«Zombis», «soldaditos» y violencia narco: así es Puerta 8, el barrio de la droga envenenada
Se trata de un precario asentamiento de Tres de Febrero donde, según registros oficiales, viven 170 familias. Allí crecen desde hace años el negocio del narcotráfico y el flagelo del consumo. Los antecedentes que se conocen.
La masacre de la droga envenenada que mató a 20 personas y mantiene a otras 11 en estado crítico en el oeste del Conurbano, puso al barrio Puerta 8 ante la mirada de todo el país. En ese precario asentamiento, donde viven unas 170 familias en un predio ocupado ilegalmente hace diez años en Tres de Febrero, se vendió la cocaína adulterada y altamente tóxica.
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La situación comenzó a alarmar en la madrugada del miércoles, cuando varias personas ingresaron intoxicadas a hospitales de Hurlingham, Tres de Febrero y San Martín. Varias de ellas murieron y otras quedaron graves, pero los que lograron recuperarse indicaron a la Policía que habían consumido la droga y que la habían comprado en ese barrio de Ruta 8 y Camino del Buen Ayre, pegado al Arroyo Morón.
Así llegaron a Puerta 8, donde en la tarde del miércoles se detuvo a ocho personas y se secuestraron 600 dosis de cocaína, con los mismos envoltorios que habían descrito las personas intoxicadas. En las primeras horas de este jueves, el operativo continuó en otros 9 objetivos de Ezeiza, Esteban Echeverría, Villa Sarmiento, José C. Paz y Villa Loyola.
En ellos se secuestraron otras 15.000 dosis y cayó «El Paisa», un paraguayo de 33 años acusado de ser un capo narco vinculado a la guerra sangrienta por el negocio en la zona y ser el dueño de la droga envenenada que se vendió en el búnker del mencionado asentamiento de Tres de Febrero.
El flagelo del narcotráfico en el barrio de la droga envenenada
El barrio Puerta 8 se emplaza en unas 20 manzanas que correspondían a la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), donde se erigieron precarias casillas que hoy constituyen una fortaleza narco con pasillos abandonados, algunos obstruidos por barricadas de madera y basura que impiden pasos de las ambulancias y Bomberos: el escenario ideal para montar bunkers y distribuir la droga.
En el medio, los vecinos atemorizados por la violencia de las bandas que manejan el negocio, visible ante la cotidianeidad: cada día ven las dos caras del narcotráfico, desde los «soldaditos», usualmente menores de edad (inimputables para la Justicia) que pasan horas en las calles alertando si se acerca algún patrullero y los «bolseros» que venden la droga más alejados de los bunkers, hasta los jóvenes que, afectados por el consumo, se convirtieron en «zombis» que se desvanecen y caen en las veredas.
Durante 2021 se registraron 23 denuncias de vecinos por venta de estupefacientes en el barrio Puerta 8, que dieron paso a dos operativos de la Policía en noviembre y diciembre pasado, donde hubo 6 detenidos y se secuestraron tres armas de fuego: una pistola DGFM calibre 11.25, un revólver calibre 32 marca DGH y un revólver Pasper calibre 32. En uno de los allanamientos se hallaron 63,4 gramos de cocaína y 16,7 de marihuana; mientras que en el otro descubrieron 30 envoltorios de cocaína y 34 de marihuana.
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El 23 de enero de este 2022, la Justicia abrió un nuevo expediente que estaba en trámite en cuando comenzaron a registrarse las muertes por intoxicación. Con los datos de esa causa y de las causas previas, se pudo ir a los domicilios sospechados de la venta de droga para hacer los primeros allanamientos.