Crimen del prestamista en La Matanza: el fallo en un juicio exprés generó bronca en la familia de la víctima

A siete meses del homicidio del prestamista Eduardo Sánchez, un tribunal de La Matanza condenó en un juicio abreviado a la pena de 11 años de prisión a Jorge «Chico» Cantero, amigo y compañero de trabajo de la víctima, a quien además le debía 150.000 pesos y cuyo cuerpo fue hallado en julio de 2021 en un descampado de Virrey del Pino.

La sentencia fue llevada a cabo por el juez Eduardo Alberto Sbriz, integrante del Tribunal Oral Criminal (TOC) 3 de La Matanza, luego del acuerdo obtenido entre la fiscalía y la defensa. En su momento, el fiscal Carlos Alfredo Luppino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidio de La Matanza, había pedido esa pena para el acusado, un hombre de 35 años imputado por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» en perjuicio de Sánchez, quien tenía 36 años, estaba casado y era padre de dos hijos.

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Mientras que la querella había solicitado que se desestime la audiencia y se lleve a cabo un juicio oral, al tiempo que planteaba que al acusado le correspondería una condena a prisión perpetua. El abogado querellante, Hugo López Carribero, quien representa a la familia del prestamista, dio a conocer que «apelará de medida» y que «seguirá pidiendo un correspondiente juicio oral para lograr una condena a perpetua».

«Le quitaron la oportunidad a la familia Sánchez de dar su testimonios que sumen a la investigación porque a Eduardo lo mataron el alevosía y por la espalda, Eso merece la mayor de las penas», consideró el letrado, de acuerdo a lo que dio a conocer la agencia Télam.

Cómo fue el crimen del prestamista de La Matanza

Según la investigación, Canteros le debía una suma cercana a los 150.000 pesos al prestamista de La Matanza al que sus amigos llamaban Kika. Luego del relevamiento de cámaras de seguridad, se determinó que el 28 de julio a la noche el ahora condenado se había reunido con su víctima.

Posteriormente, los investigadores establecieron que el imputado, a bordo de la camioneta de la víctima, pasó a visitar a su hermana en Gregorio de Laferrere, le pidió 2.000 pesos para realizar una apuesta y luego se retiró con un bidón de nafta.

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Ese vehículo utilitario Citroën Berlingo color blanco fue hallado incendiado en las calles Concordia y California, a unas 40 cuadras al norte de donde se encontró el cadáver de Sánchez. Mientras que el cuerpo de la víctima fue hallado en un terreno ubicado en la intersección de Juan Gelly y Ciudadela, en la localidad de Virrey del Pino.

De acuerdo a lo que consta en la causa, tras un llamado al 911, personal del destacamento Lavorato de Virrey del Pino se trasladó hasta el descampado y constató que un hombre yacía muerto con un disparo en el rostro. Poco después, el cuerpo fue reconocido por familiares de Sánchez que se acercaron hasta el lugar.

Por su parte, la mujer del prestamista contó luego a los efectivos policiales que participaron del caso que su pareja le había dicho al salir de la casa que se dirigiría a lo de un amigo en Laferrere a cobrar un dinero que le había prestado y que volvería en unos cuarenta minutos para poder cenar juntos.

Al pasar una hora, la joven comenzó a llamarlo y enviarle mensajes de Whatsapp al celular, pero no obtuvo ninguna respuesta, por lo que su primera reacción fue ir a los hospitales Simplemente Evita y Paroissien de La Matanza ante la posibilidad de que hubiera tenido un accidente vial.

Una fuente judicial explicó en su momento que la víctima intuía que algo malo le podía ocurrir, ya que le dijo a su familia: «Si en un rato no vuelvo, preocúpense».