Deportivo Italiano y su histórico ascenso a Primera División en medio del Mundial 86

Dos días después de que Diego Armando Maradona hiciera la jugada de todos los tiempos, a más de siete mil kilómetros de distancia, Deportivo Italiano lograba su primer y único ascenso a la máxima categoría. Fue por penales en cancha de Vélez, ante un Huracán que de esa manera veía consumado su primer descenso.

Italiano es un club joven pero con historia en las divisiones del ascenso. Surgió a partir del campeonato de fútbol de la comunidad peninsular en Argentina, inaugurado en 1949. Se asentó tan rápidamente que tres años después ya era un torneo oficial y el 7 de mayo de 1955 se fundó la Associazioni del Calcio Italiano in Argentina, con sus siglas ACIA (uno de los apodos del club).

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Un par de años más tarde, esa liga de 24 equipos obtuvo personería jurídica, se afilió a la AFA y comenzó a jugar en la D, haciendo como local en Caseros. Su nivel fue tan bueno que al año siguiente conquistó el primero de sus seis títulos en el ascenso. Para 1963 ya estaba en la B, con dos campeonatos ganados.

Cambio de formato en el Ascenso y una gran oportunidad

A lo largo de los años, hubo distintos torneos en la Argentina. Superado el amateurismo, el campeonato de Primera División se mantuvo hasta 1967, año en el que se implementaron Metropolitano y Nacional. En 1986 se buscó equiparar el inicio de temporada con el calendario europeo, por lo que también los torneos de ascenso fueron reestructurados.

A fines de 1985, Rosario Central y Racing Club de Avellaneda habían logrado el ascenso a Primera. Como los tiempos no daban para organizar un torneo largo, durante el primer semestre de 1986 se disputaron dos grupos de 10 equipos, que se enfrentaron ida y vuelta, y los cuatro mejores de cada zona se aseguraban un lugar en el futuro Nacional B, campeonato que compartirían con los descendidos y 13 equipos llegados del torneo del interior.

El camino al ascenso de Deportivo Italiano

Deportivo Italiano (su nombre desde 1978, cuando se fusionó con la Sociedad Italiana de Vicente López) armó un equipo para mantener la categoría y sorprendió con un segundo puesto, detrás de Los Andes, en la Zona A. El Tano empató mucho (10 de 18) pero perdió apenas dos partidos y con un par de goleadas (5-0 y 6-1 a Argentino de Rosario) se terminó clasificando junto al Milrayitas, Defensa y Justicia y Lanús. Del otro lado hicieron lo propio Banfield, Tigre y Deportivo Armenio, a los que se les agregó Huracán, penúltimo en la tabla de promedios en Primera. El perjudicado fue Colón, que terminó cuarto pero perdió su lugar por menor cantidad de goles que Lanús.

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Para obtener el único boleto a Primera, había que ganar el octogonal. A Deportivo Italiano le tocó enfrentar a Tigre, institución que le había frustrado un ascenso en 1979: fue 2-0 en el Monumental y 2-1 en Caballito, ambos para Italiano. Mientras la Selección de Maradona y Carlos Bilardo ya tenía su pasaje a octavos, el Tano debía medirse ante Banfield: el 0-0 como local en Ferro y el 1-1 en Liniers llevaron la serie a los penales. En esa instancia surgió uno de los héroes de esta épica: Alejandro Lanari, quien simultáneamente estudiaba la carrera de Medicina, atajó dos e Italiano se impuso por 4-3.

Maradona en México, Albariño en Liniers

Con ese triunfo, Deportivo Italiano quedó a tan solo dos partidos de la Primera. Enfrente estaba Huracán, un grande de la Primera, exponiendo sus 11 títulos (entre copas y torneos) y 73 años ininterrumpidos en la máxima categoría. El primer partido se disputó en Caballito: el local venció 1-0, con gol del Nene Alfredo Gómez. Para la revancha, Huracán usó el José Amalfitani y allí se quedó con la victoria por 2-1. La definición iba a un tercer encuentro, también en cancha de Vélez.

Dos días antes del partido definitivo, Maradona dejó en el camino a cuanto inglés le salió al paso y condujo a la Selección a las semi de México 86. Una multitud fue testigo en el Amalfitani del partidazo entre Huracán e Italiano. El Globo abrió la cuenta por intermedio de Eduardo Papa pero cerca del final empató Daniel Palito Díaz, símbolo del club. Ya en el suplementario, desniveló el Turco Claudio García y nuevamente igualó el ACIA, esta vez gracias su goleador Víctor Lucero.

Otra vez los tiros desde los 12 pasos definían el destino del equipo de un joven Ramón Cabrero, quien varios años más tarde le daría el primer campeonato a Lanús. La serie arrancó 2-2: el Turco García y Torino para Huracán; Carlos Salas y Daniel Godoy para el Tano. Luego erró Corrado y Pablo Gioffré puso el 3-2; para el cuarto penal, surgió nuevamente la figura de Lanari para detener el tiro de Bottari. Al igual que en México, un zurdo le dio alegría al protagonista de esta historia: Jorge Albariño, lateral izquierdo del equipo, le dio con furia y quedó en el recuerdo para siempre.

Paso breve pero inolvidable de Italiano en Primera

Tres semanas después de su mayor hito, Deportivo Italiano comenzaba su campaña en la A. Arrancó invicto (tres 1-1) hasta que cayó 1-0 contra Boca. En la séptima jornada logró uno de sus resultados más recordados: haciendo como local en Atlanta, le sacó un empate a Racing, un viejo conocido de la B. El primer triunfo del Tano fue en septiembre, previo a la primavera: en el Bosque de La Plata, 1-0 ante Gimnasia.

En la segunda ronda obtuvo un recordado 0-0 contra el Boca que luego perdería la final de la Liguilla Pre-Libertadores ante Independiente. De las seis victorias del Tano en sus 38 partidos, sin dudas la más importante se dio el 27 de marzo en cancha de Ferro. Ya con Roberto Rogel como DT, un Italiano condenado al descenso recibía al entonces puntero San Lorenzo, que colmó el estadio. Juan Carlos Cabrera clavó un zurdazo en el ángulo de José Luis Félix Chilavert y el Tano se despidió de Primera a lo grande. Después de esta derrota, el Cuervo no ganó más y quedó hasta fuera de la Liguilla.

Nuevo nombre, nueva casa

El Tano deambuló varios años entre segunda y tercera división y consiguió algunos títulos más, pero los momentos más importantes pasaron por otro lado. En 1989 fue invitado a disputar la Copa Carnevale en Italia, para la que contó con algunos refuerzos. Gabriel Omar Batistuta colaboró con tres goles para que el ACIA arribara a semifinales.

En 2003, la dirigencia tomó la determinación de realizar un último cambio de nombre: Sportivo Italiano, para respetar el origen. Dos años más tarde, con un amistoso frente a Boca, el Tano estrenó su nuevo hogar. En Ciudad Evita -visto desde la Autopista Ricchieri- y con capacidad para ocho mil espectadores, se encuentra el Estadio República de Italia, la casa del Azzurro argentino.