Tito Ingenieri, el artista que armó su casa con botellas y se volvió un ícono de la ribera de Quilmes

Quilmes. Historias de mi barrio
·
7 de noviembre de 2021

Para construir su vivienda utilizó cerca de 2 millones de botellas recicladas. Luego la convirtió en un museo con entrada gratuita al que antes de la pandemia visitaba gente de todo el mundo. Él fue declarado «Ciudadano Ilustre» por su obra.

Tito Ingenieri es único. Aunque él se defina como «un obrero del arte», es difícil catalogar a este vecino de Quilmes que construyó su casa con botellas y otros elementos reciclados e hizo de ese reducto de la ribera un punto de referencia que trascendió fronteras barriales y hasta nacionales.

En el DNI del hincha de Nueva Chicago nacido hace 67 años en Mataderos y que vivió seis de esas décadas en Quilmes aparece un Rubén Adolfo que perdió por goleada frente al Tito por el que todos los conocen. Aunque no se sienta a gusto con el mote de artista o escultor, Ingenieri ya realizó más de 300 obras entre las que se destaca La Fortaleza de Vidrio, la vivienda que habita y cuya construcción le llevó 27 años.

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El reconocido «Ciudadano Ilustre de Quilmes» es quien le contó a Zonales la particular historia de su propiedad: «Soy uno de los primeros recicladores de la Argentina. Mi casa tiene casi dos millones de botellas de vidrio. Ese es el material que usé. Después utilicé como ventanas ruedas de carreta y algunas puertas con hierro y chatarras de automóviles, pero todo reciclado».

Un sector de lo que actualmente es su hogar fue también, hasta antes de la pandemia, un museo que solían visitar personas de distintos barrios del Conurbano y de más lejos también. Según Tito Ingenieri su creación está «entre las 10 casas más raras del mundo” y entre “los 10 edificios más raros de Argentina”. Además, fue declarada de interés municipal y nacional.

Tito Ingenieri Quilmes Casa Botellas
La Fortaleza de Vidrio, la casa que Tito Ingenieri se construyó en Quilmes.

Ubicada en Manuel López al 300, incluye un faro de 15 metros de altura en homenaje al escritor francés Julio Verne y tiene una forma hexagonal que hace que los días de sudestada «la casa silba».

La vivienda contiene botellas de distintos colores y tamaños, envases de leche, cerveza, aceite y vino que el mismo vecino de Quilmes juntó y que otras personas de la zona le fueron donando. 

Tito Ingenieri Quilmes Casa Botellas
Para hacer su vivienda, Tito Ingenieri recicló casi dos millones de botellas.

«Vivo en una obra de arte. La gente ve una cosa distinta. Mi deseo es que copien la casa. Mi mensaje es que dejen de pedirle casas al Estado y se la hagan ellos con distintas maneras de reciclar. Ya muchos lo están haciendo. Por ejemplo, una mujer de Santo Tomé, en Santa Fe, ya se hizo una y yo la guié por teléfono», contó Tito Ingenieri a Zonales.

Más allá de la pandemia, la reapertura del museo está atada a otro inconveniente que el mismo vecino se ocupó de explicar: «Hay que arreglar los techos de la parte de adelante porque son chapas viejas. Como no recibo ayuda del Estado, tengo que juntar la plata para hacer esa reparación. A la gente no le cobró nada por entrar, por eso cuesta un poco más todo, pero en algún momento se hará y vamos a reabrilo».

La vida del Ciudadano Ilustre de Quilmes

«Empecé a hacer arte en la adolescencia. Fui a aprender con Oscar Albertazzi, un escultor muy reconocido de Quilmes, y seguí con él hasta que falleció en la década del 70. En lo que tiene que ver con lo laboral, trabajé como oficial soldador en muchos lados y también haciendo herrería artesanal, que es la que fabrica escudos y espadas. Pero siempre haciendo arte, soy un obrero del arte, escultor o artista es otra cosa», enumeró el vecino de Quilmes que cuando tenía 17 años se fue a vivir a una casa que armó arriba de un árbol.

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El otro anclaje de Tito Ingenieri con el mundo artístico tiene que ver con su paso por el teatro, género que también estudió de joven y que lo llevó a participar de distintas obras independientes: «Hacíamos textos de Antonin Artaud y de otros autores, pero después de un tiempo empecé a tirar más para el lado de las esculturas y nunca paré. Tendré un poco más de 30 monumentos emplazados, de los cuales 20 están en Quilmes y el resto en Avellaneda, La Pampa, Arrecifes, Capitán Sarmiento y Berazateguiy varios lados más».

La historia del vecino de la ribera llegó a la pantalla a través del documental «Tito, el navegante», una creación de Alcides Chiesa y Carlos Eduardo Martínez que fue estrenada en 2010 y recupera parte de una vida de película anclada en lo que él considera su lugar en el mundo: «Quilmes me representa todo. Vivo acá y siempre voy a vivir acá».

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Tito Ingenieri soldando, el oficio que supo aprender de chico.
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