Grand Bourg: impactante recreación con 56.000 tapitas de una de las fotos más famosas del mundo
Los estudiantes del secundario Nuestra Señora de Lourdes reprodujeron la fotografía de “La niña afgana”, que fue publicada en 1985 por National Geographic y se convirtió en todo un símbolo de las últimas décadas.
La imagen asombra a primera vista, pero mucho más lo hace cuando se conocen los detalles acerca de cómo fue el proceso y el material utilizado para llevarlo a cabo. Los alumnos de Nuestra Señora de Lourdes, un colegio secundario ubicado en Grand Bourg, en el partido de Malvinas Argentinas, recrearon con tapitas de plástico la icónica imagen de “La niña afgana”, la fotografía publicada en 1985 por el National Geographic y que es una de las más famosas de la historia.
De grandes dimensiones y con un nivel de detalle digno de destacar, el trabajo fue realizado en el patio interno de la escuela por alumnos de 1° a 6° año del establecimiento educativo y se utilizaron ni más ni menos que 56.000 tapitas.
Las fotos del proceso, y de la obra ya terminada, se conocieron gracias a las publicaciones que en su cuenta personal de Facebook realizó Sebastián Ramírez, profesor de Bellas Artes de Nuestra Señora de Lourdes.
El trabajo del colegio de Grand Bourg, premiado
Por medio de la misma red social, el responsable de coordinar todas las tareas demostró su orgullo por el trabajo logrado, que además logró una distinción en un programa en el que participaron. “Comparto con todos esta alegría. Hoy mis alumnos presentaron su proyecto de arte solidario con tapitas en la instancia regional, y además de las muchísimas felicitaciones, recibimos una mención como proyecto destacado”, contó Ramírez.
Además, destacó: “Particularmente quiero felicitar a todos los participantes de este proyecto, a los que diagramaron la imagen, a los que juntaron tapitas, a los que prepararon el papel de soporte, a los que realizaron las cuadrículas, a los que administraron y armaron todos los sectores una vez que teníamos todo lo necesario. ¡A todos! Desde 1° a 6° año, felicitaciones y muchísimas gracias”.
La recreación de “La niña afgana” participó de uno de los programas que integran las “Actividades Científicas y Tecnológicas Educativas (ACTE)”, una iniciativa de la provincia de Buenos Aires que forma parte de los procesos permanentes de enseñanza y aprendizaje que se desarrollan tanto en espacios de educación formal como en espacios de educación no formal, con el objeto de mejorar la calidad educativa y teniendo en cuenta la función social de la escuela, la diversidad de intereses y las necesidades de la comunidad.
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Uno de los principales propósitos que persigue es el de facilitar la enseñanza de la ciencia y la tecnología en las aulas del sistema educativo provincial, desarrollando el saber como construcción social y colectiva. Y en este marco es que se realizó la XXV Feria Regional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología”, donde el trabajo obtuvo la distinción como “Proyecto Destacado”.
La historia de «La niña afgana»
“La niña afgana” es una imagen en la que se destaca la mirada penetrante de Sharbat Gula, quien por ese entonces era una pequeña que, como refugiada, huyó de Afganistán hacia Pakistán. La fotografía fue tomada por Steve McCurry en 1984 y publicada un año después por National Geographic; se convirtió de inmediato en una de las imágenes más famosas de las últimas décadas.
Nacida en 1972 en Nangarhar, provincia del extremo este de Afganistán, cerca de Kabul, de las montañas y de la frontera con Pakistán, emigró a este país junto a su familia a causa de la guerra desatada en su tierra luego de la ocupación soviética. Perteneciente a la etnia pashtún, a la que también pertenecen los talibán, perdió a su madre a los ocho años y vivía junto a su padre y sus hermanos en una carpa, en un campo de refugiados en Pakistán, cuando fue retratada por el fotógrafo McCurry.
La protagonista de la imagen recién vio su foto en 2001, poco antes de la invasión de los Estados Unidos, cuando fue encontrada y vuelta a retratar por el mismo fotógrafo. La misma revista financió la expedición para intentar encontrar a aquella niña de ojos verdes. La búsqueda comenzó en Nasir Bagh, el campo de refugiados que aún existe en las afueras de Peshawar. La encontraron finalmente en un pueblo de montaña, en la caliente frontera con Afganistán. Kashar Khan reconoció en la foto los ojos de su hermana y los propios. “Cuando mi hermano me mostró la foto, me reconocí y le dije que sí, que esa era mi foto”, declaró Sharbat años después en una entrevista a la BBC.
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Además, confesó: “Fue una sorpresa, porque no me gustaban los medios de comunicación y no me gustaban las fotos de mi niñez. Al principio estaba preocupada por la publicidad de mi foto, pero cuando supe que yo había sido la causa para que muchas personas y refugiados recibieran ayuda, me alegré”.
Entonces, McCurry la volvió a retratar y ese año Sharbat volvió a ser portada de National Geographic. Ahora, gracias a la inventiva, la capacidad y el enorme trabajo de un grupo de alumnos de este colegio del Gran Buenos Aires se pudo recrear de una manera realmente muy fiel la icónica foto. Y fue posible utilizando (además de mucho ingenio y trabajo), unas simples tapitas de plástico. Sin dudas, algo impensado. Salvo para el profesor y sus alumnos de Nuestra Señora de Lourdes.