel nacional. Se trata de un evento que tendrá lugar el próximo fin de semana en la sede Dr. Ayerza, es decir, el sábado 20 y el domingo 21 de agosto.
«Este es un lugar para que venga la familia a compartir una jornada al aire libre. Hay parrillas, confitería. Vienen a comerse un asadito a tomar unos mates. El espectáculo y el paseo va claramente más allá de las carreras», cerró Brusca.