Ranelagh tiene a su «Dama de los Cabellos de Acero», la única capaz de mover un auto con su pelo
Es la principal exponente nacional del acto circense que se conoce como fuerza capilar, con el que recorrió el país y participó de varios programas de televisión. La artista le contó a Zonales cómo entrena una parte del cuerpo asociada con otras facetas.
Lejos del «no me pidan que cabeceé» inmortalizado en una publicidad de principios de los ’90, el «poder» de Carla Aguilar justamente está en su cabello y no duda en usarlo a la hora de colgarse de un arnés, al levantar el peso de un hombre o al trasladar un auto con él. Vecina de Ranelagh y artista formada en el circo, es la gran referente nacional de un acto que se conoce como fuerza capilar, al punto que fue bautizada como «La Dama de los Cabellos de Acero».
Nacida en Florencia Varela y mudada hace un buen tiempo a la localidad de Ranelagh, en Berazategui, Carla responde a las consultas de Zonales con la seguridad con la que se la ve realizar cada uno de sus presentaciones. ¿Hay algún truco al ver su figura flotando en el aire como si su cuerpo no pesara?
«El truco es la preparación. Todos los días entreno de diferentes maneras, ya sea musculación, flexibilidad, cardio y acrobacia para transladarlos al momento en el que me suspendo o levanto algo. La preparación de esta disciplina consiste en un entrenamiento específico de la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Se necesita un cuerpo preparado y disponible, pero también una mente abierta, dispuesta a nuevos desafíos», expresó.
Según explicó la artista, la fuerza capilar se basa en un peinado con una argolla de metal y varias ataduras. A la hora de estar suspendida, los músculos que intervienen están ubicados en la cabeza, el rostro, la espalda y en otros sectores del esqueleto. En tanto que todo el cuerpo ejerce una postura para poder estar suspendido.
«Los momentos previos a un show tienen una connotación de ritual, ya que requieren de ciertos movimientos, concentración e intimidad. Puede llevar un tiempo de realizado según como esté mi cabello y como esté yo, porque al hacerme las ataduras debo ejercer una importante fuerza de brazos», contó Carla a Zonales.
Fanática de las películas de terror y de la música pesada, con Pantera como su banda de cabecera, su interés por la actuación comenzó de pequeña: «Frente al espejo representaba personajes de novelas y películas. También me gustaba expresarme a través de dibujos y creando historietas graciosas. Mi abuela fue una de las personas que me motivó a estudiar teatro cuando tenía 15 años y tres años después surgió mi curiosidad hacia el arte circense», detalló «La Dama de los Cabellos de Acero».
Y fue justamente esa curiosidad la que luego la llevó a asistir a una escuela integral de circo, donde aprendió diversas disciplinas: «Después ingresé al ‘Circo Criollo’ de los Hermanos Videla, que es la segunda escuela en su tipo que se fundó en el mundo. Allí conocí a grandes maestros que me enseñaron trapecio, cuerda Indiana y el acto de fuerza capilar, entre otros clásicos del género».
La fuerza de su pelo y el origen de su apodo
El nombre artístico que la acompaña hasta hoy en día surgió en uno de esos viajes por el país con el circo, más específicamente en Viedma, Río Negro. Primero fue «La Mujer de los Cabellos de Acero» y al tiempo ella lo cambió por la palabra «Dama» porque tenía más que ver con su femeneidad.
«La importancia de la fuerza capilar en mi vida se remite al hecho de que fue un arte que se perdió por varios años al ser muy sacrificado, pero la aparición de mi acto revalorizó la disciplina y otras personas se interesaron en investigarlo y practicarlo», precisó Carla ante la consulta de Zonales.
Con shows realizados en televisión y también con presentaciones en vivo en distintos rincones del país, ya sea con un circo convencional o en distintos espectáculos de «horror» que surgieron en los últimos años, la vecina de Ranelagh abrió en los últimos tiempos su faceta laboral a otras especialidades: el modelaje y la lucha libre.
«Formar parte de un Cosquín Rock fue algo inolvidable y emocionante. Lo mismo para las presentaciones en el Ciudad Cultural Konex, por la cantidad de público, o en Groove. También tengo un gran recuerdo de cuando estuve en programas como el de Guido Kazca, más que nada por el alcance que tuvo, en Peligro sin codificar o en Todo puede pasar», precisó Aguilar.
Para el final, ya desde su rol de vecina de Ranelagh, Carla explicó qué la llevó a mudarse a Berazategui: «Fue una gran decisión, ya que es un distrito que le da mucha importancia al arte y al deporte, por lo que me sentí muy identificada a ese nivel y muy cómoda también. Ranelagh tiene un significado muy particular en mi vida con sus paisajes verdes y casonas antiguas. Es un parque enorme con un corazón de ciudad».