Ramos Mejía: la familia del kiosquero asesinado lanzó una campaña para bajar la edad de imputabilidad
En las últimas horas, la hermana de la víctima subió un petitorio a la plataforma Change para solicitarle a los diputados que en el Congreso se discuta la iniciativa, ya que una de las involucradas en el brutal homicidio tiene 15 años.
Roberto Sabo tenía 48 años. El domingo 7 de noviembre, mientras atendía como de costumbre su kiosco ubicado en Avenida de Mayo al 800, en pleno centro de Ramos Mejía, fue víctima de un violento robo que culminó con su vida. El caso conmovió al país y generó diversas movilizaciones para pedir justicia.
Su familia, que fue quien se puso al frente de las distintas iniciativas, en las últimas horas sumó un nuevo mecanismo a ese reclamo. A través de un petitorio subido a la plataforma Change, solicitaron que «Se reduzca la edad de imputabilidad en delitos cometidos por menores».
El miedo por la inseguridad la llevó a crear un kit de defensa y lo convirtió en emprendimiento
El texto lleva la firma de Paola, la hermana de Roberto Sabo, y está dirigido al Congreso de la Nación y a los diputados Graciela Camaño, Alfredo Cacace, Mara Brawer, Alberto Assef y Ramiro Gutiérrez, integrantes de las distintas agrupaciones políticas que conforman la Cámara Baja.
«Como familia damnificada por el asesinato -en ocasión de robo- de Roberto Sabo, el kiosquero de Ramos Mejía, formulamos esta petición para que se debata en el Congreso de la Nación, la baja de la edad de imputabilidad, para que no queden impunes los delitos cometidos por menores que no han alcanzado los 16 años de edad», indica la petición en su comienzo.
Luego, el texto sigue: «De acuerdo al régimen legal vigente, en casos como el crimen de Roberto, no son punibles los menores que no han cumplido los 16 años. Sin embargo, la realidad demuestra que muchos de los crímenes de los que somos víctimas las personas de bien y trabajadoras, son cometidos por o con la participación de menores que aún no han cumplido esa edad».
«Por eso, amén de exigir justicia por el asesinato de Roberto, no queremos que su muerte sea en vano, razón por la cual exhortamos a nuestros representantes en el Congreso de la Nación, para que debatan y reformen el régimen penal de la minoridad, con el objeto de evitar que, de ahora en más, queden impunes los delitos cometidos por menores que, con pleno conocimiento y voluntad, deciden participar en la actividad delictiva», culmina el petitorio.
Chofer municipal y héroe: salvó a una policía que fue baleada en la cabeza en General Rodríguez
Hasta el momento, más de 9.200 personas ya firmaron su apoyo a la iniciativa que entre los comentarios de quienes participaron tiene a Nicolás, uno de los hijos del kiosquero asesinado. Al pie del texto subido por su tía, el joven que junto a su abuelo Pedro tuvo a su cargo la reapertura del local publicó: «Para que la muerte de mi viejo marque un precedente».
El de la familia de Sabo no es el primer petitorio que llega a Change relacionado con el brutal crimen del kiosquero. A mediodías de noviembre, un grupo de vecinos había iniciado uno pidiendo la autonomía de Ramos Mejía del resto de La Matanza tomando como uno de los parámetros lo que había ocurrido con el comerciante.
También por redes sociales, los tuiteros Inaki Gutiérrez y Eugenia Rolón, ligados a sectores del liberalismo, organizaron una colecta a fines de noviembre que permitió juntar más de 2 millones de pesos fueron transferidos a los parientes del kiosquero asesinado.
Cómo fue el brutal crimen del kiosquero de Ramos Mejía
Roberto Sabo fue asesinado en Pato Drugstore, su kiosco ubicado en Avenida de Mayo al 800, Ramos Mejía, el domingo 7 de noviembre, alrededor de las 14. Aquella tarde, dos delincuentes ingresaron al negocio ubicado a solo tres cuadras de la comisaría segundo con fines de robo.
Se trató, según informó en su momento la Policía bonaerense, de Leandro Suárez (29) y de su novia, una joven de 15 años. Al entrar, le dieron unos alfajores a una señora que iba a ingresar a comprar para despacharla y quedaron a solas con el dueño del comercio. Segundos después, lo mataron de cuatro disparos sin llegar a robar nada.
Luego, los delincuentes iniciaron su fuga: robaron el auto a un remisero, chocaron a las tres cuadras, quisieron camuflarse en un supermercado y le terminaron quitando su moto a un repartidor. El raíd posterior duró poco, ya que fueron atrapados a 8 cuadras del lugar del crimen.
Se supo que Suárez había estado preso durante casi seis años y que, al ser detenido, lloró ante el fiscal Federico Medone de la UFI Temática de Homicidios de La Matanza, a quien le pidió que no le den cadena perpetua.
En tanto, su cómplice y pareja es inimputable por su edad. Según circuló tras el crimen, la familia de la adolescente habría revelado que la chica se había ido de su casa tres días antes del homicidio y que se oponían a la relación por miedo a que el hombre la llevara por el mal camino.
Días después del hecho, arribaron a Ramos Mejía más de 200 efectivos de Gendarmería Nacional para realizar operativos de saturación y desde el Municipio difundieron un comunicado que llevaba la firma de más de 60 entidades del distrito referido al caso.