Lomas de Zamora: tenía 14 años, vendía pastelitos y lo asesinaron cerca de donde mataron a otra adolescente
Dos motochorros le dieron este domingo un balazo mortal a Matías Leonel Castillo en un asalto ocurrido en las calles Olmos y Bustos. Fue a tan solo cinco cuadras del lugar donde terminaron con la vida de Lara Fernández.
A Matías Castillo le decían "Pastelito" y era muy querido en el barrio Santa Marta. Se dedicaba a la venta de pastelitos para subsistir.
En el barrio Santa Marta de Lomas de Zamora, todos querían a «Pastelito». Matías Leonel Castillo tenía 14 años y, de origen humilde, se pasaba la mayor parte del tiempo en la calle vendiendo pastelitos para ganarse la vida. Un nuevo capítulo de la inseguridad que azota el Conurbano le arrancó la vida trágicamente: este último domingo, motochorros lo persiguieron para asaltarlo, le robaron y le pegaron un tiro que le dio muerte.
La secuencia sucedió alrededor de las 6.30 en las calles Olmos y Bustos cuando lo sorprendieron dos jóvenes delincuentes en moto que balearon primero a un amigo con el que se encontraba. Matías comenzó a correr por Olmos y al llegar a la esquina, dobló en Bustos mientras los motochorros lo perseguían.
Fue sobre esa calle donde lo alcanzaron, le robaron las zapatillas y el pantalón y le efectuaron un disparo de arma de fuego que terminó con su vida. Una cámara de seguridad registró el momento en que el adolescente doblaba en la esquina corriendo mientras era perseguido, aunque no llegó a captar el momento del crimen.
La Unidad Funcional de Instrucción N°3 de Lomas de Zamora, del fiscal Lorenzo Latorre, está a cargo de la investigación del caso y se esperan relevamientos de cámaras de la zona para poder identificar a los autores del homicidio. El amigo del adolescente asesinado, de 16 años, fue hospitalizado pero se encuentra fuera de peligro.
Quien era «Pastelito», el adolescente asesinado en Lomas de Zamora
La vida de Matías ya venía marcada por la tragedia. «A la mamá la mataron hace seis o siete años, en un hecho de inseguridad«, contó Guillermo Morinigo (43), dueño de una escuela de fútbol del barrio llamada «Guillermo un granito de arena», donde el adolescente jugaba y era contenido. «Cómo el papá no lo conocía, su abuela lo crió sola», agregó.
Y lo describió como un chico «amiguero» que «tenía un montón de luz a pesar de todos sus problemas». «Con la historia que tenía -amplió-, después que le mataran a la mamá, era uno de los chicos más mimados por todos en la escuelita. Tenemos comedor también y lo ayudábamos. Era una personita que vivía con una sonrisa constantemente, era re cariñoso».
Reveló que era hincha de River y que le apasionaba jugar al fútbol, una de las cosas que le daba más felicidad: «Era delantero, goleador. Todos me lo querían sacar». Su muerte generó mensajes de tristeza en las redes sociales, donde ya piden «justicia por Pastelito».
Y cerró: «Queremos ahora acelerar los trámites de la autopsia para tener el cuerpo y poder hacer el velatorio como corresponde. La escuelita se puso a disposición de la familia y estamos juntando plata para poder hacerlo».
El crimen, muy cerca del lugar donde mataron a otra adolescente
En plena celebración de Año Nuevo y muy cerca de donde mataron a «Pastelito», fue asesinada Lara Fernández, una adolescente de 17 años a la que mataron cuatro delincuentes armados durante un asalto.
Fue casi a la misma hora: eran las 6 del sábado 1º de enero y la joven se encontraba con unos amigos en una vereda de las calles Olmos y Homero, cuando fueron abordados por los asaltantes.
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Uno la golpeó en la cabeza con la culata de un arma de fuego y, momentos después, sus amigos contaron que escucharon una detonación y se percataron de que Lara se encontraba tendida en el suelo con una herida de bala en la nuca. Los ladrones huyeron y a ella la llevaron al Hospital de Llavallol, pero falleció en el camino a raíz de la gravedad de la herida.
Cámaras de seguridad registraron a los cuatro delincuentes momentos antes del crimen y, en otro video, huyendo luego de haberle disparado a Lara. Iban todos con gorros y barbijos, lo que dificultó su identificación, aunque días después, la Policía detuvo a un joven de 23 años acusado de ser uno de ellos. Lo allanaron en su domicilio de las calles Florencio Sánchez y Falucho y le secuestraron dos armas de fuego y un teléfono celular robado, pero no lo encontraron allí.
Luego, en otro operativo en una casa de la calle Terrada al 1800 en el barrio Villa Rita, cerca de Parque Barón, lograron dar con él. Está acusado del delito de «homicidio» por la UFI N°1.
