La historia del comedor de Longchamps que nació para una única merienda y se quedó para siempre
Dos estudiantes de nutrición de la UNLa están al frente de Chimmy, que surgió en 2020 para festejar el Día de la Niñez. Por las necesidades del barrio y la solidaridad de los vecinos, decidieron seguir.
La idea, en el comienzo, fue la de organizar una tarde solidaria para los chicos del barrio Don Luis, en Longchamps. El éxito y la comprobación de las necesidades que había en la zona fueron tales que decidieron continuar con la iniciativa. Y ahora ya llevan un año. Así se puede explicar la historia de Chimmy, un comedor y merendero comunitario manejado por Camila Rojas (24) y Agustina Suárez (25), dos estudiantes de nutrición de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).
Decir solo eso sería un resumen, esquemático e injusto, de todo lo que hacen, porque el verdadero objetivo es más ambicioso y apunta a convertir el lugar en un punto de encuentro, socialización y hasta de aprendizaje.
“Todo surgió cuando empezó la pandemia, en marzo de 2020. Queríamos hacer algo para ayudar a los chicos del barrio, pero justamente por las restricciones por el Covid-19 decidimos esperar a que todo estuviera un poco mejor. Y finalmente llegó agosto y el momento del festejo por el Día de la Niñez, y ahí decidimos armar algo para ese día”, le contó Camila a Zonales.
Y recordó: “Pensamos en organizar una merienda, e iba a ser solo para ese día. Pero empezamos a difundirlo en las redes y nos llegaron tantas donaciones que nos sobraron alimentos, por lo que decidimos seguir armando las mesas. Y al final desde ahí ya no paramos”.
Dónde queda el comedor de Longchamps
Chimy funciona en Garín 1634, entre Kellertas y Arias, en el propio hogar de Camila. “Es el patio de delante de mi casa, ja”, dijo. Y detalló que “por día vienen alrededor de 30 chicos a merendar, aunque el lunes pasado, cuando festejamos el Día de la Niñez (además de cumplir el primer año de vida), hubo más de 50”.
Para ese día, tomando en cuenta la especial ocasión, “hubo un show musical infantil en vivo. Y también pusimos una máquina para hacer pochoclo y repartimos juguetes y una bolsa con golosinas de regalo para cada chico”.
Además de las meriendas, todos los mediodías cocinan y reparten viandas. “Cada día entregamos entre 170 y 200”, indicó Camila. Y remarcó que “en cuanto la pandemia lo permita, la idea es poner mesas y sillas para que todos puedan quedarse a comer acá tranquilos, y así crear un espacio en el que se puedan relacionar y hacer cosas como practicar escritura, dibujar, pintar o ver películas, si conseguimos un proyector”, explicó Camila.
Además, desde Chimmy también se lleva a cabo otra acción solidaria: “Cuando es necesario, tratamos de ayudar puntualmente a alguna familia que necesite algo particular, juntando lo que les haga falta. Y también tenemos lo que llamamos el ‘Ropero solidario’”.
Esto último consiste en juntar toda la ropa que reciben como donación y ponerla sobre una mesa en la vereda para que cualquiera pueda llevarse lo que necesite. Tratan de hacerlo una vez por semana, aunque eso depende de la cantidad de prendas que vayan recibiendo.
Chimmy: la curiosa historia detrás del nombre
Tanto Camila como Agustina son fans de BTS, una banda de k-pop (pop coreano) mundialmente reconocida que, junto a la empresa Line, creó una caricatura animada llamada Chimmy. En total son siete personajes ficticios que se identifican con el nombre de BT21, y cada uno de ellos representa a un miembro de la banda, tal como Chimmy lo hace con el cantante Jimin.
Los seguidores de la banda se denominan “Armys”, y se caracterizan por realizar proyectos solidarios en nombre de los integrantes del grupo. Así fue, justamente, que surgió este comedor de Longchamps. “A mí me encantaba el muñequito y, como estábamos en pleno auge y euforia por BTS, quedó Chimmy de entre los mil nombres que pensamos en relación a BTS, ya que lo queríamos nombrar en base a ellos”, recordó Camila.
Pero la relación con BTS va más allá: diferentes emprendedoras “Armys” que colaboran con el comedor organizan colectas o promociones especiales en cada cumpleaños de los integrantes de la banda. Así, por ejemplo, lograron reunir juguetes y útiles escolares para el comienzo de clases.
Pensando ya en los próximos desafíos, Camila dice que les gustaría generar un espacio de aprendizaje: “Tengo en mente el armar una dinámica de juegos que sirva para que incorporen conocimientos”.
Mientras tanto, claro, seguirán con los almuerzos, las meriendas y el ropero solidario. Por eso, remarcó Camila, toda ayuda es bienvenida. Para poder colaborar con Chimmy, quien quiera hacerlo se puede contactar con las chicas por medio de las cuentas que el comedor tiene en Twitter y en Instagram, donde además se puede ver todo lo que hacen y enterarse de los próximos proyectos.