La vecina de Monte Grande que en un año pasó de criar a sus hijas a ser campeona de fisicoculturismo
Sabrina Anello ganó el título sudamericano amateur organizado por la federación internacional de la especialidad en la categoría Bikini Master +40 años. Cómo fue su entrenamiento y qué tiene pensado hacer de ahora en más.
Hace rato que Sabrina Anello venía dedicándose a ejercitar su cuerpo. Sin embargo, cuando este verano le ofrecieron dedicarse al fisiculturismo, la propuesta sorprendió por completo a la vecina de 41 años de Monte Grande que hasta aquel entonces dedicaba gran parte de su día a día al cuidado de su casa y de sus hijas de 14 y 16 años.
Pero había algo en ella que le indicaba que debía decir que sí a la invitación, lo hizo y apenas unos meses después, el 20 de noviembre, se estaba consagrando campeona sudamericana a nivel amateur en el Olympia South América, un evento organizado por la Federación Internacional de Fisicoculturismo (IFBB) que se realizó el Hotel Hilton.
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“Fue algo totalmente inesperado. Nunca me imaginé que iba vivir esto cuando los profesores en el gimnasio que me veían entrenar me dijeron de competir. En aquel momento, ni se me cruzó por la cabeza pensar en que podía ganar un torneo tan importante en tan poco tiempo”, contó la vecina de Monte Grande a El Diario del Sur.
Es que tomar la decisión no le resultó sencillo y, antes de dar una respuesta afirmativa, habló sobre el tema con su familia: “Ellos me apoyaron siempre, tanto mi marido, como mis hijas. Tengo 41 años, ya no soy una adolescente. Era decir ‘bueno, lo hago, me animo, no me voy a quedar con las ganas’. Lo pensé un tiempo y dije ‘sí, voy a probar, no me voy a quedar con las ganas’. No fue de un día para otro aceptar, fue todo un proceso”.
Con la determinación tomada, empezó el cambio de vida, tanto a nivel alimenticio como de ejercitación que debía llegar de la mano con su entrada al mundo del fisicoculturismo. “Nunca me había llamado la atención, lo empecé a analizar cuando me lo propusieron. El tema físico me encantó siempre. Ahí me empecé a preparar con Maxi Puey y Celeste Maidana. Fui cambiando el entrenamiento y adopté una dieta estricta, que es la parte que más conducta debés tener porque hay que combinar ambos en función de la categoría en la que competís”, detalló Sabrina.
En los torneos, las participaciones están divididas por edad y altura y cada una de las competidoras debe cumplir con determinadas características. Se tienen en cuenta las líneas generales del cuerpo, el equilibrio y las proporciones, la tonificación y la apariencia saludable. Durante el evento organizado por la IFBB, Anello participó y ganó en Bikini Master +40 años.
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“Si bien siempre me alimenté de manera saludable, no fue fácil la adaptación al cambio de dieta por el entrenamiento. Primero tenés que acomodarte con los horarios. Yo ya me levantaba temprano para llevar a mis hijas al colegio y a eso de las 8 ya me iba a entrenar. A las 16 o a las 19, por ejemplo, tenía que comer pollo con brócoli, zapallo o lenteja. Pero era comer pollo todo el día. Me levantaba y desayunaba pollo y lenteja”, detalló la vecina de Monte Grande ante el mismo medio.
El entrenamiento de la gran campeona de Monte Grande
Sus seis jornadas de ejercitación semanal, de alrededor de una hora y media cada una, hicieron el resto para que la fisicoculturista se sintiera lista para participar de la competencia en la que ocho jueces juzgaron las poses y la actitud de los participantes. Cada una tuvo su momento individual en el escenario y luego subieron todas juntas.
“Estaba relajada. De los tres torneos en los que estuve, fue el que mejor llegué con la preparación. En los otros salíamos todas juntas y acá fue diferente, te nombraban y salías. Aparte era todo el salón enorme del Hilton, no sé cuánta gente había, pero era mucha y todas las luces apuntaban al escenario”, precisó Anello.
Una vez finalizadas las pasadas, el jurado anunció el resultado final, desde el tercer puesto al primero: “Cuando me nombraron fue una emoción terrible. Todos gritaban, fue hermoso. Yo fui con la convicción de que podía lograrlo, principalmente porque lo que más confianza te da es cuando vos sentís que hiciste todo como había que hacerlo. Después el resultado puede ser cualquiera, pero vos sabés que hiciste las cosas bien”.
Para el cierre, la vecina de Monte Grande contó si tiene pensado seguir dedicándose de lleno al fisicoculturismo: “Con esto ya es suficiente para mí. Quizás el año que viene vuelva a competir, pero de manera amateur. La exigencia es fuerte y si querés ser profesional es mucho mayor. No estoy preparada para eso. Tengo una familia, estoy para otras cosas. Por ahora, me retiro campeona”.